Fútbol de afa - Escalera al infierno - Salvo Boca, todos los grandes viven un presente negativo. Angustiados por las flojas campañas y con sus DT cuestionados. De un tiempo a esta parte, el fútbol argentino naturalizó la crisis de sus clubes más importantes y se acostumbró a un legítimo protagonismo de los clubes injustamente denominados "chicos".
Quizás el inédito descenso de River, en 2011, curó de espanto a todos y anunció que nadie estaba a salvo de nada si no hacía bien las cosas, dentro y fuera de la cancha
Incluso Boca, hoy el único de los grandes con un presente acorde a su historia, coqueteó peligrosamente con el descenso en la temporada de 2010/11. Tanto que su máximo goleador, avisaba en noviembre de 2010 que "no quiero ver a Boca en la misma situación que está River hoy, no quiero pelear el descenso". Boca supo corregir el rumbo a tiempo. Al parecer, el resto no.
River, Racing, Independiente y San Lorenzo viven un mal presente deportivo y una delicada situación institucional. El equipo de Núñez viene de una temporada en la B Nacional, el fútbol de la Academia naufraga y decepciona, los Rojos marchan últimos en promedios y están en descenso y el Ciclón sigue en Primera de milagro y su juego preocupa mucho más de lo que ilusiona.
Los días de Matías Almeyda como entrenador de River, que ya son 449, apenas si tuvieron pequeños ratos de paz, a pesar de haberlo devuelto a Primera inmediatamente.
En poco más de un año de trabajo, nunca terminó de darle al equipo un estilo definitivo. Que haya utilizado 35 formaciones diferentes es todo un síntoma. Y a cada cambio de nombre le siguió uno táctico. En los siete partidos del torneo Inicial, Almeyda ya utilizó 25 jugadores, apena seis menos de los que necesitó en 38 fechas de la B Nacional.
En general, los números de Almeyda no son malos: 95 puntos sumados en 50 partidos, de los cuales apenas perdió siete. Pero en Primera, la campaña deslucida despierta viejos temores, tanto que una derrota ante Racing, el próximo domingo, empujará a River al descenso directo junto con Independiente. Así, la continuidad del entrenador comienza a quedar en suspenso, una vez más.
La última temporada San Lorenzo estuvo muy cerca de descender por segunda vez en su historia. Pero se salvó, antes que por su entrenador Ricardo Caruso Lombardi, por el derrumbe inesperado de Banfield. No evitó la Promoción, pero zafó sacándose de encima a Instituto.
Hoy, el excéntrico DT del Ciclón asume cada partido como el último. Sabe que no cuenta con el apoyo genuino de la nueva dirigencia encabezada por Marcelo Tinelli y que, mientras el juego del equipo sea tan flojo lo único que lo mantendrá en el cargo son los resultados: 30 puntos en 20 partidos, pero a siete de Independiente.
Racing, por ahora, no está complicado con el descenso, pero su campaña irregular lo mantiene lejos de los primeros puestos que imaginaba ocupar a esta altura de la temporada. Aunque está a cinco puntos del líder Boca (16), la distancia futbolística con el Xeneize es mucho mayor que en los números.
Su entrenador, Luis Zubeldía, comienza a ser cuestionado a partir de las dificultades para darle una identidad futbolística al equipo. Aunque apenas lleva dirigidos 22 partidos en la Academia, las diez derrotas acumuladas empiezan a pesar.
De todos ellos, Independiente es el más complicado, aunque su entrenador cuenta con todo el aval. Claro, recién lleva dirigidos tres partidos, tras suceder a Cristian Díaz en la cuarta fecha. En descenso directo desde el comienzo de la temporada y cambio de entrenador mediante, el Rojo no gana y en su juego ni siquiera asoma una leve mejoría.
Apenas llegado, Gallego habló de campeonar y pidió no hablar más del descenso. Pero la realidad pudo más que su verborragia positiva y la preocupación tocó su puerta. Tres goles en siete partidos y apenas 6 puntos de los últimos 42 le dieron al Tolo un furioso baño de realidad.
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