Gimnasia pegó primero y hoy va por más - El “Mens sana” venció a Quilmes en el primer juego de la serie final de la Conferencia Sur. Esta noche, a las 21.30 disputarán el segundo partido en Comodoro.
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El primero cuenta y marca tendencia. Gimnasia Indalo pegó primero y quiere golpear dos veces en el arranque de la serie al mejor de cinco por la final de la Conferencia Sur de la Liga Nacional de Básquet. Con el “Socios Fundadores” a pleno, el equipo de Gonzalo García se adelantó con un 87-69 autoritario frente a Quilmes, rival que volverá a enfrentar esta noche quizás con pronóstico de “otro” juego.
Jugar en equipo le significó al local convertirse en dominador. Porque todas las piezas encajaron para que se sostenga la diferencia, se frustre a un rival que terminó sintiendo el cansancio de su maratónica semi ante Obras –quinto juego y dos suplementarios- y también las bajas de Vildoza y el americano Baxley, quienes con sendas descomposturas intestinales debieron quedarse afuera.
Gimnasia repitió lo mejor de sus últimas producciones- defendió duro y sostenido; se apoyó en la actitud colectiva y movió la pelota, haciendo lucir a los “inspirados”. En este caso, Diego Cavaco resignó puntos propios y goleo, para esforzarse en la misión de custodiar su territorio y el mendocino Federico Aguerre, terminó encendido en la faceta ofensiva con 36 puntos y una estadística propia de una final.
Quilmes solamente pudo dar la pelea en el arranque. Llegó a igualar en 13 pero nunca pudo romper el cerco verde y pasar al frente.
Gimnasia creció con los triples de Aguerre y los rebotes de Clancy hasta adelantarse luego por 17 – máxima- cuando su tarea defensiva pareció mostrar su mejor versión. Los marplatenses acusaron temprano su falta de recambio. Los sostuvo Lucas Ortíz y en menor medida, Diego Romero su primera alternativa en el banco además de Gallizi.
En el tercer cuarto se vino el estallido. Llegaron más bombas de Aguerre y Scala. Y nuevamente, la visita dependió en exceso de los arrestos individuales. Con eso estuvo lejos de frenar el vendaval. Gimnasia creció en juego y en confianza, sacó 18 de luz (61-43) primero y 20 después (63-43) cuando ya parecía tener los caminos hacia el aro liberados.
En los últimos diez, el equipo de Gonzalo García arrancó relajado y Quilmes se lo hizo notar. Romero clavó dos triples y decretó un parcial de 10-0 que obligó a ajustar, a refrescar estrategias y sobre todo, a recuperar la memoria defensiva. En cuestión de minutos lo pudo revertir de nuevo con un juego que recuperó intensidad, de toda la cancha y hasta con “regalos” adicionales para el público. Federico Aguerre siguió anotando en todas las distancias (7/11 en triples, 5/8 en dobles; 5/5 en libres y 12/19 en tiros de cancha) y Samuel Clancy cumplió con su infaltable cuota (15 y 8 rebotes) para cerrar una noche casi ideal.
Gimnasia sostiene además de una localía que lo multiplica, recursos que le permiten repartirse el esfuerzo, encontrar piezas rendidoras y sostener buenas decisiones sin pasarse de vértigo, bajarle el goleo al que pinte pasó a ser una virtud y no caer en baches que agrandan a los rivales.
Hoy, el segundo juego
La serie arrancó 1-0 pero hay mucho por jugar. El Verde irá esta noche por la segunda victoria, la que puede habilitarlo para una continuidad nunca fácil en el Once Unidos. Ahí Quilmes es el que se potencia y el que ha dado vuelta situaciones que parecían irreversibles.
Hoy desde las 21.30 nuevamente chocarán en el sur mientras que el martes a las 21, con televisación de TyC Sports, todo continuará en Mar del Plata, ahí donde la Patagonia quiere ser Feliz.
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