domingo, 5 de septiembre de 2010

PATRIA POTESTAD PRIMER CASO EN SANTA CRUZ?

NACHO AVERSA ES JUGADOR DE BOCA
En los últimos días se dio un hecho muy particular en Río Gallegos, por el fútbol, por un pibe de inferiores que enfrento al club Bancruz con los padres del jugador juvenil, amateurs, aficionado, y donde los progenitores contrataron un letrado para hacer el uso de la patria potestad, y que tenía que ver con los reclamos de la entidad por el derecho de formación de la institución. Por lo invertido en la preparación del jugador. Según la legislación vigente se establece que los clubes están obligados a convertir en profesional a todo jugador que alcanza los 21 años, o antes por haber disputado más del 25 % de los partidos de una temporada en primera. Muchas veces se adelanta la contratación porque los dirigentes tienen miedo de perder un posible crack del semillero, que significaría a futuro el ingreso de una suma importante de dinero. Cuestión que deja a las claras lo amateurs del fútbol en nuestra provincia. donde los jugadores no son profesionales y los deportistas también deben hacer valer sus derechos.-

El fallo ordena, sintéticamente que se debe hacer lugar al pedido de pase del jugador Ignacio Aversa al Club Boca Río Gallegos, para disputar los torneos organizados por la Liga de Fútbol Sur, para lo cual se le dieron 24 horas de plazo, por lo que tuvo Bancruz que firmar los papeles el 02 de septiembre, de 2010, fecha en que ingresaron a la liga los documentos firmados “pase libre” a favor de Boca Río Gallegos. En la documentación consta los años que el jugador se ha desempeñado en el club, participando de los distintos torneos. Luego que la familia iniciara las gestiones personalmente ante las autoridades del club, para que Nacho Aversa pasara a jugar a la otra institución, y ante la negativa de los mismos (donde consta también que fueron solicitados $ 20.000 por el pase), decidieron estos, solicitar por medio de un letrado, la aplicación de la patria potestad, siendo la primera vez que se realiza esta solicitud en forma legal, y que ha sido favorable al menor de edad, sentando un precedente para los dirigentes, y los padres que tienen este inconveniente, que de ahora en mas solo deben recurrir a la justicia.
LAS ARISTAS DEL FÚTBOL:
entre el negocio y la pasión Por Sabrina Anabella Bzdy
Que los intereses que mueven el fútbol a nivel mundial son, tal vez, aún más grandes que las multitudes de aficionados a este deporte ya es tema conocido. Pero la situación cambia de matices cuando son los derechos de los chicos los que se encuentran en juego.
Las cifras son más que alarmantes, se estima que más de 10.000 chicos de entre 6 y 16 años llegaron a Italia, entre otros países de Europa, provenientes en su mayoría de lugares pobres del tercer mundo tras el sueño de convertirse en estrella de fútbol.
Sin embargo, detrás de razones de ayuda humanitaria o intercambio cultural se esconde un negocio en el que un niño abandona su condición de tal para convertirse en una cifra millonaria, dejando al desnudo una realidad en la que se enmarca el flagelo del tráfico y la explotación de menores.
Todos estos chicos -con una característica común: ser una cara de la pobreza – son entregados por sus padres a cambio de una compensación pecuniaria, trasladados al exterior y sometidos a una régimen de vida que dista muy poco de asemejarse a una forma de explotación, ya que deben cumplir con horarios estrictos y tareas previamente determinadas y organizadas.
Pero la promesa de triunfo y la ilusión de ganar millones de dólares se acaba apenas el menor no cubre las expectativas del club, y es en este momento donde el sueño de llegar a ser futbolista pone de resalto un aspecto más de esta problemática: el abandono, porque en el juego de esta transacción muy pocos son los que regresan a sus hogares, el resto de los niños quedan expuestos a la mendicidad, a la calle (limpiando parabrisas o abriendo puertas de los autos), el trabajo rural, la prostitución y hasta su venta para posterior tráfico de órganos.
Pero estas no son las únicas piezas que conforman este negocio, las transferencias “legales” millonarias y el reclutamiento de jugadores amateurs en el ámbito del fútbol nacional reflejan una realidad que en búsqueda de la satisfacción económica de los grandes empresarios desprotege a los menores y hace perder eficacia a la Convención de los Derechos del Niño.
Porque no debemos olvidar que estos chicos jugadores como menores son sujetos de derechos y los mismos deben ser respetados máxime la obligación asumida por los Estados al adherirse a la Convención.
En el primero de los casos –traslado ilícito en algunos supuestos y retención ilícita en otros- los niños se ven inmersos en un régimen de explotación que atenta contra su nivel de vida, bienestar físico, mental, espiritual y social, así como también quebranta sus relaciones familiares y personales.
En el segundo de los casos, pese a las diferentes denominaciones que se le de a la relación observamos netamente la formación de un contrato de trabajo con todas sus implicancias, a pesar de su prohibición, que desvanece el derecho a la educación, al esparcimiento y al descanso, a la salud y a su desarrollo favoreciendo el nacimiento, a mediano plazo, de una deficiencia psíquica y física, en pro de una explotación económica y en contra de una futura inserción laboral.
Sobre el punto en particular, recordemos que la OIT considera a esta problemática social como una de las peores formas de explotación laboral o trabajo infantil.
Es así como la necesidad económica va marcando el destino de muchos chicos transformados hoy en presa fácil de un negocio que parece no reconocer límites y que amenaza con convertir a la Convención en una mera enumeración de principios.
Sin embargo, las problemáticas que presenta este negocio parecen no ser solamente las enunciadas precedentemente.
El fútbol enfrenta a los clubes con los padres de los jugadores juveniles – amateurs o aficionados-, el motivo: el uso de la patria potestad y el derecho de formación de las instituciones por lo invertido en la preparación del jugador.
Sobre el particular, la legislación vigente establece que los clubes están obligados a convertir en profesional a todo jugador que alcanza los 21 años o, aunque sea menor, que haya disputado más del 25 % de los partidos de una temporada en primera.
A pesar de esta directiva este trámite es adelantado por los dirigentes ante el miedo de perder de sus clubes a un posible semillero de dinero.
Pero la fama adquirida en los últimos tiempos por los juveniles comenzó a alterar los planes de los clubes. Los padres ejerciendo la patria potestad y amparados por el Código Civil, sacan a su hijo del club donde venía jugando para llevarlo a una institución extranjera tentado por sumas de dinero más importantes que las ofrecidas por el club local.
Uno de los primeros casos que tuvo resonancia en el ambiente futbolístico fue el de los hermanos Cambiasso, que de Argentinos Juniors pasaron a jugar en el Real Madrid sin que el club argentino prestara conformidad, lo que hizo que la FIFA fijara una compensación económica a favor de Argentinos.
Otro de los casos que sirve de antecedente en la cuestión fue el de Fabricio Coloccini quien tras no acepar un ofrecimiento de Boca pasó a jugar al Milan. Ambos clubes instados por la FIFA debieron fijar una indemnización, ya que previamente la justicia argentina había rechazado el pedido de no innovar solicitado por Boca (por la que se discutía el uso abusivo de la patria potestad) dado que sostuvo, según dictamen del asesor, que no existía relación laboral por lo que Coloccini no estaba obligado a permanecer en el club.
El tema de las transferencias internacionales llevó a la FIFA a modificar su reglamento en el año 2001, fijando condiciones estrictas a fin de eliminar los abusos que hasta el momento son expuestos los menores.
En consecuencia, no podrán transferirse menores de 18 años salvo que exista un cambio de residencia de la familia y la misma obedezca a razones personales y no lo sea en virtud de la transferencia del menor.
Establece, a su vez, la indemnización por los derechos de formación.
Sin embargo, esta legislación aún espera la reglamentación por parte de la AFA.
Vale mencionar que en el ámbito nacional existe un proyecto de ley en el cual se prevé los derechos de formación de los clubes de fútbol.
Pese a esta tendencia a hacer valer el derecho de los clubes correspondería actualizar las normas sobre patria potestad para evitar que la misma sea usada en forma abusiva favoreciendo el mercado negro de los jugadores de fútbol menores de edad que no hace más que llevar a la desprotección y el desconocimiento de los derechos de estos últimos.
Fuentes:
El Derecho, t. 196, p. 940
Clarín, Suplemento Deportivo, 06/01/2000 págs. 8 y sgtes. y 26/04/2000 págs. 3 y sgtes.
La Nación, Sección Deportiva, 11/02/2000 págs. 8 y sgtes.
Revista Mística de Olé, 22/01/2000 págs. 40 y sgtes.

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