LA IMPORTANCIA DE UNA ESQUINA CUEVAS - HEARNS - Una esquina puede ganar o perder una pelea, Thomas Hearns vs. Pipino Cuevas es un ejemplo soberano. El 2 de agosto de 1980, en la Joe Louis Arena, de Detroit, Emanuel Stewart le planteó un plan ganador a Thomas Herns contra el entonces campeón mundial welter, el mexicano José “Pipino” Cuevas.
El programa estratégico fue preparado en tres fases: 1) Hearns se lanzaría a fondo para tratar de liquidar al mejicano en los tres primeros rounds. 2) Reduciría el ímpetu del ataque y boxearía desde el 4to. hasta el 6to. si no podía noquearlo, o, 3) Se lanzaría a fondo buscando el fuera de combate de nuevo entre el octavo y el décimo.
Stewart no tenía más que indicar si la pelea rebasaba el décimo: que decidieran Dios y el cansancio, a fin de cuentas, un pleito la gana “el que dure un round más…”, como le respondía John L. Sullivan a quienes le pedían favoritos.
Hasta aquel momento, solo dos de las 28 peleas que había celebrado Hearns duraron diez rounds, por tal razón, los fanáticos del “nuevo ídolo de la ciudad de la Tamla Motown”, pensaban que había pocas posibilidades de llegar a los últimos cinco capítulos de la entrevista pactada a 15.
Casi todos los expertos concordaban en un punto: la pelea no pasa del 10. Importante, de las 27 victorias de Pipino, 24 llegaron acompañadas de las dosis correspondientes de cloroformo.
En Mexico, Kid Rapidez, que había sido jefe de la esquina de los boxeadores de Cuco Conde, entre ellos Ultiminio y Mantequilla, le dijo a una revista sobre boxeo: “si Hearns mantiene la pelea hasta el séptimo round o, tal vez menos, la pelea será de él; en caso de que llegue a 8, la marea pudiera cambiar a favor de Pipino.
En medio de las especulaciones, el caso es que Hearns ganó por nocao un pleito que solo duró cinco minutos y 39 segundos; es decir, un round y 2.39 del segundo. Se había impuesto, una vez más, la estrategia de un trainer que no por gusto clasifica entre los 5 más grandes de la historia.
Después, Hearns le declaró a la prensa, “…quería darle algo especial a Detroit esta noche y me excedí…” Los veteranos del sector periodístico se asombraron con el despliegue de fuerza y velocidad del nativo de la ciudad.
El periodista Jack Welsh, de Laredo, Texas, tituló su crónica: “No creo que viera lo que vi”; sin embargo, escondido en el Washington Post, en un rinconcito de la edición matutina de ese día, casi un suelto, el maestro Shirley Povich, ya fallecido, había presagiado: “esa pelea no llega al cuarto round…” Con más de 50 años en la crónica, única diana al centro. Por algo la experiencia vale lo que significa.
Ese nocaut se considera uno de los más espectaculares en la historia de la division welter. Terminó el reinado de 4 años del mejicano en su defensa n° 12, e inició el de poco más de doce meses de Thomas Hearns hasta su pelea contra Leonard, en 1981.
Pipino Cuevas perdió 7 de sus próximos 12 combates y jamás volvió a pelear por una faja mundial. fuente Soloboxeo.
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