UNA SEMANA PARA OLVIDAR - Adiós al invicto. Con reclamos salariales y protestas del plantel, Huracán cayó 1-3 ante Cruz del Sur en una de las peores semanas del club. Tras la derrota, Víctor Doria presentó su renuncia y cuestionó a los dirigentes por "no dar la cara".
Voy a presentar mi renuncia. Es una decisión que tomé y la hago pública con ustedes porque no se acercó ningún dirigente al vestuario", textual de Víctor Hugo Doria quien ayer sorprendió con ésta novedad a la salida de un vestuario caliente por la derrota y las indisimulables molestias debido a los atrasos salariales. "Que traigan a uno que pueda darles el gusto a los que critican y a los que piden a López, que tiene un par de entrenamientos en la semana. Yo no estoy para bancarme estas cosas", cuestionó Doria tras el 1-3 ante Cruz del Sur que pudo haber marcado su abrupta despedida.
Ayer el Globo dominó de entrada, trasladando todo el juego al campo de Cruz del Sur. Apuró con Hernández y López yendo por afuera y con la movilidad de Mazzia, flotando entre los centrales. La visita se replegó, cedió metros y le dio aún mayor campo de acción. Tras un remate de Mazzia y un posterior rebote; Delmastro sirvió un buscapie al área que López pateó mordido y Rodrigo terminó despejando con fortuna otra chance gestada entre Hernández y Mazzia cuando parecia que el Globo se instalaba a vivir en el patio barilochense.
Poco produjo el Cruzado en materia de ataque. Demasiado replegado, fue tibio y limitado para cruzar la mitad de la cancha casi cediendo por completo la iniciativa. No extrañó entonces que Huracán se adelantara en el marcador. Otra vez, Esteban López apareció en el vértice del área chica para vencer la estirada de Muñóz luego de que Moyano pusiera en juego una pelota que parecía irse por la línea de fondo.
El arranque del complemento trajo consigo un capítulo no previsto. Lo escribió Nicolás Gasperoni, el mejor delantero de la visita, que "madrugó" a la defensa y terminó metiéndola con suspenso a los 5'. Y ni hablar del gol de otro partido que facturó Leopoldo Cisneros con una bomba que se le metió a Arias abajo, en el rincón más cruel. En pocos minutos, Cruz del Sur que antes se aferraba al empate como una hazaña, de pronto se encontró arriba y ganador. Con Almonacid en cancha, gozó de su mejor momento, sembró el desconcierto en el rival y puso al partido en una zona roja y amarilla. Huracán no fue el mismo, tardó en reaccionar del cachetazo y el 1-2 lo sacó del eje, obligándolo a hacer no siempre lo correcto. No solamente sufrió la falta de posesión y los nervios propios del tanteador sino que debió afrontar los últimos minutos con un hombre menos por la expulsión del capitán Noé Ríos por una excesiva entrada estando amonestado.
Ni García, ni el ingresado Alaníz pudieron ganarle la pulseada a los defensores porque Cruz del Sur ya con el reloj a su favor, se agrandó hasta hacerse impenetrable. De contra, Guillermo Roldán definió en solitario y en medio de la desesperación de un rival que terminó de derrumbarse.
En la tarde que empezó con reclamos económicos y terminó con nubarrones, el invicto en el "César Muñóz" dijo adiós: después de 6 juegos, Huracán perdió por primera vez en el Argentino B. Y Cruz del Sur, con sabiduría, escribió un triunfazo sin mezquinar delanteros y manejando a la perfección los tiempos de un partido.
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