UN FELIZ DIA DE LAS MADRES A LOS FUTBOLEROS - Una madre es capaz de dar todo, sin recibir nada.De querer con todo su corazón, sin esperar nada a cambio.De invertir todo en un proyecto, sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión.Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos, cuando todos los demás lo han perdido. El sociólogo Andrés Canteras señala: "Se pierden las inhibiciones al ver que todos insultan, como producto de un gran acuerdo tácito. Encuentran en la colectividad la legitimación para llevar a cabo comportamientos que no tendrían en solitario… Lo más preocupante es que hay padres que llevan a sus hijos al fútbol, les enseñan el comportamiento agresivo y los socializan en la cultura del insulto, y no tienen la sensación de haber hecho algo malo". Canteras considera la agresividad en el deporte "comparable a la que encontramos en el tráfico de una gran ciudad". Pero en esta práctica, el personaje mas afectado y el que menos tiene que ver con todo este mundo de pelotas, patadas, pitos, tarjetas e insultos es quien quizá no tiene la mas mínima idea acerca de este deporte, tal vez no conoce ningún equipo de su entorno, se puede decir que nunca se ha puesto un zapato de fútbol, ni siquiera ha pateado una pelota en su vida, ni ha pisado alguna vez un estadio de fútbol, pero aparece ahí, en la forma menos justa e infame si se quiere, alguien quizá cuyo único atrevimiento fue comprarle una pelota de fútbol a su hijo y dejar que creciera con ese cariño al viril deporte del fútbol. Si señores, ese personaje es la madre: la madre de los jugadores, del árbitro, del entrenador, del presidente (del equipo lógicamente), de los dirigentes, de la policía, del que vende la cerveza, del que grita, hasta del electricista si se va la luz. El solo hecho de ponerme a pensar en que todos somos partícipes, porque de alguna u otra forma ya eso lo toleramos y lo que es peor, no se le busca remedio, pero la pregunta es, ¿Cómo hacer para evitarlo?, ¿Cuáles serian las medidas a tomar?, ¿Existirá alguna forma de corregir esto? Tal vez si todos ponemos de nuestra parte, si pensamos antes de lanzar un improperio, si miramos de reojo para ver si hay alguna señora cerca con cara de mamá de jugador o de árbitro, o simplemente lo evitamos y, aunque podamos ver nuestro juego absortos en él, sin dejarse llevar por la frustración, sin pensar en un insulto que relacione a la progenitora de nadie. De repente al principio será un poco diferente ir a un juego, pero luego nos quedará la satisfacción de haber contribuido a hacer un poco más respetuoso al deporte rey…
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