Hay técnico pero también hay despedidas - Roberto Oliver, que en ningún momento se sintió "salvador" cuando se le requirió sus servicios a fines del año pasado, se siente responsable de la eliminación de su equipo.
"Soy parte de una de las tres patas que conforman la mesa. De la puerta para afuera soy el responsable de lo sucedido, sin llamarlo 'fracaso'; soy responsable de no cumplir con los objetivos pensados por la dirigencia del club. Puertas para adentro, sabrá cada jugador o cada dirigente en su balance personal, en qué se ha fallado".
Destacó que "encontré un equipo que estaba afuera de la clasificación (a 3 puntos del líder de entonces) y que nos dio tiempo a realizar una buena pretemporada, de eso no hay que buscar pretextos. Prueba de ello es lo realizado en Neuquén en la primera fecha. Antes del partido con Deportivo Roca (cuarta fecha 1-4 en casa) y después del mismo, donde entramos en una confusión general. Yo asumo responsabilidades, no pongo a Ramiro González como titular apostando a una línea de tres y cuando cambiamos tácticamente, estábamos abajo en el marcador y llegamos a descontar. Otro error nuestro les dio aire y ya después no había manera de rearmar nada".
Oliver enfatizó que "no hay excusas. No rendimos de local por culpa nuestra, ya que los dirigentes se brindaron por completo y tuvimos buenas condiciones para entrenar en el campo de juego. El equipo terminó con una buena imagen, pero de nada sirvió ya que no se cumplieron los objetivos. Es largo y amplio analizar los motivos porque a lo largo de estas 10 fechas, fuimos una cosa de local y otra, de visitante; no sabemos si acá influyó la presión de la gente, o qué. Nadie salía de manera segura a jugar y no pasó por un tema de desconcentración. Todo sucedía una vez que los once ingresaban a la cancha y como si fuera poco, era contagioso.
No puedo creer lo que ha sucedido, porque fuera de Puerto Madryn, perdimos solo en Río Gallegos, mientras que en casa perdimos los que realmente teníamos que ganar. Es imposible que pase eso, nadie debe haber realizado una campaña tan despareja. Esa es nuestra desgracia, no haber plasmado lo mismo en cada presentación y menos en nuestra propia casa".
Huracán nos sorprendió
También manifestó que "si nosotros le ganábamos a Boca, creo que clasificábamos. No me cabe duda, a Huracán le ganábamos de manera indiscutible, quizás sin soñar con este cierre y que el rival tiene mucho que ver también, porque uno esperaba mucho más de ellos. Creo que nosotros hicimos que sus cosas fueran discretas porque le ganamos en todos los sectores de la cancha; es como que te da paz el haber dejado una buena imagen, porque eso ayuda a pensar en mañana con más tranquilidad, más allá que nadie puede calmar el dolor que esto no alcanzó o no sirvió para modificar lo realizado.
Esta actitud cambió desde que perdimos con Deportivo Roca, ya que es fundamental el trabajo en tu propio campo de juego, Para mí es importantísimo. Y otro porque es el clásico, donde sabía que los jugadores iban a poner un plus más. Una cuestión que molesta, ya que esto debería haber sido durante las diez fechas y no ante un rival en especial".
"Para reestructurar"
Consciente, a través de la nota de Jornada, que los dirigentes le ofrecen seguir al frente del plantel, manifestó que "era el primero que deseaba seguir para hacer una reestructuración total como admitió el presidente. Este es el momento justo, hay que poner la pelota en el piso y pensar. Tenemos el tiempo justo de recuperar las ganas y la motivación necesaria para dar un vuelco total a la historia. Me quedo en Deportivo Madryn, porque quiero ser partícipe absoluto de esta transformación, de este cambio. Seguramente que quedará gente herida en el camino, pero con el correr de los días, los meses y si lleva en sus sentimientos al club, debe entender que es para el bien del club Madryn. He tenido charlas con jugadores y ellos mismos me han manifestado la necesidad de que tiene que haber un cambio, entre ellos jugadores de gran peso, de mucho valor y que el propio hincha se sorprendería. Digno de valorar".
No pudo ocultar, con agrado y con notable agradecimiento, las palabras de Gustavo Sastre, hace una semana atrás a este medio. "Es difícil cuando los objetivos no son cumplidos, que un dirigente y en nombre de todos, te den el apoyo públicamente. Si bien ya hemos conversado de ciertos proyectos, antes de terminar este torneo, creo que los jugadores merecían un respeto. Hay mucho que hacer y a pesar de que suene a reiterativo, hay que mirar con sumo cuidado a la base. Los chicos deberán demostrar ese interés, porque la categoría está cada vez más profesionalizada. Es trillado, pero los ascensos lo ganan los hombres a pesar de que tengo placeres personales como haber llevado al debut a jugadores como Richard Castro a los 15 años o a Diego Mansilla a los 14 años, pero no es fácil. Hay equipos que pelearán el ascenso al Argentino conformado con jugadores que bien pueden estar en un Nacional 'B' como Boca de Río Gallegos, Deportivo Roca, Alvarado. Hay canchas muy duras, con una presión importante donde tenés que caminar 100 metros para ir a vestuarios".
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