miércoles, 2 de noviembre de 2016

ROSARIO CENTRAL 2 BOCA JUNIOR 1

Central sufrió un poco, pero se vengó de Boca y se metió en las semis de la Copa Argentina - Superó por 2-1 al xeneize con goles de José Luis Fernández, a los 37', y Germán Herrera, a los 41', recuperó la contundencia y se sacó la espina del torneo pasado ante el mismo rival. Benedetto, en el final, descontó para Boca.
El festejo de los jugadores en el campo de juego, en comunión con los hinchas, marcó la importancia de la victoria para Central que tuvo su esperada revancha. Y lo hizo con un pleno total. Es que derrotó a Boca por 2-1 en los cuartos de final de la Copa Argentina, se sacó la espina de la injusta derrota en la final del torneo pasado y, de paso, se metió en las semifinales del torneo -donde lo espera Belgrano-, cuyo campeón se clasificará a la Copa Libertadores del año que viene.
Y si bien es cierto que en el complemento sufrió bastante, cuando el xeneize quemó las naves, en el primer tiempo había acumulado los méritos necesarios para ponerse en ventaja y sacó provecho de la contundencia y la eficacia que le faltó en otras ocasiones.
Un puñado de minutos le bastó al canalla para sacarse la mufa y hacer delirar al pueblo canalla ante el xeneize con el golazo de José Luis Fernández (37'), tras un desborde de Montoya por derecha, y cuando el Chaqueño Herrera llegó para empujar al gol un rebote de Sara, tras otro gran remate del propio Montoya.
En un arranque entretenido, intenso y por momentos de ida y vuelta, Central intentó asumir el protagonismo, aunque las respuestas rápidas de Boca hicieron que el trámite sea parejo.
En ese contexto, los dos tuvieron una situación clara en esos minutos. El primero que aviso fue el canalla, a los 8', cuando el Kity Villagra apareció sorpresivamente en el área, tras un notable pelotazo cruzado de Lo Celso. El lateral enganchó y sacó un remate que tras rebotar en un defensor, Sara desvió al córner.
Un par de minutos después respondió boca con una contra rápida a través del juvenil Pavón, cuyo remate se fue muy cerca del palo derecho de Sosa.
Con el correr de los minutos, el partido se hizo intenso y por momentos de dientes apretados. Pero en ese marco, el canalla estuvo otra vez a punto de gritar el primero, cuando el tucumano Salazar robó un balón en mitad de cancha, llegó casi al área y sacó un remate que tras rebotar en un defensor xeneize casi descoloca a Sara, que alcanzó a manotear y tapar el gol.
Central era más punzante y ambicioso y a los 37' logró desatar el grito que tenía contenido desde la final pasada contra el xeneize. José Luis Fernández sacó un tremendo zurdazo desde dentro del área, tras un centro de Montoya, para marcar un verdadero golazo y hacer delirar a los hinchas que estaban en el estadio Kempes y a muchos más que lo miraban por televisión.

Pero cuando Boca todavía no se había recuperado del golpe, el canalla le asestó otro mazazo cuando el Chaqueño Herrera empujó al gol un gran remate de Montoya desde fuera del área, en el que Sara dio rebote.

En el complemento y con la desventaja Boca salió decidido a quemar las naves, como era lógico. Y fue acorralando a Central contra el arco de Sosa.
Así a los 5', Silva metió un zurdazo en el palo, Pablo Pérez casi la cuelga de un ángulo a los 11' desde fuera del área, y a los 17' Sosa le tapó un espectacular zurdazo al recién ingresado Benedetto. Y a los 22', el arquero uruguayo sacó al córner un bombazo desde lejos de Betancurt.

Mientras que el canalla lo tuvo en una contra de Herrera, que sacó un remate notable desde lejos y Sara contuvo en buena reacción.
Con un Central que en el complemento se dedicó a cuidar lo que tenía, aunque por momentos lo hizo demasiado metido en su área, un poco por voluntad propia, pero sobre todo por el empuje de Boca, un tiro libre de Tevez, a los 37', se estrelló en el travesaño y un par de minutos después otro tiro libre desde la misma posición se fue apenas afuera.
Benedetto en el final del partido descontó con un buen cabezazo para poner zozobra, pero no le alcanzó.
El pitazo final de Lousteau desató la locura y la euforia canalla. No solo por haber vencido a Boca y sacarse la espina de la final del año pasado en la que fue sufrió un despojo por parte del árbitro Ceballos, sino también por haberse metido en la semifinal de la Copa Argentina -donde lo espera Belgrano-, que otorga una plaza para la Copa Libertadores. Y lo hizo con un gran contundencia y recuperando en algunos minutos del primer tiempo ese buen juego que lo caracterizó en buena parte de la temporada pasada.

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