Un campeón que respetó los tiempos del fútbol
- Diciembre de 2009. Benjamín lloraba. Tenía hambre. Así se expresan los
bebes de nueve meses. Valentín tenía seis años y también lloraba. Newell's, su
equipo, acababa de perder el partido del campeonato. Fabián Bordagaray y San
Lorenzo le arruinaron su sueño. Meses atrás, causalmente con el nacimiento de
su hermano, había decidido romper un mandato familiar y se hizo leproso con su
papá de Boca, y su mamá de River.
La historia fue contada aquí, antes de la
gran frustración
( canchallena.lanacion.com.ar/1197259 ).
Balance de 2010: sexto en el Clausura, noveno en el Apertura
y no pudo pasar la primera fase de la Libertadores, eliminado por Emelec de
Ecuador. El año 2011 fue espantoso. Penúltimo en el Clausura y antepenúltimo en
el Apertura. Ganó solamente 5 partidos, sacó 32 puntos en los 38 juegos. Tuvo
cinco entrenadores, sumando los interinos: Roberto Sensini, Ricardo Johansen,
Javier Torrente, Sergio Giovagnoli y Diego Cagna. Valentín reforzó su sentido
de pertenencia con el club. No alcanzaron para convencerlo de cambiar
argumentos históricos y recientes, como el Apertura 11 ganado por el Boca de
Falcioni. Siguió fiel a sus convicciones. Benjamín tenía casi tres años y ya no
lloraba por hambre. "¿De qué cuadro sos?", le preguntaban. "De
Boca, como papá", respondía.
A tan sólo dos años de aquella gran campaña, Newell's entró
en la pelea por la permanencia. Motivo de burlas en su momento, el descenso de
Rosario Central en 2010 se convirtió en una concreta preocupación. El
presidente Guillermo Lorente despidió a Cagna y buscó a un ídolo del club para
el rescate. Gerardo Martino estaba descansando luego de su exitosa gestión en
Paraguay. Desde 2009, una platea del Coloso Marcelo Bielsa lleva su nombre a
modo de homenaje por su ciclo como futbolista. Rechazó una oferta de la
selección de Colombia porque "Newell's estaba del otro lado". Valoró
el trabajo del entrenador anterior. "Obtuvo muchos menos puntos de los que
merecía".
En el Clausura 2012 sacó 32, la misma cantidad que todo el
año anterior. Fue líder en la fecha 14 y cumplió el objetivo: evitó hasta la
promoción. Mostró su idea y sus fundamentos. Equipo corto, dinámico y flexible.
Presión para recuperar la pelota y despliegue colectivo para jugarla. Laterales
adelantados, centrales con pase, volantes interiores que llegan por sorpresa,
el "5" bien posicional como referencia en la mitad de la cancha,
extremos con desborde más retroceso con el lateral rival y un delantero central
bien definido. Triángulos para ocupar la cancha.
Triangulaciones para mover la
pelota a uno o dos toques hasta encontrar la jugada. El sentido de pertenencia,
al club y a un estilo, se profundizó con el regreso de hijos pródigos como
Heinze, Maxi Rodríguez y "Zlatan" Scocco. Aportaron calidad en la
ejecución y espíritu amateur en el vestuario. El prócer Martino decidió cambiar
al 1. Apostó por Nahuel Guzmán, verdadero primer pase del equipo que toca más
pelotas con sus pies que con sus manos. Consolidó a Villalba, un "5"
que sabe todo y tiene proyección ilimitada.
Gobernó el Inicial 2012 pero aflojó en el final y se lo
llevó Vélez. Nadie se desesperó. Comprometido con su idea, obligó a sus rivales
a cambiar su manera de jugar cuando lo enfrentaron. Boca lo incomodó y estuvo a
punto de sacarlo de la Copa. Como lógica consecuencia del proceso que respetó
los tiempos del fútbol, llegó la consagración. En julio buscará el doblete con
la deseada Libertadores. Esa definición por penales dejó secuelas en la
familia. Hoy Valentín de 9 y Benjamín de 4 se ríen por el mismo motivo.
Newell's, su equipo, es el nuevo campeón argentino
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