Un minuto de silencio: dolor en Belgrano por la muerte del hincha en el Kempes - Espontáneo. El fallecimiento del joven que cayó desde la popular Artime enlutó la jornada y acalló a un estadio que no fue indiferente ante el drama. Al vacío. El lugar de la tragedia. El hincha cayó desde la parte más alta de la tribuna
Homenaje al hincha fallecido. Barrios y Álvarez aplauden, al igual que toda la hinchada (Facundo Luque/La Voz).
El fútbol de Córdoba enlutó en la jornada de ayer cuando se conoció que un hincha de Belgrano se desplomó desde la popular Luis Fabián Artime y perdió la vida al caer al vacío. Mientras en el césped se desarrollaba un partido de fútbol, una vida se apagó en un increíble accidente que apagó en forma automática cualquier euforia e intento de seguir con normalidad un partido de fútbol.
Estupor, silencio y hasta asombro rodearon el final del encuentro que Belgrano le ganó a Defensa y Justicia 3 a 0, porque cuando Furch marcó el segundo tanto de los celestes, detrás de la popular se vieron movimientos que incluyeron el desplazamiento de una ambulancia y la gente del sector se llamó al silencio en forma inmediata. Las banderas se fueron enrollando y la peor de las noticias recorrió los pasillos del Kempes. Todos hablaron en primera instancia del accidente y a posterior del desgraciado final de un joven que fue a ver al equipo de sus amores y en una inexplicable fatalidad perdió la vida. El reloj del juego corrió.
Primero la popular se llamó al silencio, después le siguió todo el estadio en una clara muestra de respeto por lo acontecido, porque no los unía la amistad, pero a todos los contiene la pasión por el club de Alberdi.
Todos los hinchas de la “B” entendieron que no había espacio ni para esbozar una sonrisa por el triunfo, sino que debían sumirse en el silencio, esperar el final del partido y marcharse con la sensación que el encuentro ante el Halcón pasó a un segundo plano de manera absoluta ante la desgraciada noticia. Nadie en el Kempes fue ajeno a lo que se desarrolló detrás de la popular, porque mientras los hinchas replegaron las banderas, el silencio ganó los rincones y la noticia estremeció a todos.
El arquero Olave, quien se enteró de lo que sucedía porque un alcanzapelotas le dijo, fue a hablar con el árbitro Pablo Díaz tras el tercer gol del Pirata y le informó lo que pasó en las tribunas. Un par de minutos después, cuando el cronómetro alcanzó el minuto 45, el juez dio por terminado el partido sin adicionar nada, como apurando el final del partido. La “B” había ganado 3 a 0, pero nadie podía ni esgrimir un leve festejo.
Fue allí, cuando la voz del estadio confirmó la peor de las noticias, porque pidió un minuto de silencio por el malogrado hincha. Más de 25 mil almas enmudecieron y le brindaron su respeto al Pirata fallecido. Un aplauso cerrado y el mutismo de los hinchas marcó la conmoción general de todos los presentes.
Nadie podía hablar del partido que se había jugado, porque todos metieron la mirada contra el piso, se fueron buscando un lugar de reflexión, como tratando de encontrar una razón para estas cosas que son inexplicables. La camiseta de Belgrano cubrió el cuerpo de quien los dirigentes del club identificaron como Carlos Fernández, de 22 años, pero que no fue confirmado con esos datos filiatorios por la Policía de la Provincia. Él cometió una imprudencia que le costó la vida.
Ahora es el tiempo de prevenir definitivamente para que no nos vuelva a suceder, porque ninguna vida puede apagarse por otro accidente en un estadio de fútbol.
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