El sueño de ser de Primera - Cipolletti, Deportivo Roca y Atlético Regina de Río Negro, Alianza de Cutral Co de Neuquén y Huracán de Comodoro Rivadavia e Independiente de Trelew fueron los únicos patagónicos que jugaron en Primera. Todos quieren emularlos.
En la Patagonia es el sueño de todos y hasta el momento fueron muy pocos los privilegiados que ocuparon ese lugar. El de haber jugado en la máxima categoría del fútbol.
Solamente seis clubes de tres provincias tuvieron ese inocultable placer de jugar mano a mano no sólo con equipos afistas, sino que varios de ellos con los denominados grandes del balompié nacional.
Huracán de Comodoro Rivadavia, Independiente de Trelew, Cipolletti, Deportivo Roca y Atlético Villa Regina de Río Negro y Alianza de Cutral Co de Neuquén, tienen el privilegio de haber participado, al menos una vez, de un torneo de primera división en el fútbol argentino.
En cambio, varias de entidades señeras y emblemáticas de la región, han quedado en la antesala de una clasificación histórica como fueron los casos de Racing o Germinal en 1982 y 1984 respectivamente. La Academia cayó a doble partido ante Deportivo Roca y el Verde dirigido por Luis Bastida, no pudo con Ferro Carril Oeste de General Pico de La Pampa, también a doble partido. Claro está, por aquel entonces las instancias eliminatorias eran más cortas y más intensas de un campeonato que se disputaba, generalmente, en el segundo semestre del año y que había sido creado en 1967 por el dirigente de Banfield, Valentín Suárez. En el Regional de 1971, Huracán de Comodoro llega al Nacional tras ganar el Grupo 7 por sobre Cipolletti y Talleres de Cañadón Seco.
En el Regional de 1972, Independiente le ganó en la final a All BOys de La Pampa por penales 4 a 2, luego de caer en Santa Rosa 1 a 0 y vencer en Trelew por el mismo marcador.
En el de 1973, Cipolletti le ganó la final a All Boys de La Pampa 2 a 0.
En el Regional de 1974, clasifican Atlético Regina que derrotó a Huracán de Comodoro por 4 a 1 en la ida y cayó 3 a 1 en la vuelta, pero clasificó por diferencia de gol y el Globo petrolero que accedió en un repechaje con Cipolletti, luego de perder en el Alto Valle rionegrino 4 a 1 y ganar en Comodoro por 3 a 0, clasificando por el gol de visitante.
En 1975, Cipolletti le ganó 3 a 1 a Huracán de Comodoro y el albinegro cayó de visitante 1 a 0, clasificado por diferencia de gol. En el Torneo Regional de 1976, Huracán de Comodoro clasificó al golear a Argentino de Mendoza 4 a 0 de local y caer en Cuyo 2 a 0.
En el de 1977, Cipolletti accede al Nacional al vencer a Ramón Santamarina 1 a 0 en Río Negro y empatar en Tandil 1 a 1.
En el Regional 1978, Deportivo Roca llega al Nacional por primera vez al golear a Quilmes de Mar del Plata 4 a 0 y 4 a 1 en partidos de ida y vuelta.
En 1979, Cipolletti repite al vencer a Jorge Newbery de Junín 1 a 0 y luego igualar 1 a 1 con el mismo rival.
En el Regional de 1980, Cipolletti vence en un triangular de repechaje a Guaraní Antonio Franco de Misiones y a Andino de La Rioja.
En el Regional de 1982, Deportivo Roca golea 4 a 0 a Racing de Trelew en General Roca y cae en el Cayetano Castro 2 a 0, clasificando por diferencia de gol. En 1985, Cipolletti clasifica al derrotar a Huracán de Comodoro en un tercer partido disputado en Bahía Blanca, luego de ganar ambos sus juegos de local por 2 a 1. En esa final, matizada con corridas y agresiones, los rionegrinos vencen 2 a 1.
El caso curioso es el de Alianza de Cutral Co, que en un Reclasificatorio coincidente con la eliminación de los viejos Nacionales, clasifica a una Liguilla Pre Libertadores, donde queda eliminado por Boca en partido de ida y vuelta. Para llegar a esa instancia, los neuquinos salen segundos del grupo Regional por detrás de Belgrano de Córdoba y por encima de Concepción de Tucumán. Hoy en día, los peldaños para llegar a la Primera División son más largos, con la creación de diferentes categorías como los Federales, que duran un año calendario y que le significa al Consejo Federal un buen nicho financiero. Sin embargo, la ilusión de jugar por el título mayor nunca se pierde y es lo que mantiene viva, en parte, a la pelota en el interior del país.
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