Dejaron pasar el tren - Como local Defensores y Ferro, igualaron en un tanto, por la segunda fecha del reducido. Desaprovechando la oportunidad de cortarse solos, y quedar a las puertas de la consagración sin depender de nadie. Petrolero no pudo con Bancruz y sumaron un solo punto.
Lucas Acevedo para la Visita en el primer tiempo, Y Leandro Fernández en el segundo, los goles.
Ambos terminaron con diez en cancha, tras las expulsiones por doble amarilla, Gabriel Silvera en Defe, y el de Lucas Acevedo en el ferrocarrilero
La emotiva definición del cuadrangular, liguilla o reducido, indistintamente como se quiera denominar a esta instancia culminante de la temporada futbolera riogallegunse de primera división temporada 2012, inevitablemente deberá esperar una semana más, para saber quien se calza la corona de campeón, y por ende será representante del balompié lugareño, en la próxima contienda del Argentino “C”.
Versión 2013/14, que en razón del que en lo inmediato será Petrolero, quien con hidalguía, valentía y recurso financiero prometido se hizo cargo del muerto, que por razones de corte económico insalvable no pudieron levantar, ni Boxing, ni Bancruz.
Pero en función de la entrega periodística futbolera que nos ocupa, eso es materia de análisis y evaluación, para otro momento.
No aprovecharon la volada- Ni Defensores en su cancha, que merced a su mayor producción ofensiva en la segunda etapa del encuentro de ayer en una tarde soleada, agradable, mereció alzarse con los tres puntos, y encaminarse seguro a la obtención de la liguilla. Como tampoco Ferro, que no pudo conservar la mínima ventaja obtenida en el primer tiempo.
Lo corrió desde atrás- El equipo de Hugo Miranda, por diferentes razones:
Cero a uno en el marcador al término del periodo inicial, por culpa del volante de la visita, Lucas Acevedo, que una corrida memorable, con un tiro cruzado ante el desesperado cruce de Lucas Fernández, dejó fuera de acción el último intento de Julio Echávez -golero de Defe- para impedir que la redonda duerma en el fondo de la red.
Segunda cuestión, gran parte del segundo tiempo, jugó con un hombre menos, a raíz de la expulsión por doble amarilla de Gabriel Silvera, pareja ofensiva de Eduardo Belmonte, con todo lo que ello implica, por presencia golpeadora.
Y eso era dar demasiada ventaja en el ítem ofensivo.
El “Pepe Ludueña, tampoco la tuvo fácil
Debió recurrir a una variante obligada para este crucial encuentro. Designó a Sebastián Filpe, como reemplazante del expulsado Emmanuel Rubio, artífice en la victoria inaugural del reducido de la semana pasada ante Bancruz, en el césped sintético hispanista.
No las tuvo todas consigo el joven delantero que –lesionado- cedió su lugar al número 14, Augusto Lugoni.
Con las precauciones del caso en que se encuadró el trámite el la primer etapa, en donde costó destrabar el juego en la mitad de la cancha, en donde abundó el quite, el anticipo y casi nada de gestación del juego, fue el equipo de Ludueña, el que dispuso de una muy clara, en complicidad con el segundo marcador central del local. Matías Ruiz, entregó corta para su arquero, hubo una arremetida de Filpe y casi un dolor de cabeza para el local.
Defe inclinó la cancha- Y por con siguiente, el desarrollo de las acciones distó mucho del primer tiempo.
El conjunto de Miranda, hizo especial hincapié en un par de cambios, para cambiarle el carácter ofensivo de su equipo. Es por ello, que cambió volante por volante. No es un disparate lo que informó, por tratarse de funciones análogas. Salió Franco Navarro, que se movió por izquierda, e ingresó el profesor Carlos Oliva, recostado por derecha, provocando corridas por ese sector y asociándose en la avanzada, con Eduardo Belmonte que, bien anticipado por lo centrales de Ferro, casi no obligó.
Tal vez por la urgencia del resultado y por que el juego propuesto por el local, se desenvolvió durante gran parte de la complementaria sobre terreno ajeno, la locomotora negra y amarilla, quedó remitida de contra. Es por ello, que Ludueña movió el tablero procurando jugar el partido, lo más lejos posible de Rolly Ludueña.
Haciendo ingresar a Nicolás Mancilla por Juan Fierro, que reaparecía luego de cumplir la fecha de suspensión, en aquel 1-3, ante Petrolero, por la última fecha de la fase regular del certamen.
Y al joven Franco Cárdenas, de andar casino y parsimonioso, que provocó la justa reprimenda del entrenador.
Que entre otras cosas, le exigió que corriera más porque esto es primera división.
Y pareciera ser, que Franco recogió el guante, demostrándoselo en una veloz corrida con un violento remate que ese estrelló en el palo, y que hubiera definido la cuestión.
Por eso, las mejores fueron de Defe…
Que ejercía domino de balón y terreno. Obligando a Ferro, a replegar líneas y quedar librado a la fortuna de una contra feliz, que nunca llegó.
Convirtiendo a Rolly Ludueña, en responsable que la victoria no decidiera quedarse en Francisco Ramírez y Zapiola, cancha de Defe…
Le sacó un cabezazo a quemarropa, a Eduardo Belmonte. Luego, manoteó por arriba del horizontal, un brutal derechazo de Leandro Fernández, cuando parecía que entraba.
Un triangulación de derecha a izquierda, que nació en un cambio de Belmonte para la llegada por izquierda de Leandro Fernández, centro atrás, para el disparo del segundo marcador central, Matías Ruiz, que el uno de Ferro, evite gol y victoria, que hubiera sido justa, porque Def, al menos en la etapa final, atacó y arriesgó más.
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