Omar Narváez sometió a Diego Pichardo en Caseros - El ex campeón mundial mosca y supermosca chubutense Omar "El Huracán" Narváez se impuso sobre el dominicano radicado en la ciudad de Buenos Aires, Diego "La Pantera" Pichardo Liriano, por puntos, en un amplio fallo unánime, tras diez asaltos, y así conquistó el título internacional supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), que se encontraba vacante, en el combate estelar de la velada desarrollada en la noche del sábado en el Centro Deportivo Municipal (Ce.De.M.) Nº 2 de Caseros, provincia de Buenos Aires, Argentina.
En lo que marcaba su reaparición luego de diez meses y ceder su título mundial supermosca de la OMB a manos del japonés Naoya Inoue por nocaut en el segundo asalto, además de un período de doce años y medio como campeón mundial en forma ininterrumpida, con 40 años, Narváez, actual Nº 4 del ranking mundial supermosca de la OMB, que fuera récordman argentino al totalizar 16 defensas exitosas de su título mundial mosca OMB, y expusiera doce veces el reinado supermosca hasta resignarlo en nada menos que su combate mundialista N° 32 (registra 29-2-1), impuso toda su experiencia y oficio para dominar de principio a fin a un enjundioso Pichardo Liriano, diez años menor, ex campeón latino supermosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), que llegaba de cuatro triunfos en fila pero que nada pudo hacer ante su poderío. Con una permanente movilidad, un desgastante trabajo de piernas para acortarle siempre el ring y una precisión en sus envíos, Narváez, que fuera monarca ecuménico ininterrumpido desde julio de 2002 hasta ceder su reinado el 30 de diciembre en Tokio, Japón, sometió durante diez capítulos al dominicano. Amparado en su excelsa línea técnica, se lo llevó siempre por delante a cada lateral donde distribuyó el castigo al cuerpo con sus punzantes ganchos y al rostro con sus constantes rectos, ascendentes y cruzados. Poco a poco, el ojo derecho del centroamericano comenzaba a cerrarse. Más allá de intentar responder, no lograba siquiera detener su avance. De tanto ir, "El Huracán" perpetuaba su dominio que se traducía en incontables ganchos al cuerpo y esas ráfagas en forma de rectos, cross y uppercuts al mentón. Lo tenía visiblemente maltrecho. Ya para el séptimo, lo desbordaba cada vez que se lo proponía. "La Pantera" sufría el trámite. En el octavo, luego de tenerlo trastabillando en una esquina tras combinar sus ganchos zurdos a la zona hepática con sus cruzados a las mejillas, el árbitro Jorge Basile intervino para que el médico revisara el cerrado ojo derecho del dominicano. Tras ello, el chubutense continuó su sometimiento. Conectó a gusto durante cada instancia a un rival que no veía la hora de que su sufrimiento finalizara. Y si bien no le alcanzó para liquidarlo antes del límite, fue más que suficiente para llevarse una tal holgada como merecida victoria, que desataría el festejo de todo el público que se acercó al estadio. A los 40, "El Huracán" demostró su vigencia. Sin la juventud de años atrás, pero con el oficio de siempre, quiere más. Y a eso va.
Las tarjetas de los jueces expresaron la diferencia exhibida, al decretar: Manuel Véliz 100-90, Juan Carlos Palmieri 100-90, y Ramón Cerdán 99-91, todas a favor de Narváez. Para NotiFight.com, la victoria fue de 100-90.
Tomando el centro del ring con la primera campana, Narváez salió a presionar con su derecha en jab y boleada y su cross zurdo a la zona alta de un Pichardo que lo esperaba de contragolpe. Con el veloz dominicano buscando responder con su izquierda cruzada, en el segundo el chubutense filtró su cross diestro a la mejilla y a la frente, que lo hizo retroceder. Segundos después, lo llevó contra una esquina donde combinó su izquierda y derecha en gancho a las costillas y cruzada a la mandíbula, que llegaron plenas. Haciendo pesar su experiencia en el tercero, "El Huracán" le acortó las distancias y repitió sus cruzados a las mejillas, aunque "La Pantera" respondió con un tenue uppercut diestro al mentón. Sin embargo, era el ex campeón mundial quien comandaba con holgura desgastando al cuerpo.
Manejando siempre las distancias, en el cuarto, el chubutense no le permitió salir de las sogas donde el dominicano se desplazaba lateralmente e impactó sus ganchos a ambos flancos y su cross zurdo al pómulo. En el quinto, la presión del nacido en Trelew hace 40 años creció al punto de combinar su jab diestro con su firme cross zurdo pleno al mentón. A pesar de sus intentos, poco podía hacer el centroamericano. Con aún mayor decisión en el sexto, Narváez fue a buscarlo y en la corta distancia impactó sus constantes uppercuts y cross de ambos puños a las mejillas y mandíbula de un rival que tenía su pómulo derecho visiblemente inflamado.
Con la misma tónica en el séptimo, el trelewense seguía imprimiendo su ritmo y desgastando con sus punzantes ganchos zurdos a la zona hepática. Poco a poco, ya desbordaba al nacido en Guayubín hace 30 años, que no conseguía detenerlo. Y como si fuera poco, lo puso contra una esquina donde lo sometió con sus ganchos zurdos al hígado y sus rectos y cruzados a la mandíbula. En el octavo el chubutense hacía prácticamente lo que deseaba. Con amplio dominio, lo llevó contra cada lateral donde trabajó a gusto con sus ganchos y rectos al cuerpo y sus ascendentes y cruzados al mentón. Era una clase de boxeo. Y el dominicano la sufría. Solo una intervención del árbitro Jorge Basile para que el médico lo revisara le permitió respirar.
Con todo a su favor, en el noveno, Narváez esperó los espacios para filtrar tres duros ganchos zurdos a la zona hepática seguidos de su cross diestro a la inflamada mejilla de un Pichardo que tenía el ojo derecho cerrado. Con el resultado en su bolsillo desde hacía rato, en el décimo, el chubutense lo invitó y tras eludir sus envíos lo frenó con su derecha boleada a la mejilla. Segundos más tarde, frente a un rival que apenas buscaba sobrevivir, "El Huracán" volvió a ponerlo contra las cuerdas donde distribuyó el sometimiento al cuerpo con sus ganchos y al rostro con sus ascendentes y cruzados a la mandíbula. Y si bien no le alcanzó para liquidarlo, fue más que suficiente para redondear una tan amplia como contundente victoria, que tras la decisión de los jurados desató el estruendoso festejo de todo el público que se acercó a alentarlo. A los 40 años, Narváez demostró vigencia. Ahora, pide más.
De esta forma, Narváez, que pesó 52,100 kg., actual Nº 4 del ranking mundial supermosca de la OMB, quien previo a caer con Inoue en su duodécima exposición, defendiera once veces la corona supermosca OMB que conquistó el 15 de mayo de 2010 en decisión unánime sobre el nicaragüense Everth Briceño en el estadio Luna Park de Buenos Aire, que retuvo sobre el mexicano Víctor Zaleta (DU 12), el puertorriqueño César Seda (DU 12), el colombiano William Urina (DU 12), el mexicano José Cabrera (DU 12), el mexicano Johnny García (KO 11) y el puertorriqueño David Quijano (DU 12), en diciembre de 2012, para tras ello tener su traspié el 22 de octubre de 2011 en decisión unánime ante el filipino Nonito Donaire en el Madison Square Garden de Nueva York, Estados Unidos, en disputa de los cetros gallo OMB y del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), pero el 25 de mayo de 2013 venció en un llamativo fallo dividido -extraño que no fuera unánime- al mexicano Felipe Orucuta en el Luna Park, para luego el 24 de agosto siguiente liquidar por nocaut técnico en el décimo al japonés Hiroyuki Hisataka en su Trelew natal, el 21 de diciembre de 2013 dar cuenta del mexicano David Carmona por nocaut técnico en el séptimo en Benavídez, Buenos Aires, el 17 de mayo de 2014 al acabar con el mexicano Antonio "Tostado" García por nocaut en el cuarto asalto en Villa María, Córdoba, y tras el 19 de septiembre de 2014 repetir sobre Orucuta pero en sorpresiva decisión mayoritaria -extraño que no fuera unánime-, llegaba tras el pasado 30 de diciembre ceder su reinado a manos del japonés Naoya Inoue por nocaut en el segundo asalto en Tokio, Japón. Además, allá por el lejano 13 de julio de 2002, el chubutense se alzó con el cetro mosca OMB al derrotar en forma unánime al nicaragüense Adonis Rivas en el Luna Park, que refrendó en Argentina, Italia (dos veces) y España, por lo que fue monarca ininterrumpido durante doce años y medio. Así, aumenta su marca a 44 victorias (23 KOs), 2 derrotas y 2 empates. En tanto Pichardo Liriano, que registró 52,150 kg., quien tras superar sus primeros tres rivales, ceder su invicto ante el bonaerense Mauro Pennacchia, ir sumando algo de irregularidad en su carrera, el 20 de junio de 2013 cayó ante el tucumano Carlos Darío Ruiz en fallo unánime por el título latino mosca de la OMB, y tras obtener tres festejos destacándose dos sobre el bonaerense Sebastián Rodríguez, hasta perder en fallo unánime con el salteño Diego Santillán y el cordobés Lucas Báez, llegaba con cuatro éxitos consecutivos luego del pasado 31 de octubre doblegar al salteño Oreste Nieva en decisión unánime en Lomas de Zamora, Buenos Aires, el 14 de noviembre superar al cordobés Roberto Sosa en fallo dividido en la ciudad de Buenos Aires, el 17 de abril se desquitó de Ruiz en decisión unánime y se alzó con el cetro latino supermosca FIB en Lanús, Buenos Aires, y el 8 de mayo repetir sobre el puntano Guillermo Soloppi en fallo unánime en Berazategui, Buenos Aires, por lo que desmejora a 16 triunfos (3 KOs), 7 reveses y 1 igualdad.
En el combate de semifondo, desarrollado en categoría mediano, el chubutense Jonathan "Chúcaro" Sánchez (72,450 kg. y 5-0, 2 KOs) liquidó al bonaerense Luis "El Terrible" Díaz (72,350 kg. y 4-3), por nocaut en el quinto asalto, luego de haberlo enviado al suelo en el segundo y en el quinto.
Luego de unos segundos de estudio, Sánchez comenzó a filtrar su punzante derecha cruzada al mentón. Seguro en el segundo, el chubutense repitió su cross diestro seguido de su izquierda cruzada a la mandíbula de un Díaz que trastabilló. Tras ello, lo llevó contra las cuerdas donde combinó su izquierda y derecha cruzadas a las mejillas de un sentido "Terrible" que puso rodilla en el suelo. Luego de manejarle las distancias en el tercero pero sin acelerar, en el cuarto "Chúcaro" penetró la guardia rival con su cross diestro al mentón. Por más que el bonaerense parado de contragolpe llegó con su izquierda arriba, el madrynense sacaba mayores réditos con su potente cross diestro. La resistencia del linqueño mermaba considerablemente. Por eso, en el quinto, "Chúcaro" se lo llevó contra una esquina donde combinó sus profundas derechas e izquierdas cruzadas a la mandíbula de un agotado rival que se fue a la lona, obligando al árbitro Daniel Bogado a llevar la cuenta a diez.
En combate complementario, llevado a cabo en categoría ligero, el invicto chubutense César "Gato" Antín (60,700 kg. y 6-0, 4 KOs) al chaqueño Luis "Grillo" Ojeda (61,200 kg. y 2-2), por puntos, en fallo unánime, tras cuatro rounds, luego de enviarlo al suelo en el cuarto, Las tarjetas de los jueces fueron: Juan Carlos Palmieri 39-36, Manuel Véliz 39-37, Javier Geido 39½-37.
Tras un mejor inicio de Antín, donde distribuyó el castigo al cuerpo y rostro con sus cruzados y ganchos, Ojeda respondió con sus derechas boleadas y cruzadas a la zona alta. Luego de un tercer capítulo que el chaqueño aprovechó alguna merma del rionegrino, en el cuarto "El Gato" lo llevó contra una esquina donde descargó su profundo cross diestro al mentón que lo envió al suelo. Sin embargo, luego de ponerse de pie, "El Grillo" intentó llevárselo por delante por lo que terminaron cruzándose en intensos intercambios, donde la mayor precisión del patagónico sacó mayores réditos.
En otros resultados de la noche, en división pluma, el santafesino Hugo "Dinamita" Santillán (57,200 kg. y 3-0, 1 KO) doblegó al bonaerense Roberto "El Fabuloso" Mato (57 kg. y 2-2-2), por puntos, en decisión mayoritaria, tras cuatro capítulos. Las tarjetas de los jueces fueron: Manuel Véliz 40-36½, y Javier Geido 39½-37½, ambas para Santillán, mientras que falló Ramón Cerdán 38-38.
Finalmente, en peso supergallo, el cordobés Matías "El Pirata" Iriarte (54,400 kg. y 3-0-1, 1 KO) venció al bonaerense Darío García (55,300 kg. y 0-3), por puntos, en decisión unánime, luego de cuatro episodios. Las tarjetas de los jueces fueron: Javier Gedio 40-37, Juan Carlos Palmieri 39-37½, y Ramón Cerdán 39½-37.
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