La radiografía del Rojo campeón - El elenco de Olimpia Juniors logró sumar su primer título de la historia y en
este sentido el campeonato fue fruto de todo el esfuerzo de un grupo
dirigentes, jugadores, cuerpo técnico y la hinchada.
De esta manera, el Rojo respira aires de gloria. La concreción del primer
título de Liga de su historia supuso una bocanada de oxígeno para una
disciplina que en los últimos años venía teniendo distintos campeones.
De esa volver a sentir el respeto y el regocijo de la afición por parte del fútbol.
No solo el marcador acompañó a los rojos lenco maravilló a sus seguidores en
todas las facetas, al punto de rozar la perfección futbolística: juego vistoso,
mortal contragolpe, excelente elaboración de jugadas a balón parado, envidiable
defensa y el mejor ataque del ámbito local.
Se noto la mano del entrenador prácticamente con la misma plantilla del curso
precedente, donde Olimpia Juniors, logró hilvanar un trabajo serio a sabiendas
de la calidad del plantel y lo condujo a los destinos del éxito.
A esto hay que sumarle la buena preparación física, fueron argumentos válidos
para poder lograr varios triunfos consecutivos sobre todo la primera fase y
otros empates.
Otro de los aspectos claves a tener en cuenta, que se le fue dando minutos de
juego a todos los integrantes del plantel.
Pero si todavía quedaba algún ápice de incertidumbre hacia la posibilidad de su
primer título, se despejó en los choques con sus rivales directos a luchar por
el campeonato.
A partir de ese momento no hubo dudas del campeón.
El Rojo consolidó el juego
en todas las canchas que jugó
Bajo los tres palos, la consistencia del Pale Carrizo, y en los últimos
partidos de parte de Daniel Miranda, fue un punto importante en la
consolidación de todo el esquema defensivo.
La dupla de centrales conformada por Licanqueo y Franco Rojas se erigió como
una verdadera muralla y sin duda una de las mejores de todo el certamen. Los
laterales siempre fueron un verdadero relojito tanto Matias Rubilar como Jorge
Reales, le dieron firmeza en el fondo y una alternativa para salir del fondo.
El Gringo Funez, tuvo un rendimiento superlativo donde con su clase y pausa a
la hora de habilitar a sus compañeros.
Asimismo Diego Castro fue otro de los puntos altos del funcionamiento del
esquema del Rojo y en este sentido tuvo una ida y vuelta interesante y fue una
rueda de auxilio para todos sus compañeros.
Los dos volantes impusieron profundidad por los carriles, válido para crear una
fase de transición rápida y efectiva. Pachi Robledo se destacó por su polifuncionalidad
para desempeñarse en distintos roles y lograr siempre hacerlo bien.
Como enlace se ubicó Bruno Rodríguez y a veces de media punta. Tuvo actuaciones
sobresalientes y a esto le agregó buena llegada con goles.
En el ataque, Moreno y Marcelo Huergo demostraron complementarse bien y en el
caso del “Cordobes” fue a la postre el mejor delantero del torneo, con un alto
poder de resolución combinando velocidad y contundencia.
El aspecto ofensivo fue fundamental, al punto de ser el único plantel capaz de
marcar más de dos goles de promedio por desafío (2,03). PRENSASC
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