sábado, 9 de abril de 2011

FALLECIO JORGE LEDO

Con la muerte de Jorge Ledo nada será igual en Olimpo - Polémico, frontal, enérgico y perseverante, el dirigente fallecido ayer a los 68 años supo colocar al aurinegro en la elite del fútbol argentino. l Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Sr. Julio Grondona y los miembros del Comité Ejecutivo, junto a toda la dirigencia del fútbol nacional, expresan su dolor y profunda consternación por la desaparición física del Presidente de Club Olimpo (Bahía Blanca), Jorge Ledo, quien falleció, ayer a la madrugada, a la edad de 68 años.
El Presidente de Club Olimpo (Bahía Blanca), Jorge Ledo, miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino, quien además ocupaba el cargo de Prosecretario de Relaciones Institucionales, falleció ayer, a los 68 años.

Jorge Ledo asumió en Olimpo en el año 1995, lapso en el cual, dicho club, logró tres ascensos a Primera División.

Los restos del dirigente fueron velados en la sala 5 de la casa de sepelios Bonacorsi, de calle Mitre 456, Bahía Blanca.



En homenaje a la desaparición física de Jorge Ledo, se realiza un minuto de silencio en las Primeras Divisiones de todas las categorías

EL LEGADO DE UN PRESIDENTE CON SELLO PROPIO - Con la muerte de Jorge Ledo nada será igual en Olimpo

Polémico, frontal, enérgico y perseverante, el dirigente fallecido ayer a los 68 años supo colocar al aurinegro en la elite del fútbol argentino. Con la desaparición física de su presidente Jorge Eduardo Ledo, pierde Olimpo a uno de sus hombres más importantes de su historia más reciente.

Dirigente de ley, respetado y reconocido por propios y extraños, incluso por el mismísimo Julio Humberto Grondona, titular de la AFA, falleció ayer como consecuencia de una cruel enfermedad.

Ledo asumió el máximo cargo de la entidad por primera vez en 1995 en una situación delicada por las deudas y otros compromisos que Olimpo debía afrontar en lo inmediato.

Previamente, había sido vicepresidente, consejero, titular de subcomisiones de fútbol, interventor e incluso orientó técnicamente al conjunto superior en las finales del campeonato de 1988, llevándolo al título del Oficial de la Liga del Sur.

En 2001, tras varias campañas en la B Nacional, armó un plantel sumamente competitivo que logró el ascenso inicial a la principal categoría de la AFA. Contrató a Gustavo Alfaro como director táctico y a jugadores de gran experiencia y mentalidad ganadora. Una de sus virtudes fue, en su extensa trayectoria como directivo, saber elegir muy bien a los refuerzos.

Al año siguiente, en 2002, encaró la remodelación total del estadio Roberto Carminatti. La vieja estructura de madera se sustituyó por otra de cemento, adecuada a los requisitos reglamentarios para recibir con frecuencia la visita de los equipos grandes.

Se construyeron las plateas, se modernizaron los vestuarios y se agregaron cabinas para la prensa. También se resembró, como se hace cada temporada, el césped del terreno de juego.

Aún hoy las obras en el emblemático escenario de Colón y Angel Brunel continúan con la construcción de palcos y más comodidades para el periodismo.

En 2006, Olimpo perdió su lugar en la elite pero Ledo no descansó. Su persistencia, su habilidad y su agenda volvieron a ubicar a los aurinegros entre los veinte mejores de la Argentina. Eligió a Leonardo Carol Madelón como entrenador y no se equivocó. Con una producción extraordinaria, ganó de punta a punta el Apertura y el Clausura y subió nuevamente a la A.

El desarrollo de los acontecimientos no permitió afianzarse en la categoría y descendió en el Clausura 2008. La recuperación no se hizo esperar. El Ronco, como se lo llamaba cariñosamente, prometió festejar los cien con el club en Primera división y, en poco tiempo, cristalizó su holgadamente meta.

Confió en su amigo Omar De Felippe como orientador y con otro cometido numérico y colectivo estupendo, ascendió tres fechas antes del final del certamen de la B Nacional.

Polémico, frontal, enérgico, perseverante y muy astuto para negociar contratos con jugadores y técnicos profesionales, Ledo supo colocar a Olimpo en la luminosa vidriera del fútbol argentino. La situación, además, proyectó la imagen de Bahía Blanca al resto del país.

Fue el presidente del centenario, un acontecimiento inolvidable para toda la familia olimpiense.

Inteligente, sagaz y exitoso marcó un camino difícil en los niveles más altos del fútbol de nuestro país y dejó un legado entre los dirigentes de la ciudad.



Sus frases

-- "Siempre acerté cuando dije que Olimpo iba a ascender. Nos soy adivino, pero reconozco que algunos me tienen miedo porque la suerte siempre me acompaña".

-- "Olimpo es el Boca de Bahía. O lo querés o lo odiás. O sos de Olimpo o sos contra de Olimpo. No hay términos medios. Y me gusta que así sea".

-- "Permanecer en Primera sería algo así como tocar el cielo con las manos, y descender, como volver a vivir en la indigencia. La gente se acostumbra fácil a dejar la mortadela por el caviar, pero nunca a lo contrario".

-- "Al único que escucho es a Julio Grondona y porque sabe de fútbol. El siempre te aconseja para bien. Cuando hablé de las recaudaciones, me dijo `qué querés, m`hijito, hacé socios'. Tenía razón, aunque hoy no le guste la idea".



PARA GRISADO

Adhesión de la Liga del Sur

Conocida la noticia del fallecimiento de Jorge Ledo, la Liga del Sur decidió utilizar las facultades conferidas en el artículo 72, del estatuto de la entidad madre.

Además de estar presente en el velatorio, expresó formales condolencias a su esposa. Además, envió corona de flores y en cada uno de los partidos de los torneos domésticas se efectuará un minuto de silencio. El próximo miércoles, en tanto, se le rendirá un homenaje a Ledo, en el marco de la sesión del consejo directivo, enviándole más tarde una copia a sus familiares.



Pesar del intendente Breitenstein

El intendente municipal Cristian Breitenstein manifestó su profundo pesar por "la gran pérdida" que significa para Bahía Blanca el fallecimiento de Jorge Ledo, presidente del club Olimpo.

"Se fue un amigo, uno de los mejores dirigentes deportivos de Argentina, que supo vincular a Olimpo y a todo el deporte bahiense en las más altas esferas del plano nacional".

El jefe comunal manifestó su acompañamiento en el dolor a la mujer de Ledo, Nora, a sus hijos y a toda la familia del dirigente fallecido.

"Gracias a su trabajo Olimpo no sólo es un club de fútbol, Olimpo es Bahía Blanca, tiene un valor agregado que nos representa a todos, más allá de simpatizar o no por sus colores", subrayó.

El intendente sostuvo, además, que "la mejor forma de honrar su trabajo es continuar su proyecto, siempre superador, siempre pensando en su ciudad, en su gente, en nuestro deporte".

"Fue un hombre que peleó por las utopías, que peleó por su querido club Olimpo, que peleó por su ciudad... y peleó hasta el último día de su vida", indicó.

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Una gran pérdida

Rafael Emilio Santiago

Periodista de LU2

Lamentada e impactante, la desaparición física de Jorge Ledo va mucho más allá de la consternación de familiares, amigos y seguidores. Es que era, por lejos, el más sólido y experto hombre de fútbol de la ciudad, en un nivel muy por encima del habitual. Y en lo inmediato, acaso irrepetible.

Ledo reunía las condiciones indispensables para proyectar un club, desde un punto geográfico no tan decisivo, al mejor nivel de competencia nacional, tres veces en pocos años.

Para eso fue menester, en términos de tribuna, tener muñeca, experiencia, contactos, olfato, mando, resto, carácter y vocación. Se diría atributos de un caudillo, quizás la mejor definición para el personaje.

Ledo creía en el modo personalista para enfrentar situaciones complejas. Desde esa mirada, lo suyo se dibuja difícil de superar.

Inevitablemente deberán hallar otras maneras, siendo que no todas las semanas asoma un caudillo. De ese calibre, al menos.

No será sencillo un legado natural, está claro.

Por eso, uno presume, se lo recordará muy a menudo.





Jamás desapercibido

Walter Daniel Gullaci

"La Nueva Provincia"

Pocos dirigentes, como Jorge Ledo, generaron tanto debate, antinomias, celos, suspicacias, reconocimiento e, incluso, rasgos de obsecuencia en muchos de sus pares.

Y ello, quizás, haya sido el resultado de su estilo personalista, de un carácter impulsivo, desafiante, en ocasiones por demás confrontativo, pero frondoso para quienes lo ensalzaron y para sus detractores, que también los tuvo, y en buen número.

Pero más allá de coincidir o no con muchos de sus procederes --

desde aquí colisionamos más de una vez con su persona--, a Ledo habrá que reconocerle aquello que quedó grabado en el inconsciente futbolero. En la mente del hincha.

Sin él, hubiera sido una quimera pensar en un equipo liguista compitiendo en la elite del fútbol argentino. Porque jugar en Primera, como él mismo decía, requería "ciertos" condimentos. Conocer los pasillos de AFA, "fumar adentro de una garrafa" (frase de su sello) y armar y desarmar equipos con escasos presupuestos y la suficiente astucia para dar pelea. Siempre.

Si miramos su gestión con el prisma de Olimpo-fútbol, Ledo se ganó largamente el bronce. ¿Qué duda cabe?

Ahora, si se analiza su administración desde otras esferas, en especial a partir de lo hecho en el rubro básquetbol, allí la mirada difiere sustancialmente.

Que se lo va a extrañar, por sus grandes aciertos y hasta por sus arrebatos, es una obviedad.

Y la referencia, no sólo vale para Olimpo.





Mano a mano

Maximiliano Allica

"La Nueva Provincia"

Escrutaba a todos desde su pequeño escritorio que daba a la mesa de entradas de la sede de calle Sarmiento, mientras se bajaba un lingote de Benson & Hedges atrás de otro. Tenía algo que nunca vi en nadie más: con una mirada, detectaba lo que le estaban por pedir, sea un favor o un reclamo. Te lo anticipaba y era muy difícil que se equivocara.

Esa intuición, más una audacia infrecuente, lo convirtieron en un dirigente que hizo una cosa enorme de algo que, a nivel país, era chiquito.

Su conducción ultra-personalista le valió grandes críticas y su capacidad para hacer un asado debajo del agua --frase tomada de su propia boca-- le permitió diferenciarse de sus colegas a nivel local, regional y, en muchos casos, nacional.

Esa cualidad le deparó numerosos éxitos, una corte de adulones y una caravana de enemigos. Aunque también tenía incondicionales. Básicamente, en su familia.

Admirador de Perón, era un hombre de definiciones tajantes. "O estás con la causa, o estás en contra", me dijo una vez, en mis tiempos de jefe de prensa de Olimpo, probando hasta dónde era capaz de dar por el club.

Era hosco, solía tener mal carácter y no permitía que casi nadie se le acercara demasiado. Sobre todo, era tremendamente decidido.

Jorge Ledo fue un tipo fuera de lo común. Elogios y cuestionamientos lloverán por estas horas. La mayoría, de gente que no le hubiera aguantado un round en una discusión mano a mano.

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