Nik Wallenda cruza una barranca cerca del Gran Cañón - , Arizona, EE.UU. (AP) — —
El equilibrista Nik Wallenda cruzó el domingo en la cuerda floja el desfiladero
del río Pequeño Colorado en el noreste de Arizona, una distancia de 400 metros
(437 yardas).
Wallenda realizó su hazaña por la tarde sobre un cable de
acero de cinco centímetros (dos pulgadas) de grosor, 457 metros (1.500 pies)
por encima del río en la Nación Navajo cerca del Gran Cañón. No traía un arnés
de seguridad.
Le llevó apenas más de 22 minutos, en los que hizo una pausa
en dos ocasiones en las que los vientos movieron los cables.
"Gracias Señor. Gracias Dios por tranquilizar ese
cable", afirmó luego de unos 13 minutos de haber comenzado la caminata
aérea.
Wallenda caminó lentamente durante toda la ruta, murmurando
oraciones a Jesús casi constantemente. En los últimos pasos trotó y saltó.
El evento fue transmitido en vivo por el Discovery Channel.
Wallenda le dijo a Discovery tras la caminata que los
vientos, que se había pronosticado serían de hasta 48 kilómetros por hora (30
mph) fueron en ocasiones "imprecedibles" y que el polvo se había
acumulado en sus lentes de contacto y alrededor de éstos.
"Hubo mucho más viento y me tomó mucho esfuerzo
mantener la concentración", dijo.
Wallenda, de 34 años, es un equilibrista de séptima
generación y parte de la célebre familia circense "Flying Wallendas",
un clan que ha perdido miembros en sus peligrosas acrobacias.
Su bisabuelo, Karl Wallenda, se cayó durante una actuación
en Puerto Rico a los 73 años de edad y falleció. Varios otros familiares,
incluyendo un tío y un primo, murieron en circunstancias similares.
Nik Wallenda creció actuando junto con su familia y ha
soñado con cruzar el Gran Cañón desde que era un adolescente.
La acrobacia del domingo se produjo un año después de que
cruzase las Cataratas del Niágara, lo que le mereció un séptimo récord mundial
de Guinness.
Wallenda llevó consigo un micrófono y dos cámaras, una que
estaba enfocada en la cuenca seca del río y una enfocada adelante. Sus zapatillas
de cuero con suela de piel de ciervo canadiense le ayudaron a mantener su
agarre en el cable de acero mientras caminaba.
Unos 600 espectadores que observaron en el lugar en una
pantalla de video le vitorearon cuando llegó.
Antes de la caminata, un grupo de navajos, hopi y otros
indígenas norteamericanos se pararon a lo largo de una carretera cercana con
carteles que protestaban por la acrobacia.
Esta fue promocionada como una caminata a través del Gran
Cañón, un área sagrada para muchas tribus indígenas. Algunos residentes locales
dijeron que Wakllenda no había precisado con exactitud la localidad y dijeron
además que la Nación Navajo no debería promover el riesgo de una vida por
beneficio del turismo.
"El señor Wallenda debería comprarse un sistema de
posicionamiento global o que alguien le regale un mapa", dijo Milton Tso,
presidente de la comunidad de Cameron en la Nación Navajo. "El no está
cruzando el Gran Cañón. Está cruzando el desfiladero del río Pequeño Colorado
en la Nación Navajo. Se trata de propaganda engañosa".
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