lunes, 15 de febrero de 2010

BOCA R.G. GOLEO 3 A 0 A CRUZ DEL SUR

Con la Boca llena de risa - Publico La Opinión Austral
El equipo de Gambini consiguió su primera victoria en el clausura, goleando por 3 a 0 a Cruz del Sur. El plantel local jugó muy bien, sobre todo en la segunda mitad, dejó una gran imagen e ilusionó a sus hinchas, que de a poco se animan a creer que aún es posible alcanzar la tan anhelada clasificación. Tulio Etchemaite debutó con un golazo
Tenía que darse, o al menos eso es lo que los incondicionales de siempre dijeron ayer. Es que al equipo de Gambini las cosas no le venían saliendo bien, luego de no alcanzar los puntos pretendidos en el apertura, los esfuerzos de técnico se concentraban en la actuación del plantel en el Torneo Clausura del Argentino B 2010.
Lamentablemente para lo locales, la suerte les fue esquiva en el partido debut ante Deportivo Madryn, y a pesar de haber demostrado un cambio importante en el juego, en aquella oportunidad el equipo se fue de la cancha con las manos vacías.
Mucho se habló durante la semana y no de la mejor manera. Pero lo cierto fue que el certamen apenas estaba comenzando y Boca quería demostrar ayer que tiene con qué agrandarse y, ante su público, no dio concesiones y se llevó tres puntos más que importantes, frente a Cruz del Sur de Darío Labaroni.
En el arranque del partido ya demostraba Boca un juego más ordenado que en el debut; jugando con viento en contra generaron peligro rápidamente, atropellando entre las líneas de Cruz de Sur.
En este marco fue crucial la actuación de Iván Brun, el gran arquero de los cruzados, que en dos oportunidades conseguía ahogar el grito de gol para los locales: primero tapando un remate de Santiago Sandoval y después ganando ante Tulio Etchemaite.
Pero el equipo demostraba una gran actitud dentro del campo, una ambición que los llevó a crecer paulatinamente entre los centrales barilochenses. Labaroni acomodó en el medio a Ariel Pérez y Diego Mansilla, quienes acompañaban al capitán Juan Pinilla en su intento por apropiarse del mediocampo. Sin embargo, las cosas salieron ayer “a pedir de Boca”.
El capitán xeneize, Walter del Río, estuvo infranqueable y en la segunda línea Cristian Espinoza se consolidaba de a poco como el polifuncional, sacando todo lo que llegaba acerca del área, colaborando en la defensa y subiendo a apoyar, ocasionalmente, el ataque boquense.
A los 19’ seguía avisando Boca, por medio del imparable Sandoval, que asistía desde la banda derecha a Etchemaite, que por muy poco no llegaba a conectar. Debutando con la 9 en Boca, ayer tuvo una destacada actuación y fue el hombre peligro de Boca, colaborando en la recuperación del equipo y desmarcándose constantemente para generar riesgo al contrario en cada pelota.
Tanto fue así que a los 26’, el mismo atacante recibió el balón cerca del centro del campo de juego y habilitó a Walter Sequeira, quien a toda velocidad trepó por la derecha y, viendo que todos esperaban el centro y la marca se preocupaba más por Etchemaite que por él, enganchó con la zurda en el borde del área para dejar a su marcador atrás, quedándose prácticamente solo para definir, casi como en un penal, a la izquierda de Brun, quien a pesar del esfuerzo, no logró detener el remate.
De esta forma Boca abría el camino del gol y el grito contenido por los hinchas se desataba, aunque con cierta timidez.
En el otro arco, Gambini puso a Cristian Bucci, quien demostró mucha seguridad en cada intervención y aportó tranquilidad en la última línea. El 1 de Boca estuvo atento para anticipar los movimientos del ataque rival.
Etchemaite seguía haciendo estragos entre los defensores; Pablo Borges y Nahuel Bramuglia no lo podían parar y el 9 mostraba destellos de juego depurado, aunque le era difícil llevarse la pelota con comodidad.
Los de Labaroni jugaban mayormente de contra y lograron crear algunas situaciones de peligro. En este accionar, el capitán de Bariloche estuvo muy activo y fue difícil de marcar, secundado por un Rodrigo Zanmbrano muy rápido y hábil. Pero Espinoza no dejó pasar una pelota por su sector, a los cruzados se les acababan las alternativas.
En la más clara, sobre el cierre del primer tiempo, Cristian Bucci le tapó un mano a mano a Mauricio Rivero.
Walter Herrero tuvo bastante actividad. El árbitro se distinguió por no tener dudas en sus decisiones; tanto así que cuando consideró que la ley de ventaja no prosperaba en algunas jugadas, retrajo la jugada sin miramientos.
En la segunda mitad, y con viento a favor, el trámite del partido siguió siendo favorable para los locales. Boca no se acomodó para cuidar el resultado, es más, salió decidido a conseguir una ventaja más amplia.
Aprovechando el viento, los de Gambini se animaron un poco más a rematar desde lejos, convirtiendo de a poco en figura al arquero de Bariloche, que como para ratificar esa condición le tapó un remate a Genin, cuando el delantero entraba solo por la izquierda.
La presión xeneize creció al punto tal que achicó la cancha y durante varios minutos el juego estuvo sólo de mitad de cancha hacia delante; en el fondo, seguía muy sólida la otrora tan criticada línea de cuatro boquense.
En Cruz del Sur, Leandro del Río puso velocidad y buen manejo del balón, con lo que Labaroni buscó aumentar el peligro en el ataque, pero entre Olguín y Magnago, de gran actuación ayer, ahogaron cada intento de la delantera visitante. Pero por el empuje, los cruzados generaron un par de situaciones. Nuevamente se agrandaba la figura de Bucci, achicándole el arco al recién ingresado Leandro del Río.
Boca era claramente superior al rival cuando a los 28’ del complemento, Etchemaite recibió cerca del mediocampo y se escapó solo sobre la izquierda para definir con las dos piernas; primero de zurda al palo más alejado de Brun, que alcanzó a rebotarla con las piernas, pero el delantero la volvió a tomar, esta vez de derecha, y con una espectacular tijera para vencer la resistencia del 1, que ya estaba en el piso, colocó el balón en el segundo palo, inflando la red y arrancando el grito de los hinchas locales, poniendo el segundo de Boca.
Los de Labaroni salieron con todo en busca del descuento, pero el desorden le jugó en contra; una gran corrida de Sequeira que entró por la izquierda dejó mal parados a los defensores contrarios y ante el achique de Brun, tocó la pelota hacia el otro palo, por donde venía corriendo a todo vapor Walter Cabral, que selló con derecha la jugada, poniendo cifras que serían definitivas para el encuentro, cuando corrían aproximadamente 31’.
Con el marcador totalmente a su favor, los de Gambini se hicieron tiempo para jugar entre ellos en todo el campo, y por varios instantes la pelota circuló exclusivamente entre jugadores de Boca, por lo que la parcialidad no aguantó las ganar de gritar el ya clásico “ole… ole…” que acompaña este tipo de situaciones en el fútbol. Gambini incluso metió a Quiroga por Sequeira y el Pepe, que tuvo pocos minutos, llegó con algo de riesgo, pero el arquero rival había bajado la persiana.
El resto del partido no presentó variantes en la postal. Un Boca muy peligroso adelante y muy seguro atrás. De hecho, los de Gambini tuvieron más chances de ampliar el marcador, pero el arquero visitante demostró por qué es uno de los mejores de la zona y no dejó pasar una pelota más.
Boca logró de esta manera una importantísima victoria, aunque más allá de los tres puntos conseguidos, que lo colocan en el tercer puesto de la tabla, lo realmente positivo es la imagen que el plantel dejó ayer. Todo funcionó en un equipo, que pareció divertirse más allá de las obligaciones y que dejó a muchos pensando en que, de seguir con esta actitud y este juego, no cabría pensarse fuera de la clasificación. El torneo aún está en sus inicios, pero lo demostrado por los “Gambini boys” ayer ilusiona hasta al más pesimista, y ya era hora de que la ilusión volviera por estos pagos.

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