PEÑAROL - El adiós al autor del primer gol en la historia de la Copa Libertadores. Falleció Carlos Ariel "Lucho" Borges, el delantero de Peñarol que el 19 de abril de 1960 conquistó en el Centenario el histórico tanto.
El fútbol uruguayo y sudamericano perdió en las últimas horas a alguien que marcó un hito: Carlos Ariel Borges. "Lucho", como se lo conocía, falleció a los 82 años y fue un delantero de Peñarol que militó en la institución carbonera durante 15 temporadas, 14 de ellas en forma consecutiva.
Su nombre quedó marcado a fuego en el fútbol sudamericano, porque el 19 de abril de 1960 marcó el primer gol en la historia de la Copa Libertadores. Fue en el Estadio Centenario y ante Jorge Wilstermann (Bolivia) en el arco de la tribuna Colombes.
"Tengo el honor de haber convertido aquel primer gol en la historia de la Copa. Lo hice en el arco de la Colombes a poco de comenzado el partido y me acuerdo que me colgué del tejido para gritarlo. Se me erizó la piel. Es un orgullo personal, para que mis nietos sepan quién fui", expresó Borges años atrás en una entrevista realizada por César Groba para el libro "Pionero de América-La historia de Peñarol en la Copa Libertadores de América" y que recoge la institución en su web.
"Fue un avance de Juan Eduardo Hohberg que le dio un gran pase largo al 'Negro' Cubilla, que avanzó y pateó al arco, la pelota rebotó en el horizontal, en el rebote yo le pegué fuerte y hubo otro rebote en el jugador boliviano Rocabado; la agarré por segunda vez y tiré a media altura y fue gol. Para mí es un orgullo haber hecho ese gol que con los años tomó un significado especial", expresó en la misma entrevista.
Borges fue campeón uruguayo con Peñarol en 1949, 1951, 1953, 1954, 1958, 1959 y 1960, además de haber conquistado la Copa Libertadores de 1960. Defendió a la Selección en la Copa del Mundo de 1954 (anotó tres goles ante Escocia) y fue campeón de la Copa América en 1956.
"Lucho" fue un héroe deportivo en la cancha y también un héroe afuera de la cancha, porque el 10 de julio de 1963 sobrevivió al naufragio del Vapor de la Carrera, un barco que unía Montevideo con Buenos Aires. Al chocar con otro barco hundido, la embarcación zozobró y él sobrevivió aferrado a un mueble de madera durante varias horas. Incluso salvó a un niño que había quedado atrapado.
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