Desde tiempos inmemoriales, los grandes cracks del momento suponen un quebradero de cabeza para las defensas rivales. Los entrenadores de los equipos más humildes siempre se las tuvieron que arreglar para encontrar una forma de parar las jugadas inventadas por los mejores jugadores de la época, y lo cierto es que la mayoría de las veces la estrategia elegida es la combinación de presión y contundencia.
Di Stefano, Pelé, Maradona, Messi... Diferentes nombres y un mismo cartel: el de mejor jugador de su época. Todos estos futbolistas son el ejemplo de hombre objetivo para las defensas rivales a lo largo de la historia del fútbol y principales receptores de las faltas cometidas sobre sus equipos. La cuestión que hoy nos ocupa es que precisamente por esto último, en los últimos años surgió una corriente de opinión que defiende la protección de estos cracks para que no sufran tanto la contundencia rival.Ante esto yo me pregunto: ¿qué esperan conseguir? El fútbol es fútbol, aparte de que quien se dedica a esto sabe que se expone a recibir patadas, este es un deporte que tiene sus reglas en cuanto a disciplina y tienen que ser justas con todos y no favorecer expresamente a unos pocos. ¿Pretenden que los defensas inviten a pasar a Messi o Cristiano Ronaldo educadamente hacia la portería? ¿Que el árbitro saque tarjeta a la primera entrada que les hagan? Las normas son las que son, y tienen que aplicarse de la misma forma sea quien sea tanto el receptor como el infractor en cada acción. ¿Lo que queremos es un fútbol injusto?. Comprendo perfectamente que este tipo de jugadores reciben más faltas que el resto, pero no podemos presionar de esta manera a los árbitros. Y también hay que entender que muchas veces, para evitar el gol hay que ir al suelo (está laro que hablo de casos normales, y no de agresiones o acciones antideportivas), y da igual que el jugador al que se intente parar juegue en el Barça o en Preferente.Que les digan al ex zaragocista César Jiménez (obligado a retirarse del fútbol por una entrada durísima de Figo) o a Marc Bertrán (apartado gran parte de la pasada temporada debido a una patada asesina y sin venir a cuento de Drenthe) lo que sintieron al ver que los mismos que ahora dicen esto, en su momento se callaron ante estas salvajes acciones de futbolistas de equipo grande. Incluso recuerdo que tras el caso de Bertrán, en Deportes Cuatro emitieron las imágenes de unas disculpas visiblemente forzadas de Drenthe con los presentadores en tono de broma y haciendose los comprensivos, como si lo que acabase de hacer el holandés fuera una cosa cualquiera y no arruinarle la temporada a un compañero de profesión. No quiero pensar lo que pasaría si fuera el futbolista del Tenerife el que hiciera eso a Messi o a CR7, seguramente en vez de risas se escucharían duras represalias como ya pasó con otros anteriormente, pero ya todos sabemos como están montadas las cosas.Por Rubén López ruben@futbolconpropiedad.com
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