A pura actitud Peñarol tuvo un rendimiento dubitativo a lo largo de casi toda la noche y Lanús se imponía con comodidad, pero en el final, con gran coraje más un Teague incansable hasta en la última pelota, se impuso notablemente por 91-90 en el sur del Gran Buenos Aires para encausar las cosas
Peñarol no estaba en su noche. Parecía repetirse los errores de los primeros dos cotejos como local. Estaba casi irreconocible el equipo dirigido por Sergio Hernández.
Hubo un buen comienzo, pero el segundo y tercer cuarto, la producción del “Milrayitas” mermó estrepitosamente. Un equipo errático, que parecía entregado. De hecho, a falta de dos minutos para el cierre del tercer segmento, perdía por 16 puntos (68-52). No obstante, con un Teague que nunca se entregó, con Campazzo empujando, a pesar de estar lejos de su brillo, se puso en juego en el minuto final y revirtió el marcador en el último instante con un “triplazo” del foráneo para rubricar un 91-90 inolvidable.
El comienzo fue errático, con algunas falencias ofensivas, sobre todo por el lado de Lanús, que además fue bloqueado por la buena defensa de Rasio y Leiva en la pintura. Pero enseguida, Peñarol encontró claridad para atacar y en 2 minutos metió un parcial de 7 a 0. Y con total control en el juego interior por la gran labor de Rasio en ambas pinturas, el conjunto marplatense tuvo 6 minutos de tranquilidad (15-6). Los ingresos de Martina y Prato, acompañados por Boccia, aportaron ciertas soluciones defensivas para Lanús, por lo que a la visita le costó estirar la distancia en los dos minutos siguientes hasta que Campazzo sacudió la modorra con un gran triple (18-10) para finalizar el cuarto inicial con total comodidad (20-12).
Mata, con cinco puntos consecutivos, mantuvo la diferencia en el inicio del segundo segmento (25-15). Y aunque Lanús creció en ofensiva, no pudo achicar ostensiblemente la brecha. Hasta que promediando la primera mitad, Peñarol careció de variantes ofensivas, no tuvo respuestas y el “Granate” con gran presión, a falta de poco más de 4 minutos, se puso a un triple (29-26). Y casi en un abrir y cerrar de ojos, el local metió un parcial de 8 a 4, para inclinar la balanza a su favor (34-33).
En los dos minutos finales, el “Milaryitas” perdió gol, peso ofensivo y las riendas del partido. Lanús, con paciencia, se mantuvo al frente aunque no logró profundizar su superioridad y se fue al descanso largo con una exigua ventaja (41-39).
Un irreconocible, inseguro Campazzo en el manejo, impidió que Peñarol recuperara la compostura ofensiva. Por eso el local, rápidamente con un parcial de 10 a 2 en 3 minutos, comenzó a estirar la ventaja (51-41).
El trabajo de Rasio principalmente ofreció la mayor resistencia de los marplatenses, que cada vez que aparentaban recuperarse y achicar la brecha, Lanús respondía con réplicas veloces o certeros tiros exteriores. Además del base visitante, el resto tampoco aportó soluciones en ataque. Y Peñarol pareció resignarse ante un sólido Lanús que, de a poco y altos porcentajes, fue escapándose considerablemente (68-52), ya cerca del cierre del tercer cuarto, pero con mucha potencia el “Milrayitas” evidenció una leve mejoría para reducir la diferencia de cara al segmento final (69-59).
Y la esperanza creció cuando en el comienzo de los 10 minutos finales, Teague achicó más con un triple (69-62). Pero Lanús, enseguida respondió con un notable 6 a 0 para reacomodar las cosas (75-62). Pero el extranjero y Campazzo mantuvieron la ilusión de una remontada y se puso en partido 82-76, a falta de 4 minutos para el final del juego. La distancia de 6 puntos se mantuvo y con 3 minutos por jugar (84-78), Campazzo recibió una falta antideportiva y Peñarol se acercó a un doble (84-82).
Fue un golpe para Lanús, al que le costó reaccionar, precisamente ante la recuperación de confianza que evidenció el “Milrayitas” a partir de Campazzo, Teague y Rasio. Así logró igualar en 84, primero y en 86 a falta de 60 segundos. Y para que tuviera mayor dramatismo, ambos elencos se quedaron con tras hombres menos por infracciones.
Con la paridad, Lanús se despegó 90-88 y la última bola fue para Peñarol. Teague se puso el equipo al hombro y con un triple impresionante, le dio un triunfo memorable para los marplatenses.
Redacción El Atlántico
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