En la Republica Argentina siempre se cuestiona al dirigente, y entiendo que nosotros debemos cuidarlos, respetarlos, y apoyarlos.
Desde un tiempo a esta parte se ha perdido gran parte de la vieja dirigencia, y que el recambio generacional, es como que vino distinto.
Hablamos del dirigente que se formo en la universidad del barrio, de la calle, del club amateurs o federado, lejos del profesionalismo y la Elite de las grandes ligas que nos atrapa en la pantalla.
Aquel que se formo de un momento a otro, en una reunión de amigos en la que se decide armar el club. ‘Somos muchos y tenemos ganas de trabajar, porque no fundamos un club y participamos del torneo? Es la primera charla que aparece en el principio y donde comienzan a levantar las voces para mocionar quien será su primer presidente.
En ese preciso instante, nace un nuevo dirigente, que tendrá el apoyo de todos los que lo promovieron, y donde empezará esta persona a estudiar y a rendir permanentemente diversas materias, porque debe armar la lista que lo acompañara, quien maneja las finanzas, otro lo deportivo y así entrar a mover los remos.
Primer proyecto ingresar a jugar y a pelear el campeonato, luego vendrá el espacio, la necesidad de juntarse en algún lugar, el quincho del vecino ya no se puede ocupar mas. El nuevo dirigente comienza a recorrer distintas materias en esta famosa universidad de la calle, porque de lo deportivo aparece la necesidad de tramitar lo legal, para existir jurídicamente una de las cláusulas para poder solicitar un terreno.
Este nuevo dirigente logro acomodarse a través del trabajo diario (24 hs.) que lo mantiene ocupado todo el día, el pequeño club empieza a crecer, ya salio su primer foto en los diarios, a recortarla y colgarla en la famosa pared que muestra la historia de cada fin de semana, donde con orgullo todos se acercan a comentar. Ahora la labor es más importante, porque la pasión por esa camiseta no tiene límites, y se necesitan de logros, de trofeos, de campeonatos un objetivo a cumplir, y donde la historia indicara al dirigente que los llevo al podio.
Los hombres que se formaron como dirigentes, que se casaron con el club, que dejaron todo por esos colores que llenaron sus casas de alegría y sus ojos de lagrimas por triunfos y derrotas, son los dirigentes que debemos cuidar, los hombres y mujeres que se sumaron también, a esos tenemos que respetar, apoyar y brindar herramientas para que sigan trabajando.
Los dirigentes están cansados, ya no aparecen los colaboradores, los que se ofrecían gratuitamente, a trabajar para el club, para el equipo, o para los chicos, los que aportaban el servicio de su auto, los que metían la mano al bolsillo ante cualquier necesidad de la institución.
Don Rocha nos dejo no hace mucho, Don Guatti anuncio su retiro, La Liga de Fútbol Sur a votado llevar al gerente como presidente escudados en la frase ‘nadie quiere hacerse cargo’.
Los referentes han pasado a ser dirigentes, por necesidad, porque no aparecen los nuevos, porque los clubes cada vez tienen menos personas y donde ‘la lista única’ ha pasado a ser la solución inmediata, y la falta de compromiso crece día a día junto con el crecimiento de la ciudad.
Hoy gran parte de nuestras instituciones, sufren los avatares de una sociedad que ha perdido los valores, la mayoría de los representantes del deporte son voluntarios, trabajan por vocación, y los permanentes cambios en las políticas deportivas fueron haciendo que el gobierno se transformara en un abastecedor de soluciones a corto plazo, que ha generado un acostumbramiento en perjuicio de la producción de recursos genuinos de las instituciones, y que cuando el Estado les suelta la mano, por lógica caen al precipicio de la desesperanza.
Los recursos humanos son esenciales para el desarrollo y crecimiento del deporte, y en estos tiempos es donde mas deben apuntar a la formación y capacitación permanente, promover e incentivar a las instituciones para trabajar en pos de utilizar el tiempo libre, a través del mismo promover la formación integral de nuestros niños y jóvenes, tiene que ser el compromiso de todos y cada uno de los que tienen la responsabilidad, una herramienta fundamental contra los flagelos, es mantenerlos insertados en la practica deportiva.
Desde un tiempo a esta parte se ha perdido gran parte de la vieja dirigencia, y que el recambio generacional, es como que vino distinto.
Hablamos del dirigente que se formo en la universidad del barrio, de la calle, del club amateurs o federado, lejos del profesionalismo y la Elite de las grandes ligas que nos atrapa en la pantalla.
Aquel que se formo de un momento a otro, en una reunión de amigos en la que se decide armar el club. ‘Somos muchos y tenemos ganas de trabajar, porque no fundamos un club y participamos del torneo? Es la primera charla que aparece en el principio y donde comienzan a levantar las voces para mocionar quien será su primer presidente.
En ese preciso instante, nace un nuevo dirigente, que tendrá el apoyo de todos los que lo promovieron, y donde empezará esta persona a estudiar y a rendir permanentemente diversas materias, porque debe armar la lista que lo acompañara, quien maneja las finanzas, otro lo deportivo y así entrar a mover los remos.
Primer proyecto ingresar a jugar y a pelear el campeonato, luego vendrá el espacio, la necesidad de juntarse en algún lugar, el quincho del vecino ya no se puede ocupar mas. El nuevo dirigente comienza a recorrer distintas materias en esta famosa universidad de la calle, porque de lo deportivo aparece la necesidad de tramitar lo legal, para existir jurídicamente una de las cláusulas para poder solicitar un terreno.
Este nuevo dirigente logro acomodarse a través del trabajo diario (24 hs.) que lo mantiene ocupado todo el día, el pequeño club empieza a crecer, ya salio su primer foto en los diarios, a recortarla y colgarla en la famosa pared que muestra la historia de cada fin de semana, donde con orgullo todos se acercan a comentar. Ahora la labor es más importante, porque la pasión por esa camiseta no tiene límites, y se necesitan de logros, de trofeos, de campeonatos un objetivo a cumplir, y donde la historia indicara al dirigente que los llevo al podio.
Los hombres que se formaron como dirigentes, que se casaron con el club, que dejaron todo por esos colores que llenaron sus casas de alegría y sus ojos de lagrimas por triunfos y derrotas, son los dirigentes que debemos cuidar, los hombres y mujeres que se sumaron también, a esos tenemos que respetar, apoyar y brindar herramientas para que sigan trabajando.
Los dirigentes están cansados, ya no aparecen los colaboradores, los que se ofrecían gratuitamente, a trabajar para el club, para el equipo, o para los chicos, los que aportaban el servicio de su auto, los que metían la mano al bolsillo ante cualquier necesidad de la institución.
Don Rocha nos dejo no hace mucho, Don Guatti anuncio su retiro, La Liga de Fútbol Sur a votado llevar al gerente como presidente escudados en la frase ‘nadie quiere hacerse cargo’.
Los referentes han pasado a ser dirigentes, por necesidad, porque no aparecen los nuevos, porque los clubes cada vez tienen menos personas y donde ‘la lista única’ ha pasado a ser la solución inmediata, y la falta de compromiso crece día a día junto con el crecimiento de la ciudad.
Hoy gran parte de nuestras instituciones, sufren los avatares de una sociedad que ha perdido los valores, la mayoría de los representantes del deporte son voluntarios, trabajan por vocación, y los permanentes cambios en las políticas deportivas fueron haciendo que el gobierno se transformara en un abastecedor de soluciones a corto plazo, que ha generado un acostumbramiento en perjuicio de la producción de recursos genuinos de las instituciones, y que cuando el Estado les suelta la mano, por lógica caen al precipicio de la desesperanza.
Los recursos humanos son esenciales para el desarrollo y crecimiento del deporte, y en estos tiempos es donde mas deben apuntar a la formación y capacitación permanente, promover e incentivar a las instituciones para trabajar en pos de utilizar el tiempo libre, a través del mismo promover la formación integral de nuestros niños y jóvenes, tiene que ser el compromiso de todos y cada uno de los que tienen la responsabilidad, una herramienta fundamental contra los flagelos, es mantenerlos insertados en la practica deportiva.
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