Martín Di Maggio / DIARIO POPULAR.
El fútbol, como siempre, en medio de una nueva puja política.
Qué hay de nuevo a dos años del escándalo que sacudió al fútbol
El Fútbol Para Todos (FPT) fue, al menos en uno de sus posibles aspectos, la posibilidad de hablar sin eufemismos sobre la injerencia del mundo político en el del fútbol. Pese a que fue una cuestión de Estado toda la vida, solo cuando los derechos audiovisuales fueron adquiridos como parte de una estrategia de Gobierno “se mezcló la política con el fútbol”.
Sin embargo, siempre sucedió. El Gobierno de facto de Jorge Rafael Videla usufructuó el mundial de 1978 para ocultar el terror; el democrático de Raúl Alfonsín abogó por la salida de Carlos Bilardo; Carlos Menem pidió por Ramón Díaz en Italia 90 y Fernando De La Rúa permitió que Racing jugara y saliera campeón mientras el resto del país estaba bajo el estado de sitio.
Con el debut de la Superliga, saldrá a la cancha la alianza Turner Fox (mancomunados con actores locales para desarrollar el negocio) y la novedad de que el televidente deberá pagar por los contenidos del fútbol local. O no, porque por presunta sugerencia del Gobierno nacional, el nuevo abono podría ser bonificado hasta el final del calendario previsto para este año. Mauricio Macri, parece estar a punto de conjugar una estrategia justo después desprenderse anticipadamente del FPT y de cara a las elecciones legislativas.
La AFA eligió nueva pantalla mientras sigue la interna
Si fuese House of Cards, Frank Underwood le pediría a la cadena televisiva -a cambio del favor por haberlo puesto en el negocio-, que esperara hasta después de la votación para cobrarle a los electores por ver su entretenimiento favorito.
“Desde que terminó el FPT, el Gobierno no tiene nada q ver con la televisación del fútbol. Si hay una bonificación o no, correrá por parte de las empresas", le explicó a DIARIO POPULAR Fernando Marín, ex titular del FPT y quien propuso al conglomerado extranjero para pujar por los derechos a los que el Estado renunciaba.
Las transmisiones de fútbol estaban garantizadas por aire o el abono regular de cualquier cableoperador hasta mediados de 2019 y durante las negociaciones con los interesados -además de Turner, Espn y Media Pro-, el Gobierno propuso que una vez adjudicado el ganador garantizara la gratuidad hasta la fecha inicial. Si bien todos se negaron, prometieron un periodo de gracia. De hecho, con el FPT disuelto y la nueva empresa con la llave en mano del negocio, los partidos siguen sin un precio para el televidente.
En la AFA, la posibilidad no despierta grandes pasiones. “Lo que pase, será una decisión ajena a la institución… mientras nos paguen lo convenido”, explican en Viamonte 1366 donde el único temor es que en pos de la gratuidad los canales tironeen de la grilla por el rating, como Telefe y El Trece cambian días y horarios programados en beneficio de su pantalla.
Qué hay de nuevo a dos años del escándalo que sacudió al fútbol
Fuentes del Gobierno no confirmaron la versión y la calificaron de “rara”. En tanto, la empresa no abrió juicio sobre la versión. “Estamos trabajando en cuestiones (técnicas) relacionadas al lanzamiento del producto. No tenemos información para difundir relacionada con otro aspecto”, respondieron ante la consulta de este diario.
La Superliga comenzará en agosto con 28 equipos y según los trascendidos, el “abono fútbol” rondará los 300 pesos, mientras que otras posibilidades más completas podrían duplicar la cifra. Quienes compren el nuevo paquete, tendrían bonificado los primeros tres meses.
“Será una estrategia comercial de la empresa para amortizar el impacto de no pagar nada a pagar por ver fútbol”, atina un dirigente con la versión más dócil de la historia. Y que aunque paga por Netflix, no conoce a los Underwood.
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