
Anoche, al cierre de esta edición, el detenido permanecía en la Seccional Segunda madrynense imputado por infracción al “artículo 189 bis” (portación de armas de fuego) y hoy por la mañana se hará la audiencia de apertura de investigación. El juego se reanudó tras 12’ de interrupción y con los protagonistas dentro del campo, en el que Huracán decidió jugar el partido a pesar de este bochornoso episodio que casi empaña una fiesta de fútbol. Subiabre, capitán de Huracán, le dijo al árbitro Bravo que querían seguir jugando, cuando otro, en su lugar, hubiese pedido no continuar por falta de garantías o por temor, o por otras excusas a la que los petroleros no se aferraron a favor del espectáculo.
La otra gran falla se dio en el ingreso de los hinchas del “Globo” al sector destinado para ellos, cuando un grupo fue contra los pulmones que dividen una tribuna de otra a romperla mientras la policía miraba. Cuando ya parecía que se desbordaba todo, aparecieron unas balas de goma y gases para dispersar a los revoltosos y el juego arrancó con más de diez minutos de demora. Algo de fútbol hubo. Tras los hechos policiales, Madryn y Huracán jugaron, en el global, un flojo partido y que recién cobró emotividad en el tramo final del complemento, cuando el local, que lo perdía, igualó y luego otra vez el “Globito” sacó ventaja en el resultado, que resultó merecida por lo que uno y otro hicieron a lo largo del juego.
El aurinegro acusó cansancio tras el trajinar de los últimos partidos, y además, como usar como atenuante, no tuvo a Mansilla y a Ruiz, dos habituales titulares que se perdieron el juego por lesión. Huracán lució más fresco, y en un tramo del complemento, cuando dominaba, le perdonó la vida a Madryn al decidir tener más la pelota en lugar de atacar, cuando disponía de espacios para liquidar a un equipo local jugado y que había perdido la brújula al sumirse en un desorden poco habitual en la formación local. La visita se dio el “lujo”, en un lapso del juego, sacar a dos de sus mejores valores para preservarlos para la revancha. Es decir, Huracán jugó pensando que el partido duraba 180 minutos y aprovechó que venía descansado para hacer correr a los dirigidos por Giordanella, sabiendo que la recuperación es escasa para la revancha del domingo. Las emociones. Un cabezazo del “Chani” Ríos a las manos de Sciutti fue lo más claro de la parte inicial, antes del lamentable episodio que obligó a parar el partido 12’.En la reanudación, Madryn pareció estar más metido y Nicolás López, el más picante del juego, corrió hasta las barbas de Sciutti y lo venció con remate cruzado bajo. Subiabre quiso inventar un penal contra una pierna alta de Albarracín, pero el árbitro Bravo no compró ni Huracán protestó.Pero en la visita apareció el Esteban López, que tiene alquilado al aurinegro, y puso la igualdad al rematar fuerte ante Mulieri cuando iban 45’.
El complemento guardó lo mejor, al menos desde el plano futbolístico, y en el arranque mismo, con un Madryn dormido, la visita desniveló a través de un remate de Barrera, que dejó sin chances a Mulieri. Eso fue a los 7’, y hasta los 37’ tuvo que esperar Madryn para generar otra situación neta que le permita empatar. Bona metió un centro cruzado que nadie desvió y se metió por el segundo palo. Pero quedaba más para el final, a los 42’ apareció en el área otra vez el “Piojo” López y con toque suave entre varios sentenció el pleito, tras gran jugada previa de Rubilar.Se define allá. La historia se cerrará el domingo, en Comodoro Rivadavia, ciudad en la que Madryn ganó en la temporada, y por esa razón, aunque la parada será difícil, los dirigidos por Giordanella tienen chances de revertir un resultado que de ida fue complicado. Quedan otros 90 minutos y todo puede pasar. La serie, más allá del gran paso que dio Huracán, está abierta por la paridad existente entre estos rivales. La Jornada.-
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