martes, 16 de febrero de 2010

VIVAS FUE HECHADO DE RACING

Necesidad y urgencia "Me echaron porque no acepté renunciar", dijo.
Las derrotas condenaron a Claudio Vivas "Malos resultados".
"Necesidad de un cambio".
De esto se trató el despido de Claudio Vivas de su cargo de entrenador de Racing. Al menos así lo explicó ayer a primera hora el vice del club, Pablo Podestá, más o menos a la misma hora en que Vivas explicaba que había sido "despedido" porque "nunca" aceptó "la renuncia" que evidentemente le habían sugerido que hiciera.
Sin Vivas en el cargo, Juan Barbas volverá a dirigir la Primera de la Academia, como lo hizo tras la renuncia de Caruso Lombardi. ¿Nombres? Suenan varios: Diego Cagna y Leonardo Madelón son las prioridades. Luego aparecen Sergio Markarián, Miguel Russo y José Pekerman.
"Ayer (domingo) nos informaron la decisión de despedirnos, porque yo no acepté la renuncia", señaló Vivas tras saludar al plantel de Racing, y agregó: "Yo tenía la fuerza para salir adelante, vi respuestas inmediatas de los jugadores tras el partido y les dije que no me bajaba".
"La decisión de los directivos fue por la actuación, por los resultados y algunas decisiones tácticas", enfatizó el ex ayudante de campo de Marcelo Bielsa en rueda de prensa.
Crítico con el exitismo que reina en el fútbol argentino y atenta contra los "proyectos a largo plazo", Vivas remarcó que "lo que hace diez o quince días era espectacular ahora es un caos, hay que mantener un equilibrio".
"Este es un técnico más que se va entre tantos que seguro se irán en este torneo", destacó el entrenador, y no dudó en mencionar que "pese a esta racha, el equipo va a levantar".
Pasadas las 20 de ayer, el ahora ex entrenador fue convocado por la dirigencia académica a un hotel céntrico de la capital, donde Rodolfo Molina y Pablo Podestá, entre otros directivos, le comunicaron la decisión.
Para este torneo Clausura llegaron como refuerzos el zaguero Roberto Ayala (Zaragoza), el lateral Lucas Licht (Getafe) y los delanteros Gabriel Hauche (Argentinos) y Claudio Bieler (Liga de Quito, Ecuador), pero los resultados siguieron siendo negativos y Vivas se tuvo que ir.

Cazafantasmas se necesita
"Lo primero que haría es rajar a Vivas..." La honestidad brutal le pertenece a Daniel Lalín y fue dicha en el diario Olé del nueve de enero pasado.
Dijo más Lalín aquel día sobre Vivas. "Racing no tiene ninguna posibilidad de error, entonces yo no puedo traer a Vivas y mucho menos diciendo que es un proyecto a largo plazo".
Palabras más, palabras menos es lo que el domingo a última hora pensó, hizo y luego declaró la actual dirigencia de Racing: rajó a Vivas porque el club no tiene margen de error.
Lalín es un acérrimo opositor a la actual gestión "académica" comandada por Rodolfo Molina. Tanto que ambos se enfrentaron en las últimas elecciones, en las cuales no le fue nada bien al pelado dirigente. Sin embargo, parecen pensar lo mismo.
Como Lalín en enero, cuando Vivas era elogiado por su calidad humana y profesional, ayer Pablo Podestá, vicepresidente de Racing, explicaba la cesantía de Vivas diciendo que no hay margen de error, pero ¿cuánto margen para el error le queda a quienes hoy comandan el club? ¿Se acuerdan de Lothar Matthaüs?
La tres derrotas seguidas destrozaron todo el trabajo de Vivas, los dirigentes entraron en pánico y antes de que sea demasiado tarde decidieron echar al DT. Vivas también metió la pata. Nunca se entendió por qué Lucas Castromán de "cinco". Tampoco por qué no varió una ofensiva tan numerosa como improductiva. Y menos todavía por qué incluyó a Roberto Ayala de titular sólo con dos prácticas encima.
Como sea, la B Nacional vuelve a pisarle los talones a la Academia. En realidad nunca dejó de hacerlo. Y eso condiciona cualquier trabajo, sea quien sea el entrenador. El fantasma del descenso, más que al acecho, parece dominar a todos. Antes que un DT, lo que Racing necesita es un cazafantasmas

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