HAPKIDO SANTA CRUZ

José Trujillo dio examen de 5º Dan en Corea - Un hombre trabajador que hace 40 años decidió aprender un arte marcial para protección personal. Fueron pasando etapas hasta llegar a la posibilidad de rendir un examen para 5º Dan en Corea. Lunes 9 Jun 2014         

José Trujillo es uno de los tantos hombres de trabajo de la sociedad riogalleguense que dedica, hace mucho tiempo, una fracción de sus días al aprendizaje y enseñanza de un arte marcial.

Todo comenzó como una necesidad particular de querer aprender defensa personal. Héctor Alderete le brindó la confianza y poco a poco la enseñanza para que decidiera abrazar la práctica como un estilo de vida.

Hace 20 días estuvo en Corea, cruzó el océano para poder capacitarse y rendir el examen que le convalida la tarea de ser instructor.

Una experiencia más en su vida la de conocer otra cultura y disfrutar de la enseñanza de reconocidos maestros.

En diálogo con ‘Latidos’, habló no sólo del viaje, sino de cómo la disciplina le marcó un estilo de vida.

“Soy profesor de hapkido”, comenzó diciendo José, “en este momento 4º Dan hasta que me llegue el grado de quinto, que sería en el mes de septiembre, octubre, más o menos”. 

Esta graduación la obtuvo gracias a un viaje que hizo a Corea, donde hizo “un seminario junto con el máximo referente en Argentina y un compañero de Buenos Aires”.

Y detalló “a 400 kilómetros de Seúl hay un lugar que pertenece a la Federación Coreana, una zona montañosa donde hay alojamientos, un gimnasio, un espacio donde se hacen las disertaciones y un comedor especialmente preparado para este tipo de actividad. Transitar los caminos fue muy dificultoso porque hay muchas montañas, túneles, demoramos mucho en llegar, pero valió la pena”.

Cuenta pendiente

“Por razones económicas, nunca había podido hacer este viaje, pero gracias a la ayuda del Gobierno de la provincia pude participar de este seminario que se hace una vez al año y al que asisten personas de casi todo el mundo. Porque es específico para ascender de 4º a 5º dan. El año que viene se hace para los que ascienden del tercero al cuarto, porque si uno no tiene la graduación no puede enseñar, no puede ascender. Es el grado que marca que puede enseñar, los que son primer o segundo dan no pueden enseñar ni en Corea ni en ninguna parte del mundo”.

Inicios

“Hace cuarenta años que empecé con esta práctica. Es la primera vez que tengo la oportunidad de viajar a Corea. Una experiencia muy interesante, muy linda, donde tomé muchos conocimientos acerca de las nuevas técnicas, los cambios que hubo y conocí a los grandes maestros. Ellos vendrán a realizar un seminario a la Argentina, estarán dos días en Buenos Aires y si todo va bien, visitarán Río Gallegos, esto se logra gracias a la devolución a la visita que les hice y por la trayectoria que tiene el arte marcial en nuestra ciudad gracias a Héctor Alderete, que es la persona más importante en la Patagonia”.

Etapas

José Trujillo considera esta visita una etapa cumplida: “Ahora nos queda cada 5 o 6 años viajar para un nuevo examen. Ese tipo de se evaluaciones se hace específicamente en Corea. Cuando tenga el sexto dan y quiera ascender a séptimo, tengo que esperar siete años”.

Consultado acerca de en qué consistió el examen, indicó: “Son prácticos, si bien hay una parte que se hace escrita que abarca temas importantes como la historia, la indicación específica de cómo acomodar una mano o una pierna, tenemos que desarrollarlo delante de los maestros. Todo lo que aprendimos. Desde el año pasado cuando me avisaron que tenía que viajar comencé a prepararme. Justo cuando llegué a Buenos Aires para la preparación previa, para tener mayores detalles acerca de los puntos que iba a tocar el examen en Corea, me lesioné. Me lastimé una pierna, viajé igual y lo logré, con mucho esfuerzo, pero lo hice”.

Elección

“Elegí este arte marcial porque en la época que empecé no había muchos para aprender. Me incliné por esta más que nada porque comprobé que tenía mucho que ver con lo que es defensa personal. Me acerqué a Héctor Alderete, mi profesor, una persona muy accesible, comencé y a pesar de que la primera idea era tener conocimientos básicos, nunca imaginé que iba a llegar adonde estoy. No me conformé, quise aprender más”, reconoció.

Sobre las aplicaciones que pudo llegar a hacer de lo aprendido en el gimnasio en su vida cotidiana, comentó: “Lo que tiene el hapkido es que no es competitivo, la competencia es personal, no es como otros artes. Sirve para el desarrollo como persona, se aplica en el lugar de trabajo, en el hogar, la vida cotidiana. Todo lo que se pueda mejorar. Hemos conseguido muchos logros, uno trabaja mucho, pero con el tiempo se ve recompensado. Lo que no cuesta no sirve”.

Puntos de enseñanza

“Doy clases en los gimnasios 17 de Octubre y Benjamín Verón. Entre las dos escuelas tengo entre 80 o 90 chicos, siempre les digo que el camino es la honestidad, la comprensión. Es estudiar, trabajar, ser correcto en todo, educados, la integridad. Si uno como persona no tiene esos valores, ¿qué imagen puede tener el hapkido?”, explicó. 

El mensaje para los interesados

“Para aquellos que quieran aprender defensa personal, es muy recomendable”, indicó, “así como están las cosas hoy en día, sería interesante que se acerquen y podemos conversar. El mensaje que se les da a los chicos es que es fundamental aprender el arte, pero para uno. No para andar peleando o provocando. Es únicamente para la defensa. No permitimos que los chicos anden demostrando lo que aprenden en el gimnasio”.

¿Qué opina del nivel de violencia que se ve en niños y jóvenes?

“Eso se da por la situación social que hay en el país. Muchos son marginados, falta en algunos casos la contención en la casa, es una cadena de responsabilidades que tenemos que armar con los chicos, entre los maestros y los padres. La educación es fundamental. Los chicos están carentes de muchas cosas, o porque los padres no tienen trabajo o a veces trabajan todo el día. Es una sociedad muy consumista, quieren tener cosas”.

“Mi familia siempre me acompaña en todo sentido, mis hijos han practicado, por razones de trabajo se han alejado, pero sin el apoyo de la familia nada de esto sería posible”, finalizó diciendo Trujillo.