TORNEO DEL INTERIOR 2010

Algo más que amor a la camiseta
¿Cómo se disputará el Argentino C? Se conformaron 57 zonas de 4 equipos y 21 de 3 (78 en total). Se disputa por sistema de puntos, todos contra todos (ida y vuelta), y clasifican a la etapa final los 156 mejor ubicados en el 1° y 2° lugar de todas las zonas y los 36 mejores equipos ubicados en el 3° puesto de las zonas de 4 (192 en total). La etapa final tendrá 6 fases por eliminación directa a doble partido y los 3 ganadores ascenderán al Torneo Argentino B y los 3 perdedores promocionarán con 3 clubes de la citada categoría.
Por Damián Cáceres De la Redacción de LA NACION
Si hay algo que identifica a los más de 7000 jugadores inscriptos que comenzaron a participar, desde el último fin de semana, en el Torneo del Interior, llamado también Argentino C, es el amor y la pasión hacia el fútbol. Para muchos, un arraigo difícil de comprender. Pero para ellos, sus protagonistas, es como una fórmula para olvidarse de los problemas, que parecen desvanecerse en el momento preciso en que el árbitro inicia el partido. Es sentirse profesional por un rato.
Juegan por placer. Muchos, lo hacen por los colores de su club, de su ciudad o de su pueblo. Viven y trabajan de cualquier cosa menos del fútbol. Claro, eso es para otros. Para los que fueron tocados por la varita mágica. Y esta pasión, ese amor escapa a la razón en el más federal y sorprendente de los torneos que organiza la Asociación Argentina de Fútbol (AFA). Y de los 292 conjuntos, diseminados a lo largo y ancho de todo el país, desde Ushuaia (con Los Andes Juniors y Los Cuervos del Fin del Mundo) hasta La Quiaca (con Atlético Argentino y Sportivo Libertad), hay uno que se diferencia del resto. No por romper el mercado con estridentes incorporaciones o contratando a viejas glorias del fútbol vernáculo, sino porque sus jugadores pagan puntualmente la cuota social para formar parte del club. Y, lógico, del equipo. Se trata del club Náutico Hacoaj, que jugará de local en cancha de Fénix, en Pilar, y por segundo año consecutivo dijo presente en la fase inicial de este asombroso campeonato. Es el único elenco de la comunidad judía que participa en un campeonato de la AFA y lo hace con jugadores propios porque, por estatuto interno, sólo pueden formar parte de sus filas los socios para priorizar a la gente del club. Integra la zona 58 junto a Sportivo La Fueguina (de la Liga de Campana), próximo rival; Mutual Camioneros (Luján) y Atlético Cefalier (Escobar), equipo al que el domingo vencieron, en su debut, por 4 a 0.
Martes 19. El reloj marca las 20.30 y el entrenador, Jorge Cembal, recibe uno por uno a sus jugadores en el club de campo que posee Hacoaj, en Tigre, luego de la contundente victoria que los arrima un poco más al sueño de pasar de ronda. El lugar, imponente. Con un saludo, una palmada, un chiste felicita a los 22 protagonistas. Es que para el DT y sus dirigidos ésta será una segunda oportunidad, una segunda chance que no quieren desaprovechar. "El año pasado fuimos espectadores. Ahora seamos protagonistas", explica Cembal, en una charla con el plantel. "Pasamos muy bien el debut. Sigamos con la pierna y la mente caliente", cuenta con tono pausado y preciso.
Con 30 años, Martín Scaradino es uno de los más experimentados y por eso es el capitán. Hizo inferiores en Boca y fue un mimado de Jorge Griffa, el hacedor de talentos, en su paso por el club de La Ribera. Compartió planteles con Sebastián Battaglia, Ariel Carreño, Cristian Giménez y varios más. Pasó del xeneize a Ferro, El Porvenir, Ituzaingó y J. J. Urquiza hasta que se cansó de algunos manejos y se volcó a terminar su carrera de contador público. Hoy trabaja como gerente en un laboratorio y explica: "Náutico le dio una segunda oportunidad a más de uno.

El fútbol es parte de mi vida. Acá uno viene para jugar con amigos y en un torneo de la AFA. Es vivir con tu gente algo maravilloso". A su lado, Andrés Naftulewicz, de 25, cuenta que estuvo en 2007 jugando en Glenmore Dundrun, de la 2° división de Irlanda: "Jugar en primera en un club es un sueño cumplido. Pero sentía que me faltaba algo. Acá estoy con este grupo desde los 7 años y eso pesó mucho a la hora de decidir volver", indica. Los casos se suceden y todos señalan lo mismo: jugar un torneo de la AFA, pero hacerlo con amigos no tener precio. Al menos, para ellos.