GRAN TRIUNFO DE MADRYN EN COMODORO - Madryn se afirma en el cuadrangular más deseado. Venció como visitante 2-1 por los goles de Escudero y una genialidad de Bordaberry. Jones descontó para Jorge Newbery.
Al Deportivo Madryn no le pesó ser visitante, ni el clima fogoneado desde la tribuna. Con las ideas claras y la pelota liberada, el Aurinegro salió dispuesto a coparle el territorio al Lobo. Lo tuvo a Bordaberry como referencia en el medio, con mucha circulación pero pocas acciones de riesgo cierto.
Un salida bien presionada le permitió al propio Bordaberry probar desde afuera, con la pelota frenada abajo entre Vellido y el poste. Y también José Quiroga recurrió a la media distancia con otro tiro contenido por el uno aeronauta.
Tardó Newbery para entrar en contacto directo con la bocha porque Andretta mostró intermitencias y por afuera, Elorrieta proponía vértigo pero sin claridad. El avance del reloj lo terminó acomodando con sus volantes en un trámite poco apto para habilidosos. Apareció la fricción y asomaron las amarillas cuando el “Lobo” pareció tomar oxígeno, al menos descomprimiendo la presión en el campo propio.
En la suma no pasó demasiado en el primer tiempo. Por eso, el gol parecía un punto lejano en el horizonte. Con 47’ cumplidos Costi salió lejos de su jurisdicción, volteó a Escudero y a partir de un tiro libre de Bordaberry cruzado al corazón del área, quedaron en evidencia las distracciones del local para defender una pelota parada. Diego Escudero ganó en las alturas para desconcertar a todos y clavar abajo el 1-0.
Así el “Depo” condicionó el juego. Porque Jorge Newbery salió disparado, ansioso a recuperar lo perdido y eso le facilitó la estrategia a los de Toresani, con más espacios para contragolpear y utilizar la velocidad de Asprilla. El local fue ciego, obsesionado y con poca comunicación entre sus líneas casi dejándole al rival, la mesa servida.
A los 7’ llegó la gran acción individual de la tarde. El artífice fue Juan Manuel Bordaberry que enganchó una y otra vez, apiló defensores, tiró caños y desde ángulo cerrado, decoró con un moño al ángulo, lejos del manotazo in extremis de Vellido. Este golazo casi de otra dimensión hizo que el Aurinegro respire más aliviado y que Newbery sin cambiar la tónica, siguiera chocando contra un muro invisible. Bordaberry volvió a buscar el ángulo con otro zurdazo y el uno local, se reivindicó sacándola al corner.
La visitó ejerció el control. Newbery sufrió en cada salida, la pelota le fue esquiva; los cambios no movieron la aguja y los últimos minutos se fueron quemando en una heroica lucha basada en empujes individuales. En ese cuadro de desconcierto, Diego Luque no pasó sobresaltos y el “Depo” pareció sacar por anticipado, el pasaje para jugar con los cuatro mejores. Solamente la cuota goleadora de David Jones, con una corajeada en el área, le permitió aferrarse al milagro que esta vez, no se consumó. Y premiar el esfuerzo de un “Lobo” que aunque superado, lo peleó hasta el último suspiro.
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