Reventa, falsificación y fraudes: el escándalo que desvela a las autoridades brasileñas - En las últimas horas hubo 11 detenidos por la venta clandestina, incluidos personajes cercanos a la FIFA. Los precios trepan a valores absurdos y hasta aparecieron casos de fraudes con entradas para discapacitados.
Están todas las alarmas encendidas. La reventa se convirtió en uno de los problemas más preocupantes para la FIFA y el gobierno de Brasil. En la calle, en LOS HOTELES, en los mercados y en las inmediaciones de los estadios, el comercio clandestino de ingresos se destapó de manera incontrolable para todos los organismos de control.
UN ESCÁNDALO CON ESTÁNDAR FIFA
A través de su director de marketing Thierry Weil, el máximo organismo del fútbol manifestó que colaborará con la policía brasileña para trabajar en la investigación que siga las pistas de los principales revendedores. Uno de los principales focos de intercambio de entrada tiene que ver con las que los integrantes de las delegaciones que están participando del Mundial ceden: estas son entregadas por el máximo organismo del fútbol internacional a las federaciones nacionales y de ahí se destinan a los "cambistas" que llevan adelante el negocio paralelo.
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La policía federal de Brasil está llevando adelante desde hace tres meses una investigación al respecto, interceptando llamadas telefónicas. El operativo llamado "Operación Jules Rimet", logró apresar a José Massih, ex agente de Elano (titular de selección de Brasil en el Mundial de 2010) por ser uno de los supuestos líderes de una de las pandillas que mayor cantidad de entradas tenía a disposición para la reventa. Lo más grave del asunto es que Massih es considerado la mano derecha de Lamine Fofana, un personaje cercano a la FIFA detenido el pasado martes también. Según lo informado por la revista local Veja, el grupo de revendedores estaba formado por 30 personas y facturaba 2 millones de reales por partido. Las entradas se vendían en el lujoso HOTEL Copacabana Palace de Río de Janeiro y según cuentan medios brasileros, Fofana realizaba las ventas en las orillas de la piscina del hotel, a la vista de los presentes.
Por su parte, la Policía Civil de Río de Janeiro informó que el auto del argelino tenía acceso irrestricto a todos los eventos privados de la FIFA. Según Fabio Barucke, delegado de la seccional departamental 18 de la ciudad carioca, los detenidos durante el operativo Jules Rimet llevarían 4 mundiales realizando los mismos movimientos y estiman que por cada Copa la ganancia rondaría en los 100 millones de dólares.
De los sospechosos de formar parte de este grupo de revendedores, 11 se encuentran presos y siete están siendo investigadas por la policía, entre ellos, un hombre que tendría libre acceso a la Granja Comary, el predio donde concentra la selección local y desde donde se habrían obtenido 50 entradas para el partido entre Brasil y Camerún para vender en alrededor de 3000 reales (algo así como 10.000 pesos argentinos).
Los detenidos afrontarán cargos por lavado de dinero, asociación criminal y reventa. "Descubrimos que estas empresas hacían contactos con agencias de turismo que traían turistas para nuestro país y vendían entradas a precios más altos. La rentabilidad iba del 200% al 1000% del valor máximo de cualquier venta lícita", explicó Barucke.
Hasta ahora, según lo declarado por Weil, FIFA no está al tanto de las operaciones de la policía de Brasil. Desde el máximo organismo del fútbol esperan "informaciones detalladas para poder seguir el origen de las entradas y tomar junto con las autoridades locales las medidas necesarias".
LA MIRA PUESTA EN FORTALEZA Y BELO HORIZONTE
El próximo partido de la selección brasileña será en Ceará y se espera otro capítulo de la historia de las reventas. Como informa el diario "O Povo", las entradas en el mercado negro ya cotizan en casi un 2000% más que el precio oficial. Así, un ticket de categoría 4 (la más baja, que contempla los sectores más altos de los estadios detrás de los arcos) que costaba 110 reales en el sitio de FIFA hoy se está vendiendo a casi 2000 para el público colombiano que quiere asistir al partido.
En el último partido del "scratch" hubo detenidos en los alrededores del Mineirao por la reventa horas antes del juego y se detectaron casos de entradas falsificadas, como en el caso de hinchas chilenos que no pudieron ingresar al estadio porque sus tickets no fueron reconocidos por los molinetes. Cinco de ellos fueron encontrados por el diario "Estado de Minas", de Belo Horizonte, y reconocieron haber comprado sus boletos en el mercado paralelo.
Para la semifinal, que también se jugará en la capital de Minas Geráis y en la que podría estar jugando Brasil, ya se está hablando de que los valores de las entradas en la reventa estarán por el cielo: una entrada de nivel 2 para extranjeros, cuyo costo real es de 440 dólares, ya se puede encontrar en casi 3.000 dólares en el mercado paralelo.
LOS FALSOS DISCAPACITADOS
Otro de los escándalos que se disparó con el comienzo del mundial fue el de los hinchas que fingen discapacidad para poder ingresar a los estadios con entradas para gente con movilidad reducida. Si bien la FIFA aún no dio explicaciones sobre estos fraudes, el diario el diario "Correio Do Estado" publicó imágenes de gente que se paraba de sus sillas de ruedas para celebrar goles. Incluso, algunos hinchas lo han contado con gracia, como este fanático mexicano en el Fan Fest de San Pablo el día de la inauguración de la Copa:
Para Arlos Nantes, voluntario del Fan Fest de San Pablo y que usa silla de ruedas debido a un problema que le imposibilta caminar, “es muy triste que haya estafadores, es algo vergonzoso. Es una falta de respeto por la gente que necesita hacer uso de las cuotas especiales para ver los partidos”.
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