martes, 27 de abril de 2010

BROWN QUEDO AL BORDE DEL NOKAUT

Las matemáticas aún no despidieron a Brown del Pentagonal final, pero la derrota ante Patronato prácticamente lo dejó pendiendo de un hilo y además, lo hace pensar más en los resultados ajenos que los propios, que también debe conseguirlos y ese es el principal escollo que tiene la Banda para soñar con alguna posibilidad de clasificación. Brown no juega para sí mismo y ya no sólo cedió dos puntos en casa sino que ahora no sumó ninguno en Paraná, donde Patronato le ganó con autoridad aunque no con tanta claridad.Los dos goles de Espínola y el certero cabezazo de Jara, justificaron la diferencia que existió entre un equipo y otro, que el local demostró recién después de los 30 minutos iniciales, donde Brown quería pero no podía y llegaba hasta tres cuartos de cancha sin que el local le diera chances de jugar más cerca del arquero Bértoli.
Sialle dispuso una formación bastante audaz con tres atacantes, quizás con la idea de golpear rápido y luego manejar el trámite, pero no pasó ni una ni otra cosa, porque Patronato no le iba a ceder a la visita la pelota ni iba dejar espacios libres para que Brown jugara con soltura el partido.Espínola y Devalis lastimaban por los costados y Jara era la referencia de área que tenían los dirigidos por Fuentes; y en un centro perfecto de Espínola (la figura del juego) apareció la cabeza goleadora de Jara que dejó a Pereyra a mitad de camino. Sobre el cierre y de un saque de arco de Bértoli, Espínola recibió dentro del cuadro grande y definió contra el palo derecho de Pereyra. Demasiada ventaja para descontar; Brown no tenía ni mostraba argumentos como pensar en remontar un resultado desparejo dentro de un trámite parejo. La diferencia estaba dentro del área, mientras Patronato anotaba las que generaba, Brown no obligó nunca a Bértoli.Más del localYa en el complemento, Villarino jugó involuntariamente con la mano y el juez Mazón cometió su único error severo del juego, sancionó penal que Jara mandó arriba. Con el ánimo retemplado por la pena máxima errada del local, Brown se fue con mucha dignidad a intentar descontar, pero fallaba en el último pase y chocaba contra el murete defensivo paranaense.Brown la perdía ofensivamente tan rápido como la recuperaba defensivamente o en mitad de cancha y así, era obvio que no iba a poder con el rival, que manejó acertadamente el libreto.Para colmo de males Espínola armó un jugadón y la clavó abajo contra el palo derecho de Pereyra, que nada pudo hacer ante semejante resolución; por si a Brown le hacía falta una última puñalada, el talentoso carrilero se la dio.De ahí en más, Brown intentó sacar a relucir un poco de vergüenza de la mano de Rodas y Apud para ir por el descuento, pero no iba a tener chances aunque estuvo cerca un par de veces.Casi despedido Brown debe ganar los dos juegos que le quedan y esperar derrotas de los demás. Demasiadas combinaciones, que si se dan lo primero que tiene que hacer el equipo portuario es ganar para demostrar que está vivo y que se va a aferrar hasta el minuto final para intentar una clasificación heroica. No parece ser esta la oportunidad de Brown, no debió perder ante Patronato y además tenía que haber ganado en casa. De seis que jugó sumó apenas uno y su rival del domingo le sacó cinco sobre esos mismos seis jugados. Difícil, aunque los números todavía lo mantengan de pie.Igual, el esfuerzo debe hacerse y ahora más que nunca, para que si tiene que irse del torneo lo haga con la misma dignidad con la que jugó hasta aquí, realizando una notable campaña que lo salvó del descenso y lo puso entre los diez mejores. El miércoles recibe a Crucero del Norte y allí empezará a delinear su futuro, que puede ser en este mismo torneo o bien en el próximo, donde queda material para volver a pelear.-

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