El chaqueño Cristian Romero cayó por puntos ante el santacruceño Adrián Verón - Verón se tomó "venganza" del chaqueño. En una reunión en la que se pusieron en juego dos coronas latinas OMB, el santacruceño Adrián Verón se consagró campeón welter por puntos en fallo unánime ante el chaqueño Cristian Romero y el paraguayo radicado en Quilmes Isidro Ranoni Prieto ratificó su reinado semicompleto al noquear al colombiano Samuel Miller por nocaut en el primer round.
En el Estadio Roberto Mata Rodríguez, del Club El Porvenir, de la ciudad bonaerense de Quilmes, Verón (66,650 kilogramos) se tomó desquite con claridad de Romero (66,400) y recuperó el cetro ante el único boxeador que lo venció como profesional.
Es más, el patagónico estuvo a punto de imponerse de modo contundente en el noveno asalto, cuando tiró a su adversario en dos ocasiones.
El oriundo de Villa Angela había sorprendido al "Chucky" el 29 de agosto del año último en un escenario de Moreno cuando se valió de un gancho al hígado en el tercer capítulo para hacerle resignar al ex integrante del equipo amateur argentino el cinturón y la condición de imbatido, por lo que la segunda versión del pleito era necesaria y conveniente.
Y al disponer de la oportunidad esperada durante ocho meses, el joven zurdo dejó en claro que aprendió la lección porque evitó desproteger la zona donde en la ocasión anterior dio el golpe clave el chaqueño e hizo prevalecer su innegable superioridad técnica, al tiempo que cotizó sobre el cuadrilátero su movilidad y precisión.
El combate y el éxito sólo se le complicó a Verón en los episodios quinto, sexto y séptimo y eso ocurrió porque el villangelense lo presionó, le achicó los espacios y lo atacó, sin orden, pero con persistencia, actitud con las que desnudó falencias defensivas del ganador.
Pero, a partir del octavo segmento Romero se cansó, se vio impedido de continuar su ataque perseverante y así el de Río Gallegos retomó el control de las escenas y, más allá de que le faltó el nocaut, su labor fue reconocida en las tarjetas por 98-90 en dos de las interpretaciones y 98-91, en la restante.
En definitiva, Verón, a los 27 años, tras limpiar el único manchón en su récord, quedó con antecedentes que incluyen 16 victorias, 10 de ellas precipitadas, y un revés.
En cuanto a Romero, a los 31 años, pasó a tener un palmarés conformado por 16 triunfos, ocho de ellos expeditivos, y un empate.
Respecto del otro examen de fondo, a Ranoni Prieto (79,300) el experimentado y desgastado probador (79,350) distó de ser al menos útil, salvo para mejorar su foja de servicio. El guaraní salió a llevarse por delante al nacido en Arboletes y fácilmente lo pasó por encima.
Un cruzado de derecha derribó al foráneo y cuando se levantó un gancho al hígado le quitó del todo la intención y las fuerzas par ponerse de pie.
Así el Guerrero, a los 29 años, dio muestras sobre el ring de que se halla en condiciones y en derecho de merecer otro tipo de exigencias y que las espera con 26 imposiciones, 22 de ellas fulminantes, una sola derrota (digna y por puntos ante el imbatido colombiano Eleider Alvarez, en Canadá) y tres igualdades.
El afincado en La Habra, en California, a los 36 años, dejó en evidencia que su mejor época como pugilista quedó en el pasado y le quedan como registro que festejó en 31 contiendas, en 27 de ellas de modo prematuro, y 14 derrotas, ocho sufridas por la vía rápida.
Fuente: DyN
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