domingo, 10 de abril de 2011

JUGADORES DE LA URBA

"Si renuncio a la plata, no me alcanza para vivir" -
Comuzzi, jugador de Los Pampas, criticó la posición de lo dirigentes; Madero mostró diferencias. Por Tomás Bence y Santiago Peluffo

"Yo no puedo renunciar a esa plata; si no tengo esa plata, no puedo vivir." La opinión de uno, como el wing Mauro Comuzzi, puede resumir lo que piensan los 21 jugadores de la URBA, que integran el Plan de Alto Rendimiento (Pladar) y que no podrán participar del torneo con sus clubes. O sí hacerlo si renuncian a la beca que la UAR y la Secretaría de Deportes les proveen mensualmente: una remuneración de $ 2600 que, si bien no les alcanza para vivir, es fundamental en las economías de estos jugadores.

El caso de Comuzzi, de Pucará, que participó este año junto con los Pampas XV en la Vodacom Cup, resume lo que ocurre con el resto de los rugbiers que, desde el próximo fin de semana, quedarían marginados de sus equipos si no renuncian a las becas.

"Algo mal se está haciendo desde arriba", dijo el back, padre de una beba de siete meses. "Yo me siento representado por la URBA, fui capitán de seven y me encantaría volver a jugar en el seleccionado, pero represento a mi provincia, no a una organización", disparó el wing.

Vencida la cláusula que les permitía jugar en sus clubes, ahora los jugadores buscan una alternativa para seguir estando junto con sus compañeros. "Sería bueno que nos escucharan. Si otros jugadores dicen que no quieren jugar contra nosotros lo respetaría más que si una persona externa a la cancha me dice que no lo haga", destacó.

-¿Sos un jugador profesional?

-Yo jugué afuera, en Italia, y la verdad no me considero un profesional. Intento ser lo más profesional posible en la preparación, pero en el país que vivimos es muy difícil todo esto. Cuando sos profesional, te piden que vivas del rugby y disfrutes de otras cosas. El Pladar debería consistir en ir a entrenar y volver a tu casa, como sucede afuera.

-¿Por qué los jugadores elevan la voz con el torneo tan cerca?

-No sé. El año pasado ocurrió lo mismo, pero se solucionó, y dijimos: «¡Qué bueno!» cuando nos dijeron de jugar un año más. Pero no pensamos en los más chicos. Este año tenía la cabeza en Sudáfrica. Cuando volví [por una lesión], caí en que no podía jugar con mi club. Los dirigentes tienen que pensar más en los jugadores.

-¿Cuál es la respuesta que esperan lograr desde la URBA?

-Tengo muchos sentimientos por el club y por el seleccionado. No me gusta renunciar a algo para dejar lo otro. Ojalá la URBA escuche nuestros reclamos. La idea de renunciar no me gusta.

Aunque también apela a los valores tradicionales del rugby, como la solidaridad y el espíritu de equipo, el caso de Benjamín Madero reviste otras aristas. Personalmente, se desvive por jugar con su club, el SIC, donde desde el retiro del histórico José Cilley heredó la N° 10. Su postura es clara: "No comparto el impedimento de jugar; lo de la remuneración se podrá debatir si es la traba, pero yo quiero jugar con mi club el fin de semana", manifestó a La Nacion. Y se ocupó en destacar que quienes forman parte del Pladar no son profesionales. "No vivimos del rugby porque cada uno tiene sus estudios o su trabajo", contó Madero, que cursa la licenciatura en Administración de Empresas. En el SIC, aseguró, no hay impedimento con que juegue y cobre la beca. Pero él tiene la siguiente encrucijada: "Nos vamos a enterar un día antes si podemos jugar o no. Se tendría que solucionar más rápido".

No hay comentarios: