El séptimo grito entrerriano - 79º Campeonato Argentino. La Selección venció a Chaco en la
final 80 a 69. Sumó su 3ª conquista como local anoche en Concordia. Villares la
rompió y se fue como uno de los más ganadores.
Sebastián Gálligo/ Ovación
sgalligo@unoentrerios.com.ar
Fue una noche mágica. Entre Ríos jugó bien, le ganó a Chaco
80 a 69 la final en Concordia ante un gran marco de público, Eduardo Villares
la rompió y se despidió como uno de los más ganadores junto al Lolo Farabello
que vivió su primera experiencia como ayudante.
Una 79ª edición del Campeonato Argentino que fue de menor a mayor y que para el
equipo de Martín Amden, un técnico joven que suma su primera alegría, hubo un
solo traspié en siete partidos. La provincia, potencia nacional, sumó su
séptimo título y el tercero como local. Lo había ganado en 1989 y en 2002 en
Paraná.
Lento en la transición en los primeros minutos, le hicieron goles fáciles.
Tardó 5’ en acomodarse. A partir de allí comenzó a dominar el partido y el
resultado. Las penetraciones de Vega para convertir (9 puntos) y las de
Forastieri para revertir el balón fueron las mejores opciones ofensivas. La
salida al perímetro de Daniel Hure (dos triples 3/6 el equipo en primer chico)
y los lanzamientos de Villares fueron otro de los puntos altos. La máxima fue
de 25-14 y el final.
Seis puntos en 7’. La defensa marcó el camino del dominio del partido y de no
ser por algunas excesos individuales en ataque la diferencia en el marcador
hubiese sido mayor. Llegó a los 14 puntos máxima en el cuarto y con esa
diferencia terminó el primer tiempo 44-30. El aporte del banco fue clave.
Mendoza, Lauría, Jaworski, que arrastra una lesión en la espalda, y Acosta
(cinco rebotes) le dieron aire fresco.
El elenco de Martín Amden cerró una primera mitad impecable
con números elocuentes que evidencian una gran superioridad. Metió 7 de 14 en
triples; 75% en libres y 57% en tiros de campo.
Además tomó 17 rebotes contra 11 del rival.
Cuando no le encontraba la vuelta a las ofensivas y Chaco
descontaba, apareció una figura clave. Eduardo Villares marcó dos triples
consecutivos que levantaron el estadio y significó un golpe anímico durísimo
para un rival que tuvo un buen pasaje en el inicio del segundo tiempo. Porque
Cantón volvió a marcar con su presencia en el poste bajo. La recuperación en
ataque que llegó a ponerlos 18 puntos arriba (16 puntos en el cuarto) le
permitió disimular algunas falencias atrás.
Le puso suspenso
Un triple de Pineda puso a Chaco a 9 puntos en el inicio del
último cuarto. El equipo tomó nota y a la cancha Vega. El alero rompió la
defensa, anotó y repartió el juego. El hombre de Gualeguaychú resolvió todo y
demostró que fue el jugador más determinante del Torneo. A 5’ del final la
diferencia llegó a los 18 (70-52).
Cuando el equipo apretó el acelerador lo pasó por arriba a su rival y cuando se
relajó le equilibraron el juego. Como volvió a suceder a 2’ del final cuando
los chqueños quedó a 10 puntos y buscaron la hazaña en suelo concordiense.
Fueron Daniel Hure y Eduardo Villares quienes terminaron de despejar los
fantasmas en dos ofensivas. Y a partir de allí se levantó todo el estadio para
gritar: “Dale campeón... dale campeón...”
No te vayas campeón
Con el título de anoche Eduardo Villares alcanzó a Claudio Farabello con cinco
título en la Selección de Entre Ríos para pasar a ser uno de los dos jugadores
más ganadores de la historia. El Edu que jugó su último partido oficial salió
campeón en Paraná 2002, Sunchales 2003, Misiones 2005, Mendoza 2008 y Concordia
2013. Para el básquet entrerriano se fue un gran jugador. Con menor o mayor
protagonismo, acompañando o siendo determinante, pero con una postura
inquebrantable para jugar para la provincia. Un ejemplo para las generaciones
futuras. Un jugador que siempre estuvo presente inclusive cuando llegó al techo
de su carrera y su pase cotizaba mucho en la Liga. El escolta dio sus primeros
pasos en Rowing, luego pasó por Echagüe y más tarde desembarcaría en Vélez
Sarfield para jugar la B. Pasó por Conarpesa de Puerto Madryn. En la provincia
también defendió la camiseta de La Unión de Colón y Central Entrerriano, donde
la rompió y dio el gran salto. Fue a Ben Hur de Rafaela donde lo dirigió Julio
Lamas. Jugó en Regatas de Corrientes donde ganó la Liga Sudamericana, pasó por
Quilmes de Mar del Plata, Olímpico y Quimsa de Santiago. Y como si fuera poco
en su estadía en Paraná llegó a las semifinales con la camiseta de Sionista.
¡Gracias Edu!
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