DARIA LA VIDA POR VOLVER A LA SELECCION - Diego se volvió a postular y hasta dijo que "habría que hablarlo" en caso de que deba resignar a sus ayudantes. Y le pegó a Batista: "Ni en Uruguay lo conocen". Y un día Maradona volvió a aparecer. Un día, un 24 de septiembre, decidió dar la cara y, hecho esto, postularse nuevamente para dirigir a "sus muchachos".
"Estoy con muchas ganas de ponerme el buzo de la Selección, estoy desesperado. Daría un brazo por volver", soltó Diego, un sentimental Diego, un sumiso Diego, en exclusiva con Fox Sports.
Tantas son las ganas, que hasta dijo que podría volver al cargo sin sus colaboradores. "Eso habría que hablarlo", fue su frase. Algo que meses atrás fue un "me tocan al utilero y me voy", hoy Diego anuncia que ha transformado en una alternativa viable. Diego cedió ante aquel que llamó, durante toda la entrevista, "el Patrón". "Yo sé que todavía tengo una posibilidad. No me tomo vacaciones hace un año y medio. Mi prioridad era, es y será la Selección. Hasta que no se defina ese tema, me quedo por acá", se esperanzó.
Sin embargo, no dejó pasar ni una sola oportunidad para dar su veredicto sobre la máxima figura de la Asociación del Fútbol Argentino: "Por supuesto, daría mi vida por ser el técnico de la Selección. Pero me gustaría que sean más claros. Acá hay un Patrón que se llama Julio Humberto Grondona. No hay Junta ni Comité. Acá está el Patrón y sólo el Patrón, digamos la verdad".
Diego no se calló nada y también dejó clara su opinión sobre los jugadores cuando la pregunta de Fernando Niembro llegó en forma de "¿te sentiste respaldado por tus muchachos?". La respuesta fue tan sincera como inesperada: "Me hubiese gustado que tuvieran la actitud que tuvo Tevez cuando llegó a Irlanda. Pero bueno, no se les puede pedir nada más. Hoy no es como antes, es otro el sentir". Pero lo de Carlitos tampoco le cerró del todo. "No sé qué le habrá dicho Grondona a Carlitos después de lo de Irlanda. Algo le bajó los decibeles. No entiendo qué pasó, cómo lo convenció", sentenció el Diez. Como, también, lo hizo con Batista: "Cuando dice que Messi ahora es feliz no tiene en cuenta los 40 días que vivió con nosotros en Pretoria. El estaba con nosotros. Batista, ¿te disfrazaste de Piñón Fijo, o qué?". Y tiró: "A Batista y a Brown, cruzan el charco y no los conocen ni en Uruguay".
Párrafo aparte para su pollo, su consentido, su preferido. "A Messi en el Mundial le faltó el culo que tuve yo en el '86. En los momentos clave yo aparecí y él no. Pero jugó un Mundial fantástico. Sacando a Iniesta, no hubo otro mejor. Una cosa es ser el mejor y otra es ser contundente, como lo fue Forlán", dijo. Pero se perdió el golazo de La Pulga ante España: "Los partidos de España e Irlanda no los vi. Porque ése es mi equipo y lo tengo muy adentro. Muero por estar en la Selección. Me dejó algo adentro que es imposible de superar. Estuve de luto porque se me había muerto una ilusión muy grande. No me importaba tener una Copa del Mundo yo, personal. Quería que los muchachos se la dieran a la gente. Hacerles sentir la gloria, porque la gloria no se compra. No tiene valor monetario. Eso es lo que tengo adentro y tengo sed de revancha".
Diego analiza y no olvida: "Yo escuchaba a Ramón Díaz, que decía que tenía un proyecto para la Selección y pensaba 'qué lejos estás, Pelado'. En la Selección no hay proyecto. El único que lo ve es el Patrón". Diego sentencia: "Grondona cree que yo le quiero ganar la atracción o el sillón de la AFA. No sé que tendrá en la cabeza". Pero, sobre todo, Diego sueña: "Yo espero el llamado".
Fue una charla que mezcló sensaciones. Un Diego cuidadoso, casi sumiso al plantear que desea volver a la Selección. Hasta tiró: "Si lo hablamos con Grondona, lo solucionamos. Pero no tenemos que hablar a través de otros". Y hubo otro Diego ácido, duro con Batista, que también disparó hacia otros personajes con nombre y apellido.
También, claro, habló sobre su ruidosa visita a la Quinta de Olivos. "Néstor me dijo que estaba enojado con la decisión de no renovarme. No hablamos del tema Grondona, pero me dijo que quería que volviera. Fueron claritos él y Cristina. Pero si Grondona no recogió el guante cuando Cristina lo dijo al aire, no creo que le pese esto. Lo único que le puede pesar es el gran trabajo que hicimos".
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