El día que Carlos Monzón se transformó en asesino - El campeón mundial de boxeo, adorado por multitudes,
estranguló y tiró por el balcón a la madre de su hijo menor. El 14 de febrero de 1988, el país amanecía conmocionado:
Carlos Monzón había acabado con la vida de su esposa, Alicia Muñiz, en uno más
de tantos casos de violencia de género.
El otrora ídolo cuyo nombre coreaban las multitudes,
devenido en actor y playboy que se codeaba con mujeres del calibre de la actriz
Ursula Andress, con quien también tuvo un romance ,y Alain Delon, amigo de
juergas, noches de alcohol y orgías, acababa de matar a su esposa, justo el Día
de los Enamorados.
Una historia de amor y golpes
Monzón y Muñiz tuvieron un romance que entre idas y vueltas
duró alrededor de una década. El salía de una relación mediática con Susana
Giménez. Ella venía de Uruguay con las ilusiones de triunfar como modelo. Se
casaron y convivieron alrededor de seis años. El carácter hostil y violento del
campeón mundial de boxeo, producto de su historia personal y del exceso de
alcohol, hacía que brotaran sus miserias. Muñiz lo denunció en reiteradas
oportunidades hasta que finalmente se separaron. Los celos lo cegaban y las
discusiones eran recurrentes. La últimas peleas derivaban de pujas por la
mensualidad que el campeón no pagaba como correspondía para la manutención de
su hijo de 6 años, Maximiliano. A pesar de eso, cada vez que se encontraban
terminaban de la misma manera: en la cama. “Alicia fue la mujer que más amé”,
dijo en una oportunidad y, es probable que haya sido cierto.
Nada muy diferente ocurrió la noche del sábado 13 de febrero.
Alicia había ido hasta Mar del Plata a retirar a su hijo Maxi que había estado
de vacaciones con su padre. Monzón la invitó a cenar a unos amigos y ella
aceptó. Entre las amistades se encontraba Adrián “Facha” Martel, muy conocido
en esa época por ser partenaire del cómico Alberto Olmedo, quien moriría
también trágicamente, el 5 de marzo, en la misma ciudad, ese mismo año.
Fueron al casino, donde Martel apostaba fuerte y luego
fueron al Club Peñarol a tomar unas copas. Ya avanzada la madrugada abordaron
un taxi que los trasladó al chalet alquilado en el barrio parque La Florida.
Bajaron como pudieron e ingresaron a la casa. En uno de los dormitorios se
encontraba durmiendo el hijo de la pareja. Ellos pasaron la noche juntos, pero
en algún momento, después del sexo, surgió la discusión por cuestiones de
dinero. Terminaron en el balcón y él la levantó tomándola del cuello y la
arrojó al vacío. La autopsia determinó que la mujer estaba inconsciente al
momento de estrellarse contra el piso. El hecho es que el cuerpo semidesnudo de
la modelo, de 31 años, terminó en el jardín del chalet.
De acuerdo a la versión del boxeador, discutieron en el
balcón y producto de la trifulca cayeron los dos. “Yo pedí que la auxiliaran
pero me ayudaron a mí y la dejaron a ella en el piso cuando todavía estaba
viva”, declaró el boxeador. Monzón tenía una fractura en el hombro, producto de
la caída. Alicia, múltiples fracturas en el cráneo y señales de asfixia por
estrangulamiento. El campeón siempre negó haberla arrojado por el balcón. Lo
que no estaba en discusión es que era un golpeador y esta no era la primera vez
que atacaba a su mujer.
La sociedad argentina se dividió en quienes sostenían su
inocencia y aquellos que lo consideraban un asesino. El pueblo que tantas veces
había disfrutado de los triunfos de su ídolo, ahora se agolpaba en las puertas
del juzgado, algunos para apoyarlo y otros para verlo caer. Finalmente fue
juzgado por homicidio simple y condenado a 11 años de prisión.
¿Fue un accidente?
Patricia Perelló, abogada de Monzón siempre creyó en su
inocencia: “Hubo una condena mediática”, sostiene. “La prensa lo juzgó por su
historia de vida y no por el hecho puntual de la muerte de Muñiz... yo creo que
fue una situación accidental, que los dos se cayeron por el balcón... Monzón no
tuvo ninguna intención de lastimar a Alicia Muñiz; verdaderamente, fue una
cuestión del momento. Monzón también se cayó y se fracturó la clavícula. El se
pegó un golpe muy fuerte, creo que salvó su vida porque era una persona
físicamente sólida. En cambio, ella murió porque era más frágil”.
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