miércoles, 16 de junio de 2010

HONDURAS 0 - 1 CHILE

Con una propuesta audaz, Chile no dejó dudas en su debut ante Honduras
NELSPRUIT, Sudáfrica.- Si algo le faltaba a Marcelo Bielsa para recibirse de héroe en Chile, era llevar a la Roja a una nueva victoria en una Copa del Mundo luego de 48 años. Fiel a su estilo, con un esquema audaz, Chile venció a Honduras por 1 a 0 en su debut mundialista, con un gol de Beausejour, en el primer tiempo.
La propuesta del Loco fue una de las más ofensivas en un Mundial en el que abundan los esquemas conservadores. Sin Humberto Suazo, Mauricio Isla se destacó en el conjunto chileno. El lateral derecho sobresalió por su despliegue y por su capacidad de generar sorpresa con sus subidas. Pero el mejor intérprete de la Roja fue Alexis Sánchez. El delantero de Udinese encaró, amagó, gambeteó y remató, pero no pudo ampliar la ventaja. El planteo inicial dejó algunas dudas sobre las intenciones del entrenador chileno: cambió su clásica línea de tres por una de cuatro defensores

. Pero apenas comenzó el partido, los dos marcadores laterales, Arturo Vidal y Mauricio Isla, se proyectaron en simultáneo y hasta se convirtieron en piezas claves para el ataque.
Chile presionaba en el medio, recuperaba la pelota, entretenía por izquierda y lastimaba por derecha. La sociedad entre Isla, Jorge Valdivia y Alexis Sánchez diluía la resistencia hondureña. Dos de esos intérpretes fueron los protagonistas del único gol del partido. A los 34, el ataque fue de derecha a izquierda, Valdivia interpretó a la perfección una proyección de Isla y el rechazo de un defensor hondureño dio en Jean Beausejour, quien marcó el primero.
Era merecida la ventaja chilena. La Roja mantuvo las marcas ajustadas en el medio, intentó jugar con la pelota al piso y nunca resignó el espíritu ofensivo, que tuvo en Sánchez al jugador más desequilibrante
Bielsa lo vivió con su sello: "El objetivo es pasar la primera rueda"
Al Loco se lo vio menos activo que en otros encuentros, en su vuelta a los mundiales, y sólo dio indicaciones en algunos momentos; al final, lejos de festejar el triunfo, el rosarino se dirigió, inmutable, al vestuario
NELSPRUIT, Sudáfrica.- Calmo al principio, a los gritos antes del gol, sin festejar cuando Chile convirtió y muchas veces en su clásica posición en cuclillas. Marcelo Bielsa vivió intensamente el debut ante Honduras y su vuelta a los mundiales, luego de la eliminación en primera rueda con la Argentina en Corea-Japón 2002. El Loco lo vivió como tal y, luego del partido, dejó su reflexión: "Para que estos puntos rentabilicen necesitamos ganar o intentar ganar en el próximo partido (ante Suiza), porque el objetivo para todos nosotros está más ligado a pasar de ronda que a los récords".
El partido de Bielsa. Los primeros 15 minutos mostraron al Loco quieto, pero lejos de la tranquilidad. En silencio, como quien procesa por dentro. Sus colaboradores daban algunas indicaciones mientras el DT, piernas cruzadas, algo congestionado y mano al mentón, analizaba a sus jugadores. De fondo, en medio de la marea roja, decía presente una bandera argentina con la leyenda "Bielsa + 11".
A los 17 minutos del partido entre Chile y Honduras, que se resultó ser el debut triunfal de los trasandinos, el Loco se levantó por primera vez y dio las primeras indicaciones, luego de que Waldo Ponce llegara tarde a un cruce, y Carlos Pavón rematara por primera vez al arco defendido por Claudio Bravo.
Enseguida, Jorge Valdivia disparó desde larga distancia, el balón se desvió en un defensor hondureño, y Bielsa comenzó con su clásica caminata y la vista baja, como aguantándose las palabras.
A los 25, terminó la parsimonia para el Loco. Ofuscado, disparó las primeras obervaciones de intensidad. Con anteojos y más activo, lanzó un reclamo a Matías Fernández. Junto con su despertar, la Roja anotó el 1-0, pero el DT se mostró inmutable, y de pie. Se fue el primer tiempo, y en una de sus clásicas posiciones, el Loco terminó los últimos minutos de cuclillas, con la mirada clavada en el campo de juego.
Comenzaron los segundos 45 minutos. Bielsa, calmo en su banco. Hasta que los tapones de uno de los centrales de Honduras terminaron, accidentalmente, en la cadera de Alexis Sánchez. El Loco, preocupado, grita:«"¡¿No podés más?!"», le pregunta. Como respondiera a la inquietud bielsista, Sánchez contruyó una buena jugada con Valdivia y casi convirtió el segundo. El entrenador de la Roja se lamentaba.
Promediaba el complemento y, libreta en mano, Bielsa analizaba, sentado en el banco. Pasaron los minutos, Chile continuaba desperdiciando chances y el DT rosarino retomó la caminata y las indicaciones a grito pelado .
Hasta que Chile ganó y dejó atrás 48 años desde la última vez que la Roja había ganado un partido del Mundial. El banco estalló. Los colaboradores del entrenador saltaron y se abrazaron con alma y vida. La tribuna, teñida de roja, explotó. La ex presidenta Michelle Bachelet aplaudía desde el palco ¿Y Bielsa? ¿Y el DT gestor de este triunfo hisórico? Sin chistar , tomó su libreta y se fue al vestuario.

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