SUPERMOSCAS DE LA OMB ANTE EL PUERTORRIQUEÑO CESAR SEDA
El próximo combate de Omar Narváez será en Bahía Blanca - La pelea del boxeador trelewense se realizará en el estadio Osvaldo Casanova del club Estudiantes. Bahía Blanca (Télam).
El invicto trelewense Omar Narváez defenderá el título de la categoría Supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante el puertorriqueño César Seda, el 15 del actual en la ciudad de Bahía Blanca, según fue anunciado ayer.
El anuncio fue efectuado por el intendente bahiense Cristian Breitenstein, quien comunicó que el combate se realizará en el estadio Osvaldo Casanova del club Estudiantes en el marco de la semana del 113er. aniversario de la ciudad.
Narváez, de 35 años y un palmarés de 33-0-2, con 19 nocáuts, realizará la segunda defensa del título, en tanto que Seda, de 25 años, es el primer clasificado OMB y tiene un récord de 20-0-1, con 15 nocáuts.
Los allegados a Seda tenían intenciones de realizar la pelea en mayo, en el Coliseo Juan Pachín Vicens de Ponce, Puerto Rico, pero no hubo acuerdo en la parte económica.
Con respecto a la pelea, Breitenstein dijo: “Será la primera vez que se concretará en Bahía Blanca un combate por el título, un espectáculo deportivo de jerarquía. Quiero agradecer a Osvaldo Rivero, representante de Narváez, quien posibilitó que esta pelea pueda celebrarse en nuestra ciudad”.
Breitenstein recordó que “hace más de 60 años que la ciudad no tenía una visita de jerarquía, ya que en 1948 fue el ‘Mono’ Gatica quien ganó por fuera de combate en el séptimo round a Alivio Sosa en el salón de los Deportes”.
“Cococho”, es el campeón
Víctor “Cococho” Godoi en la calle corre, toma la bolsa de basura de los canastos y salta al camión recolector de Clear con la misma bravura que mostraba en el ring. El campeón argentino, latino y mundial de la OMB de los supermoscas que supo tocar el techo máximo del boxeo mundial se gana la vida como recolector de basura.
La sonrisa sigue intacta. El pasado no se borra, y muchos lo aprecian. Le cantan al paso “Cococho, es el campeón” haciéndose eco de una melodía de cumbia de un grupo local. Aunque su aspecto cambió, ahora con pelo largo y sin pantalón corto, el comodorense lo respeta. Desde su primera pelea ganada en el primer round por KO, el 13 de octubre de 1995 frente a Pedro Echiguay supo ganarse el respeto y el cariño de Comodoro Rivadavia. Tanto arriba como abajo del cuadrilatero, a “Cococho” se lo apreciaba. Antes de sus diez años de peleas profesionales, como amateur fue campeón nacional gallo. Mientras que el 13 de julio de 1996 ganó el titulo argentino contra Sandro Oviedo en Pico Truncado, por KO en el sexto round. Dos meses más tarde retuvo el título argentino contra Ruben Ascencio Molina en la misma localidad. Y el 14 de diciembre de ese año gana el título OMB Latino contra Mozar Do Santos. El 7 de noviembre del 1998 obtiene el titulo de campeón mundial de la OMB al ganarle Pedro Morquecho en Comodoro Rivadavia y perdió el título mundial 7 de junio de 1999 en Tijuana, México frente a Diego Morales por KO técnico. La gloria para “Cococho” duró poco y por esas cosas de la vida, terminó empeñando su cinturón de campeón por algunas deudas contraídas.
Su última aparición profesional arriba de un ring fue el 13 de agosto de 2005 cuando perdió por KO contra José “Pamperito” Sáez. Cosechó un total de 36 peleas, 31 ganadas, 5 perdidas y ninguna empatada. Con problemas en la vista, no importó, miró el horizonte y buscó seguir luchando en la calle como un pibe de barrio.
“Cococho” vivió muchos momentos difíciles abajo del ring, pero se levantó como cada vez que cayó a la lona. Con el mismo espíritu, con la misma humildad. Desde 2006 trabaja como recolector de basura para la empresa Clear. Se divierte haciendo ejercicio. Es un privilegiado, de la musculatura. Se mantiene intacto. Baja del camión, lo sorprende la cámara del diario y posa alegre. Le dice al compañero que se ponga en guardia y que le tire una piña. Recuerda alguna velada, y concluye con una carcajada, típica de un boxeador que supo acariciar la gloria y no le teme a nada.
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