Las rodillas que pagan el esfuerzo de las batallas El tenista español Rafael Nadal celebra tras vencer al británico Andy Murray en su duelo por el Abierto de Australia en Melbourne, ene 26 2010. Nadal, número dos del mundo, dijo el jueves que espera que la lesión de rodilla que lo obligó a retirarse del Abierto de Australia esté curada en una semana o menos. REUTERS/Daniel Munoz (Foto).-Durante tres años, Rafael Nadal fue la sombra de Roger Federer. En ese lapso, el zurdo de Manacor volcó todos sus esfuerzos a la caza del número 1 del mundo, hasta que consiguió su objetivo, en agosto de 2008. Pudo disfrutar de la cima del ranking durante 40 semanas, hasta que el suizo volvió al tope, en julio del año pasado. Una tendinitis en ambas rodillas dejó a Nadal fuera del circuito durante tres meses; eso es demasiado tiempo dentro de un circuito ultracompetitivo.
En este Abierto de Australia, una lesión similar -rotura del tendón cuadricipital de la pierna derecha- lo hizo retirarse en los cuartos de final frente a Andy Murray. Un síntoma preocupante, porque a Nadal no le gusta abandonar. Sin embargo, Rafa fue optimista: "Tengo un pequeño pinchazo y esto puede durar una semana o menos". Los tiempos de recuperación se evaluarán en las próximas horas -en el peor de los casos, se presume un mes fuera de las canchas-, pero igualmente hay una inquietud sobre el futuro del mallorquín.
Se trata de una dolencia crónica. Bastará recordar que también por una tendinitis no pudo jugar la final de la Copa Davis en Mar del Plata, en 2008. Su estilo de juego, explosivo y basado en un despliegue de intensidad y potencia, lo expone a problemas físicos. En su vuelta al tour, en agosto pasado, sorprendió verlo más delgado.
La explicación estaba en una reducción en el peso, necesaria para no recargar la zona comprometida.¿Hasta qué punto es grave lo de Nadal? "Rafael tiene un engrosamiento en los tendones y eso obliga a un cuidado constante, más allá de que tiene que mantener las piernas fuertes. Llegado el caso, se podría intentar una operación, pero no es algo sencillo y tampoco hay garantías de que los resultados sean exitosos", dijo a LA NACION el doctor Miguel Khoury, especialista en traumatología deportiva y ex médico del equipo de la Copa Davis.
Nadal se ha quejado una y otra vez, sin hallar respuestas, de un calendario que exige al máximo el físico de los jugadores. Aunque, incluso sin estar al ciento por ciento, es un jugador temible: en el último US Open trepó hasta la semifinal, a pesar de sufrir una distensión abdominal durante todo el torneo.
Ahora, comienza un retroceso en el ranking -quedará cuarto, su posición más baja desde mayo de 2005-, y al mismo tiempo, el circuito sigue, con nombres jóvenes que ocupan rápidamente su lugar. Con un espíritu de lucha granítico, no hay dudas de que Nadal, que apenas tiene 23 años, intentará todo cuando esté a su alcance para tratar de recuperar su mejor nivel. Habrá que ver si esto es suficiente para regresar a la vanguardia
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