LIGA SUR LA NOVENA DEL FUTBOL EN RIO GALLEGOS - En fútbol Río Gallegos cumplió un nueva jornada, donde se repitieron los hechos de violencia, y donde el arbitraje nuevamente, como cada fin de semana da que hablar, polémicas, criticas permanentes, expulsiones, publico, técnicos y jugadores, en contra de los hombres de negro. Las sanciones seguramente darán mucho para hablar, repetimos que la organización, obviamente denominada Liga de Fútbol Sur de Río Gallegos, afiliada a A. F. A., deja mucho que desear, y simplemente las cosas no funcionan como deberían, pero se aplica a raja tabla la tan citada frase ‘El show debe continuar’.- Los compromisos asumidos ante la Liga Madre, los obliga a terminar los torneos, pero me parece que deberían tomar los recaudos necesarios para que esto no pase a mayores, hoy simplemente asistimos a un hecho donde el descontrol era el dueño de la organización.El arbitraje puede ser bueno o malo, los jugadores pueden ser disciplinados o indisciplinados, el partido se puede ganar o perder por muchas razones, pero el hombre de negro siempre es el señalado, y verdaderamente el ser humano es el culpable de todo lo que sucede en el mundo, o sea nosotros mismos somos responsables de lo que pasa, ya sea bueno o malo. Hoy por la tarde en cancha de Defensores del Carmen, los chicos del club Boca de Río Gallegos y del Club Independiente fueron abandonados por los dirigentes de la liga, a su libre albedrío. Las autoridades del partido como corresponde se retiraron a su oficina dentro del predio, y como la pelota se detuvo, dejaron que el mundo siga rodando, ya que el señor Calvo dio por terminado el partido (seguramente por el descontrol, falta de garantías, expulsión de jugadores). Tierra de nadie, y no es la primera vez que sucede, y no acuso a los padres, ni a los jugadores, ni a los árbitros, personalmente, como un humilde conductor de programas deportivos, y en momentos que nos preparábamos para la transmisión de un partido de primera, me sentí en la obligación de cumplir como ciudadano, de observar y esperar hasta la ultima instancia para intervenir y evitar que esto pase a mayores. Los jugadores, los tecnicos, los padres y el publico en general, quedaron frente a frente fuera de la cancha y no hubo mas incidentes, porque las personas educadas usan el criterio, pero el señor Calvo hoy, pudo tener un mal día, y no lo digo por el arbitraje, sino porque cuando se produjo el hecho dentro del campo de juego, ingresaron muchas personas (todas a evitar males mayores, doy fe), por eso reiteramos, no hablamos como jueces de nada, simplemente como observadores de una conducta de nuestra sociedad, que esta muy alterada y desde la organización no se toman los recaudos necesarios, por eso apelamos a la buena voluntad, y a la obligación que tiene cada uno de los dirigentes que componen la Liga, a tomar cartas en el asunto, ya que no podemos esperar a tener una desgracia para decir, muchachos paremos la pelota. (Juan Enrique González).-
PUNTOS EN PRIMERA:
PUNTOS EN PRIMERA:
BOCA R. G. (*) 21
DEFENSORES (*) 18
EL PUERTO - 18
BOXING CLUB 16
CLUB BANCRUZ 16
INDEPENDIENTE 8
HISPANO AMERICANO 9
FERROCARRIL YCF 6
VIAL SANTA CRUZ 6
PETROLERO 6
UNION SANT. 0
(*) restan quedar libres.-
RESULTADOS 9na FECHA:
Independiente 0 - Boca Río Gallegos 2
Bancruz 3 - Vial Santa Cruz 1
Unión Santacruceña 0 - Boxing Club 7
Defensores del Carmen 1 - Ferrocarril YCF 0
Hispano Americano 1 Petrolero Austral 1
La violencia en el fútbol – PSICOLOGIA ‘UNA FORMA DE LOGICA DE CONJUNTO”
Por Marcelo Halfon *El fútbol es una de la pocas formas que quedan de decir “nosotros”: es una de las pocas formas de lógica de conjunto que todavía intentan ganar la pulseada a la lógica individualista. Se puede usar metáforas bélicas, “esto es una guerra”, o metáforas biológicas, “las barras bravas son una enfermedad”, pero no se trata ni de una guerra ni de una enfermedad. Se trata de un juego y un deporte. Ezequiel Fernández Moores dice que el fútbol es demasiado deporte para ser sólo un negocio, y el negocio es demasiado importante para que el fútbol sea solamente un deporte.
En los conjuntos se diferencian: barrabravas, simpatizantes, fanáticos, hinchas, con sus matices y peculiaridades, con sus lealtades, complicidades y solidaridades. Entre hinchas de un mismo equipo, la relación es a predominio de lealtad; entre hinchas de distinta camiseta predomina la rivalidad; ésta puede ser de sujeto a sujeto o de sujeto a objeto, dependiendo del grado de reconocimiento de la ajenidad del otro.Acto número uno en un partido de fútbol: resolución prohibiendo banderas. Acto número dos: compromiso previo de las instituciones de respetar la resolución. Acto número tres: el local no cumple. Acto número cuatro: el visitante intenta imitarlo. Acto número cinco: la policía reprime al visitante. Acto número seis: la violencia está instalada.Entre barras rivales hay un abanico entre la lealtad, la rivalidad y la violencia. La lealtad se da en las llamadas hinchadas amigas. El pasaje de rivalidad a violencia es fluctuante. Entre barras y policía hay alternancia de complicidad y violencia. Esta palabra es escuchada en casi todos los espectáculos futbolísticos, aunque me retracto al decir que en esas condiciones sea un “espectáculo deportivo”. La violencia supone el ejercicio absoluto de las relaciones de poder de uno o más sujetos sobre uno u otros que quedan ubicados en un lugar de desconocimiento o destitución subjetiva, reducidos a puro objeto. Incluye el objetivo de anular o quizá suprimir al sujeto, y no sólo a sus acciones. No existe el vínculo de dos, únicamente el de autosupervivencia.El dispositivo vincular “ir a la cancha” ha caído en descrédito. La inseguridad, la violencia, la incomodidad, reinan como representaciones de este dispositivo. Ha ganado el dispositivo mediático: lo miro por TV, porque implica seguridad, comodidad, tranquilidad. El espacio transubjetivo, espacio público, nos muestra y nos demuestra que no hay justicia, y los arbitrajes funcionan a veces como una mala foto de los negocios turbios.El principio de exclusión social actual es dejar afuera al consumidor que no acepta las reglas de la imagen: si no aparece en TV, no existe. Reza el cántico tribunero: “No existís, no existís...”. El consumo de drogas se percibe como acción sobre el cuerpo incluido en la lógica de la resistencia corporal: “el aguante”, el cuerpo que ha sido previamente excluido del mercado intenta su reinclusión, “a ver quién tiene más aguante”; ranking imaginario canalizado y legitimado por la visibilidad inclusiva que permite la imagen mediática aunque sufra la condena social (apropiación de la violencia como restitución subjetiva)
La masa grita: “¡Llegan los Borrachos del Tablón, llego la hinchada!”; no hay en ese momento diferencias entre hinchas, simpatizantes y barras; en el conjunto, sin embargo, sí las hay.* Miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina, Capítulo de Psicoanálisis y Deporte.
RESULTADOS 9na FECHA:
Independiente 0 - Boca Río Gallegos 2
Bancruz 3 - Vial Santa Cruz 1
Unión Santacruceña 0 - Boxing Club 7
Defensores del Carmen 1 - Ferrocarril YCF 0
Hispano Americano 1 Petrolero Austral 1
La violencia en el fútbol – PSICOLOGIA ‘UNA FORMA DE LOGICA DE CONJUNTO”
Por Marcelo Halfon *El fútbol es una de la pocas formas que quedan de decir “nosotros”: es una de las pocas formas de lógica de conjunto que todavía intentan ganar la pulseada a la lógica individualista. Se puede usar metáforas bélicas, “esto es una guerra”, o metáforas biológicas, “las barras bravas son una enfermedad”, pero no se trata ni de una guerra ni de una enfermedad. Se trata de un juego y un deporte. Ezequiel Fernández Moores dice que el fútbol es demasiado deporte para ser sólo un negocio, y el negocio es demasiado importante para que el fútbol sea solamente un deporte.
En los conjuntos se diferencian: barrabravas, simpatizantes, fanáticos, hinchas, con sus matices y peculiaridades, con sus lealtades, complicidades y solidaridades. Entre hinchas de un mismo equipo, la relación es a predominio de lealtad; entre hinchas de distinta camiseta predomina la rivalidad; ésta puede ser de sujeto a sujeto o de sujeto a objeto, dependiendo del grado de reconocimiento de la ajenidad del otro.Acto número uno en un partido de fútbol: resolución prohibiendo banderas. Acto número dos: compromiso previo de las instituciones de respetar la resolución. Acto número tres: el local no cumple. Acto número cuatro: el visitante intenta imitarlo. Acto número cinco: la policía reprime al visitante. Acto número seis: la violencia está instalada.Entre barras rivales hay un abanico entre la lealtad, la rivalidad y la violencia. La lealtad se da en las llamadas hinchadas amigas. El pasaje de rivalidad a violencia es fluctuante. Entre barras y policía hay alternancia de complicidad y violencia. Esta palabra es escuchada en casi todos los espectáculos futbolísticos, aunque me retracto al decir que en esas condiciones sea un “espectáculo deportivo”. La violencia supone el ejercicio absoluto de las relaciones de poder de uno o más sujetos sobre uno u otros que quedan ubicados en un lugar de desconocimiento o destitución subjetiva, reducidos a puro objeto. Incluye el objetivo de anular o quizá suprimir al sujeto, y no sólo a sus acciones. No existe el vínculo de dos, únicamente el de autosupervivencia.El dispositivo vincular “ir a la cancha” ha caído en descrédito. La inseguridad, la violencia, la incomodidad, reinan como representaciones de este dispositivo. Ha ganado el dispositivo mediático: lo miro por TV, porque implica seguridad, comodidad, tranquilidad. El espacio transubjetivo, espacio público, nos muestra y nos demuestra que no hay justicia, y los arbitrajes funcionan a veces como una mala foto de los negocios turbios.El principio de exclusión social actual es dejar afuera al consumidor que no acepta las reglas de la imagen: si no aparece en TV, no existe. Reza el cántico tribunero: “No existís, no existís...”. El consumo de drogas se percibe como acción sobre el cuerpo incluido en la lógica de la resistencia corporal: “el aguante”, el cuerpo que ha sido previamente excluido del mercado intenta su reinclusión, “a ver quién tiene más aguante”; ranking imaginario canalizado y legitimado por la visibilidad inclusiva que permite la imagen mediática aunque sufra la condena social (apropiación de la violencia como restitución subjetiva)
La masa grita: “¡Llegan los Borrachos del Tablón, llego la hinchada!”; no hay en ese momento diferencias entre hinchas, simpatizantes y barras; en el conjunto, sin embargo, sí las hay.* Miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina, Capítulo de Psicoanálisis y Deporte.
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