
Según indican los dirigentes de Jorge Newbery:“Los árbitros iban de a poco enervando al público asistente hasta llevarlo al límite de la violencia verbal”, dice uno de los párrafos de la nota que envió el club a la Liga de Fútbol, mientras que aclaran que “no se cuestiona los fallos arbitrales sino la actitud provocativa, burlona y patoteril del asistente (Adrián) Silvera que hacía gestos provocativos y contestaba en malos términos al público ubicado a su espalda detrás del alambrado perimetral”. Al “Lobo” se le anuló un gol de Ariel D’Augero, por una supuesta posición adelantada que De La Fuente cobró a instancias de Silvera. Esa situación motivó la recriminación del entrenador Gustavo Echaniz y “ante la sorpresa general, Silvera lo empujó ante la vista de todo el Estadio y también del árbitro De la Fuente que no puede aducir que no vio el incidente ya que expulsó al técnico por la protesta pero actúo corporativamente protegiendo a su asistente y optando por la salida más conveniente para él”, acusa la dirigencia “aeronauta”.Por esto es que el club reclama ante la Liga “que partidos con masiva concurrencia de público no sean dirigidos o asistidos por quienes no están preparados para soportar los reclamos verbales, de los espectadores y que los jueces deben ignorar y concentrarse sólo en lo que pasa en el campo de juego”.
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