"Pac-Man" confirmó su retiro, muchos le piden una segunda parte con Mayweather,
Pacquiao no dejó dudas para alzarse con un triunfo claro y legítimo en una pelea intensa que fue fallada 116-110 por los jueces locales Dave Moretti, Burt Clements y Steve Weisfeld.
Lució su velocidad y fortaleza que lo caracterizó en los últimos años, mientras que Bradley se dedicó a pelear a distancia, evitando el ataque del filipino.
En el séptimo round, Bradley recibió una combinación de izquierda y derecha y fue ligeramente a la lona, pero se recuperó inmediatamente, no protestó la validez de la caída y escuchó el conteo de protección del referí Tony Weeks.
El dominio de Pacquiao continuó y en el noveno asalto nuevamente derribó a su rival cuando le conectó un corto gancho de izquierda al mentón. Bradley se levantó y se trenzó en un interesante golpe a golpe pero la ventaja del filipino se afianzó con esa segunda caída en la pelea.
Bradley se recuperó un poco en el décimo, pero Pacquiao cerró mejor los últimos dos rounds para llevarse la decisión de los jueces.
El boxeador asiático regresó a un ring tras haber sido derrotado por Floyd Mayweather en mayo de 2015, en una pelea en la que se lesionó el hombro izquierdo, lo que derivó en una intervención quirúrgica.
Con esta victoria, Pacquiao mejoró su récord a 58-6-2, con 38 nocauts, mientras que Bradley cayó a 33-2-1, con 13 nocauts.
Posiblemente, haya sido la última pelea de Pacquiao, quien podría dedicarse enteramente a la política en país natal, Filipinas, aunque todo dependerá de que no llegue antes de fin de año una millonaria oferta para medirse con un rival de primera línea.
Por su parte, en otra pelea del MGM Grand Arena, el mexicano Gilberto Ramírez obtuvo el título supermediano de la OMB, al derrotar por amplia decisión unánime al armenio-alemán Arthur Abraham con tres tarjetas de 120-108.
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