lunes, 7 de julio de 2014

BRASIL 2014 - ALEMANIA, HOLANDA, ARGENTINA Y BRASIL SEMIFINALISTAS

En este Mundial todos ganan por puntos y nadie por nocaut - Sin grandes actuaciones ni claro favorito, los candidatos lógicos están en semis. Por Carlos Bianchi ESPN.com 


BUENOS AIRES -- Hace unos días, antes de jugarse los octavos, comenzábamos una columna diciendo que las semifinales lógicas eran Alemania-Brasil y Argentina-Holanda. Pero anticipábamos que era muy probable que hubiera sorpresas, dado que no había grandes diferencias entre ellos cuatro y quienes los amenazaban.

Sorpresas finalmente no hubo, aunque varios estuvieron cerca: Suiza forzó a Argentina al máximo, Brasil tuvo que esperar a los penales para eliminar a Chile y Holanda pasó por la misma situación ante Costa Rica. Hubo varios momentos en esos partidos y en otros en los que un pequeño detalle (un palo, una mala definición, un error arbitral) fueron la diferencia entre el ganador y el perdedor.

Eso no quiere decir que los cuatro semifinalistas no sean los merecidos. No hay dudas de que ellos fueron quienes llevaron la voz cantante y siempre propusieron más que sus adversarios. No es casualidad que tengan historia y sean habitués de estas instancias, así que a la larga hicieron pesar esa experiencia.

Eso sí, ninguno de los cuatro dio muestras de superioridad. Nunca tuvieron un margen holgado de victoria, ni en el marcador ni en el juego. Todos saben que fueron mejores y que merecen estar donde están, pero a la vez, todos saben que están en deuda.

Alemania
Hasta ahora, Alemania es el equipo que más rindió y menos apuros pasó
En definitiva, eso explica por qué los cuatro son candidatos prácticamente en condiciones de igualdad: cada uno tiene algún factor que lo hace ilusionar con la Copa, pero a la vez, algún problema que puede dejarlo en el camino.

ALEMANIA-BRASIL
De los cuatro que quedaron en pie, Alemania fue el único que no pasó por tantos apremios. También parece ser el único que puede contar con el total de su plantel sin una ausencia de peso: las bajas de Neymar, Di María y De Jong sin duda resienten el funcionamiento colectivo de Brasil, Argentina y Holanda respectivamente.

Alemania solamente perdió a Reuss antes del torneo, pero hoy tiene a todos sus jugadores en condiciones, o al menos eso parece. Ya se verá si en algún momento paga el gasto físico de haber jugado tantos partidos al mediodía (tres de cinco) y en lugares calurosos, más el trajín de los viajes por prácticamente todo el país (Manaos, Salvador, Recife, Porto Alegre y Río de Janeiro, más Belo Horizonte el martes).

Con pocos delanteros netos, los alemanes igual se las han ingeniado para generar suficientes situaciones. Ante Francia, si hubieran estado más finos en la última jugada, la diferencia hubiera sido mayor. Por ahora, el volumen de juego de Alemania le gana por lejos a su poder de definición.

La defensa de Brasil, que además no contará con su capitán Thiago Silva, suspendido por acumulación de amarillas, no parece la mejor preparada para detener a ese mediocampo superpoblado que tiene capacidad para llegar por todos lados y de distintas maneras. Si Alemania mejora a la hora de facturar, tiene grandes chances de sacar pasaje al Maracaná.

Alemania tiene, a mi entender, dos problemas: el primero es que su defensa no genera confianza. Ghana la dejó expuesta y Francia podría haberlo hecho si hubiera ido a fondo en vez de elegir perder dignamente.

Luiz Felipe Scolari
Sin Neymar, ¿realmente está todo OK para Felipao?
Pero el gran problema de Alemania es que juega contra el local. Está por verse cuánto podrá sumarle ese apoyo a un Brasil al que no le sobra nada y le faltan su capitán y su estrella, pero no hay dudas de que los de Scolari saldrán a llevarse por delante a los europeos tal como hicieron con Colombia.

En general, los primeros tiempos de Brasil fueron buenos, con mucha entrega, pero a medida que corría el reloj esa intensidad decaía. David Luiz ha sido hasta ahora el abanderado con su despliegue y agresividad y la gente aplaude eso, como si fuera consciente también de las limitaciones de un equipo que no está a la altura de las tradiciones, al menos en lo que hace a buen juego.

Justamente, lo que le falta a Brasil es fútbol: no tiene generación de juego en el medio y adelante, Hulk deja todo pero es goleador de raza y Fred hasta ahora no ha justificado su inclusión. Ya sin Neymar, se hace difícil imaginar quiénes y cómo suplirán la cuota de gol que aportó el del Barcelona.

Veremos cómo se plantea el partido el martes. Será interesante ver qué pasa con un gol de entrada, sobre todo si ese gol es alemán y los locales se ven obligados a salir a buscar.

ARGENTINA-HOLANDA
Paradójicamente, Holanda fue de los cuatro quien más diferencias marcó sobre su rival en los 90 minutos, pero el único obligado a ir al alargue y a los penales. Entre los postes y Keylor Navas, Costa Rica sobrevivió 120 minutos hasta caer en el desempate.

Robben sigue siendo desequilibrante pero Van Persie está en deuda, y así a Holanda se le complicó liquidar el pleito. Sin De Jong, habrá que ver también cómo se las arregla atrás ante un equipo que, como Argentina, la exija mucho más, por actitud y por jerarquía individual.

Holanda
Van Persie aún no rindió y Huntelaar es una buena opción
Hay que esperar también para saber cuánto más ofensiva será Argentina, sabiendo que tampoco le conviene quedar a merced de un equipo preparado para el contragolpe como el que armó Van Gaal.

Ante Bélgica, el partido se le abrió muy rápido a los de Sabella gracias al excelente gesto técnico de Higuaín. Pero mientras se mantenga el cero, parece mucho más probable que los dos se estudien y, volviendo a las metáforas boxísticas, ninguno busque el golpe de nocaut sabiendo que podría quedar expuesto a ser derribado de contra.

Además, Argentina consiguió mayor equilibrio defensivo en octavos. Es extraño pensar que renuncie a eso que tanto le costó en pos de un esquema más agresivo que la deje expuesta ante la velocidad de Robben y compañía.

De cualquier manera, continúo pensando que Argentina es, dentro de la paridad reinante, el que tiene una ventaja: los mejores delanteros. Es cierto que perdió a Di María, quien hoy por hoy es el jugador más desequilibrante después de Messi. También es cierto que Agüero no está al cien por cien y que Higuaín recién apareció en el quinto partido.

Argentina v Bélgica
Angel Di María, pérdida importante para Argentina
Pero a pesar de todo eso, sigue teniendo profundidad de reemplazos y variantes en la ofensiva. Además de contar con un tal Messi, claro. En partidos tan cerrados, insisto con que son los que tienen el arco entre ceja y ceja los que deberían marcar esas diferencias pequeñas pero decisivas.

Para el final, me llamó la atención que Wilmots dijera que Argentina no lo impresionó y que es un equipo común y corriente. Sería bueno saber qué hizo su equipo para causar mejor impresión en los 82 minutos que tuvo para dar vuelta la historia. Igual que Francia, dejó la sensación de que se conformó con perder por poco, cuando a esta altura del torneo, es mejor quemar las naves y arriesgar, ya que cualquier derrota es sencillamente eso, el adiós.

CONCLUSIÓN: ESTÁ PARA CUALQUIERA
En definitiva, los cuatro semifinalistas pueden ser campeones. Ninguno ha sido claro dominador, todos han ganado por margen mínimo y ni siquiera tienen una figura descollante, que imponga diferencias de manera constante. Los que han marcado diferencias, no por casualidad los goleadores del torneo, han hecho apariciones fugaces con su sello, como Messi, Müller, Neymar o el mismo Robben.

Es una lástima que un Mundial que empezó con tantas emociones se haya ido desinflando, pero es algo comprensible a partir de la enorme paridad que hay en el fútbol mundial. A esta altura en que cada partido es a todo o nada, no esperen ver a nadie tomando demasiados riesgos. Menos con el calor y con los horarios, que obligan a dosificar los esfuerzos.

Una vez más, seguramente serán jugadores puntuales en momentos específicos quienes marquen la diferencia.

Felicidades.

Carlos Bianchi es el 13º goleador de la historia del fútbol mundial y el técnico que más títulos ganó en el fútbol argentino. Surgió como jugador en Vélez Sarsfield de su país, donde fue campeón en 1968, para luego destacarse en distintos clubes de Francia. Allí inició su carrera como técnico, antes de volver a la Argentina para ganar 15 títulos locales e internacionales, seis con Vélez y nueve con Boca Juniors. También dirigió a la Roma de Italia y al Atlético de Madrid de España y es eterno candidato a conducir a la Selección Argentina. Ha escrito para diversos medios de prensa y también se ha desempeñado como comentarista televisivo en distintos canales de Latinoamérica y del mundo.

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