MUNDIAL 2014 FASE DE GRUPOS Holanda destroza a España - El equipo de Del Bosque cae de forma estrepitosa en su primer partido del Mundial ante una Holanda que supo explotar la falta de intensidad de la Roja
Mal debut de España en el Mundial. La Roja cayó ante Holanda por 1-5 en una reedición de la final de Sudáfrica 2010. Pero el partido fue muy distinto al de Johannesburgo. A la Roja le faltó intensidad, velocidad y claridad de ideas. Se adelantó con un penalti transformado por Xabi Alonso, pero Holanda no solo se rehizo del marcador en contra, sino que demostró un carácter y una intensidad que hizo posible la remontada y la goleada para los de Louis van Gaal.
No pudo ser peor el estreno de España en el Mundial que iniciaba como defensora del título logrado en Sudáfrica. Derrota... y por goleada ante una Holanda que pese a empezar el partido con el marcador en contra supo explotar la falta de intensidad demostrada por una Roja vestida de blanco.
A los de Vicente del Bosque no solo les faltó intensidad, sino también capacidad para traducir la posesión en ocasiones de gol y, sobre todo, concentración tanto en defensa como en la portería. Pocas cosas le salieron bien a los campeones del mundo, que casi no tuvieron ocasiones de gol y que ni siquiera pudieron ponerse el choque de cara cuando el marcador se puso a su favor.
Para iniciar el campeonato, la gran apuesta de Del Bosque fue David Silva. El canario acompañó a Iniesta y Xavi en la línea de tres que jugó por delante de Busquets y Xabi Alonso con el fin de aportar fluidez al juego y de conectar con Diego Costa. Funcionó el rato que lo hizo España.
Pero los primeros protagonistas del partido fueron dos viejos conocidos: Snejder y Casillas. El holandés recibió un balón a la espalda de la defensa de España y disparó con la pierna derecha para que el guardameta español desviara la bola en su mejor intervención de la tarde.
El aviso de Holanda no inquietó a la Roja. Los de Del Bosque pronto recordaron el guión del ticki-taka a pesar de los esfuerzos de hombres como De Jong para hacer añicos el brillo del juego de España. Silva se convirtió inmediatamente en el mejor de España y, tras un robo de balón, habilitó a Costa para que realizara su primer tiro a puerta. La bola se marchó por encima del marco de Cillessen.
A la segunda, el hispano-brasileño todavía en el Atlético, fue decisivo. Ocurrió en una de esas jugadas por las que la Roja a pasado a la historia como uno de los equipos más grandes. Fue en una combinación entre Silva y Xavi que acabó con Costa recibiendo en el área holandesa. Ahí el delantero se destapó con un quiebro que descuadró a De Vrij y que acabó con el colegiado italiano Rozzoli indicando el punto de penalti.
El lanzamiento lo efectuó Xabi Alonso muy ajustado al palo. Acertó el sitio el guardameta holandés Cillessen, pero la bola iba tan ajustada que era gol desde que la bola salió de las botas del centrocampista de la Selección. Todo iba de cara para una España que se sentía superior. Estaba haciendo su fútbol y con solo 25 minutos de partido ya iba por delante ante un gran equipo. Pero Holanda no se resignó a su suerte y, con sus armas, intentó plantar cara a los hispanos. Primero con centros desde los costados a los que no llegó nadie y luego con un tiro de De Jong que atajó sin problemas Iker Casillas.
Con un seguro en la portería y una línea de creación inspirada, España parecía destinada a hacer el segundo gol. Y a punto estuvo de hacerlo en una jugada mágica de Iniesta y Silva. El héroe de Johannesburgo envió un balón en profundidad al canario para que lo intentara picar por encima del guardameta holandés, pero éste atajó la pelota cuando parecía que iba a ser un nuevo tanto de los de Del Bosque.
A renglón seguido, vino el gol del empate. El primer tanto del saco que le acabó endosando Holanda a la Roja. Un pase a Van Persie desde el costado izquierdo que no parecía tener demasiado peligro acabó en el interior de la portería de Casillas. La pelota venía muy alta a la espalda de los defensores de la Roja, que parecían algo descolocados. El holandés le ganó la espalda a Ramos y cabeceó la pelota trazando una parábola que fue imposible para el portero español. Fue el 1-1 y la primera evidencia de que algo no funcionaba en la zaga española.
La reanudación solo sirvió para ratificarlo. Porque en la segunda parte España desapareció y se convirtió en un equipo radicalmente distinto al que ganó dos Eurocopas y un Mundial. No fue su día y lo aprovechó Robben para saldar cuentas con Casillas, al que no pudo batir -de milagro- en la final de Sudáfrica. Para hacerlo puso en evidencia de nuevo la mala noche de los centrales españoles. Así llegó el 1-2.
En ese momento España no era consciente de lo que estaba por venir. Y eso que Van Persie mandó un balón al larguero a renglón seguido. Pero el tercero de Holanda no tardó en llegar. Lo hizo en un balón sacado desde un costado que Casillas no pudo atrapar y que De Vrij remató en el segundo palo. Fue el 1-3. Quedaban más.
Porque ya con una España completamente rota, la historia del partido consistía en saber cuántos goles le iban a caer a los campeones del mundo. Y con la tarde de sus defensas -sobre todo sus centrales- y de Casillas, la cosa no pintaba bien. Porque aunque el colegiado anuló -de forma correcta- un gol a Silva, el partido era para los holandeses.
Van Persie hizo el 1-4 en otro nuevo desajuste de la defensa de España y del mismo modo llegó el 1-5 de Robben. De nada habían servido los cambios realizados por Del Bosque con el 1-3 en el marcador, cuando Torres y Pedro entraron por Diego Costa y Xabi Alonso.
El partido acabó con el desastre al que parecía abocado desde que comenzó el segundo tiempo. España vuelve a perder en un debut mundialista. Pero esta derrota no es como la sufrida ante Suiza en Sudáfrica. Es mucho peor porque pone de manifiesto las carencias de un equipo que aunque pueda mejorar, pasar a la segunda fase y hasta volver a ser campeona, le costará mucho superar esta derrota tan dolorosa.
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